Prólogo

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《●》

-Despertar no me entusiasma, el mañana es muy parecido al ayer desde mi punto de vista.

Edmund parece molesto por mi comentario, y lo confirmo cuando responde en tono sarcástico.

-Dios Maine, tu punto de vista necesita una nueva dirección.

Me seco unas lágrimas. Últimamente era muy común que estuviera llorando. Edmund trajo consigo muchas cosas cuando nos conocimos, me hace amar la vida en ocasiones, me hace amarlo a él todos los días, pero al mismo tiempo me concedió varias debilidades, entre ellas, el llanto imparable y la honestidad. Acabo de decirle cosas que nunca creí decir en voz alta y ahora me arrepiento. De seguro verá todos los errores que veo en mí misma y saldrá corriendo con una bandera blanca en mano. Tal vez sea bueno, él tiene que saber lo que le espera, y si no le gusta, perfecto, Edmund merece algo mejor, una chica más de su talla.

Él estaba a mi lado, su hombro rozaba el mío sutilmente y, de repente, entrelazó su mano con la mía. Ese contacto me atravesó como un corrientazo. Ninguno dijo nada. Ambos miramos el cielo libre de estrellas en completo silencio por largo rato. Creo que va a llover.

-¿Maine?

-¿Si?

-Estás pensando.

-Si.

-¿En qué piensas?

-Intento decidir si es buena idea dejarte entrar.

-¿A dónde?

-A mi corazón, Edmund, o a lo que queda de él.

-Déjame entrar, por favor.

-No, es decir, no sé a quién dañaría más eso. Si a ti luego de conocerme como realmente soy o a mí por la incapacidad de tenerte como novio.

-Incapacidad-bufa Edmund, soltando una risita-Oh Maine, tu solo eres incapaz de una cosa-me mira y sonríe-y es de impedir que te ame.

Más allá de este mundo (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora