三十

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Los mejores orgasmos son los que te otorga la persona que amas.

Jimin no tenía dudas de eso, porque él siendo un híbrido bastante joven, y en sus mejores años para aparearse, había rechazado cada oportunidad de tener un orgasmo con cualquier alfa que llegara a su vida. No estaba interesado en lo más mínimo, y brindarse placer él mismo era mucho más atractivo que si quiera entablar conversación alguna con uno de esos alfas. Pero ahora, en definitiva, no podía pensar en un mejor orgasmo que en los que le regalaba Yoongi. 

Y, si se lo preguntan, Yoongi podía opinar lo mismo.

No era como que Yoongi tuviera una vida sexual demasiado activa. No se trataba de que cada que su celo aparecía, él iba a ceder a estar con cualquier omega o beta que accediera a estar con él. En realidad era bastante selectivo para ello, era bastante especial al seleccionar a un Omega y no era precisamente porque tuviera una conexión especial con alguno de ellos, era más la simple necesidad que le desesperaba. Pero si hacía memoria, eso había funcionado en sus primeros años en la calle. Cuando era ligeramente más joven y tenía las hormonas menos controlables que ahora, que por lo menos podía intentar soportarse con un genio del demonio. 
Tenía años sin intimar con absolutamente nadie, Y también por eso mismo su carácter había aumentado. 

Pero ahora, con Jimin al lado podía sentirse bastante completo y satisfecho. Sin problema alguno. Definitivamente quería intimar con Jimin más de mil veces, no importaba si quería volver a hacerlo dos o tres o siete veces en el día, él lo quería por igual. No podía pensar en solo tener un celo a su lado, no, el deseaba tenerlo el resto de sus celos acompañándolo.

— ¡Ahmn, Gigi! — Jimin gimió con fuerza mientras se aferraba a su cuerpo, cerrando los ojos y abrazando el torso de Yoongi entre sus brazos, con tanta fuerza que incluso podía dejar marcas rojas a su paso.

Yoongi seguía entre sus piernas, había terminado por tocar su punto dulce una vez más antes de llegar a su orgasmo a la par que lo hacía Jimin entre sus brazos y aún debajo del agua y las pequeñas burbujas que las sales provocaban en la tina.

Definitivamente ninguno de los dos había tenido el libido tan alto como ahora.

Las orejitas de Yoongi bajaron contra su cabello, ambos cerraron los ojos jadeando y aún si Jimin se sentía débil y cansado por la actividad, dejo que el peso de Yoongi reposará encima suyo. Solo fueron unos segundos, antes de que Yoongi girará el rostro, tomara el mentón de Jimin y volviera a juntar sus labios en un beso. Oh, por dios, el estaba tan malditamente enamorado.

Permanecieron así solo un par de segundos más, mientras el nudo de Yoongi desaparecía y sus respiraciones se regularizan,  entonces Yoongi se levantó con cuidado, tomando la mano de Jimin y sujetándose por las caderas para que no fuera a caerse debido al cosquilleo en sus piernas y lo débil que estaba. Fue el mismo Yoongi quien se encargo de quitar el agua de la tina, nada complicado y él lo había visto en un montón de películas. Jimin abrió ambas llaves de la regadera y templó el agua de manera rápida, tocando el agua constantemente para lograr la temperatura más adecuada.

— Joder, está hirviendo, Jimin. — Yoongi exclamó aquello a penas el agua había tocado parte de su cuerpo. Había sido un reflejo, pero ahora Jimin había bajado sus orejas y le miraba con los ojos vidriosos. ¡Mierda, mierda, mierda!

— ¿Me llamaste...? — Jimin tenía la voz entrecortada y Yoongi se sentía el peor híbrido del mundo.

— No, no, cariño, no. Oh, dios, lo siento, no, es que no... — Yoongi no  sabía que hacer porque nunca le había importado tanto un Omega, pero ahora no sabía cómo solucionar eso.— Minnie, Jiminnie, Jiminnie... —Yoongi le tomó del rostro, pero Jimin aún quería llorar y definitivamente, estaba dolido con su alfa.

❝ 𝐈 𝑴𝑬𝑶𝑾 𝐲𝐨𝐮  ❞ ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora