七十

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Los siguientes días resultaron ser un infierno.

Un infierno en la mente de Jimin y un infierno en los corazones de sus seres queridos.

El humor del omega cálico decayó demasiado, lo suficiente como para no querer levantarse de la cama y comer solo lo necesario y con la clara y única condición de que Yoongi fuera quien lo alimentará. Descuido su aspecto personal al punto en el que entraba a la ducha solo cuando Yoongi lo pedía –Lo cual había sido diario porque Yoongi sabía cuanto amaba Jimin las duchas– y la ropa de Yoongi se había vuelto la suya. No se quitaba de encima los pantalones de chándal, las camisetas de algodón o los buzos enormes de color oscuro que solía usar el Alfa en casa. La situación del llanto no se detuvo, aún si Hoseok había recetado calmantes y pastillas para mejorar su ánimo. Jimin únicamente concilaba el sueño abrazado a Yoongi, y así se reducían sus días, aferrado al enorme Maine Coon que, tampoco podía salir de la habitación porque ello implicaba sollozos desgarradores de su Omega. Jimin cambió tanto que Yoongi sentía que ni siquiera era el híbrido del que se había enamorado.

Pero si algo sabía, era que no iba a dejarlo solo.

— Ya se ha quedado dormido. —Yoongi suspiró al cerrar la puerta de la habitación detrás suyo. Su rostro parecía estar agotado y preocupado en cantidades similares.

Hoseok había aumentado la dosis de calmante para hacer dormir a Jimin y darle un poco de espacio a Yoongi, al menos unos minutos, porque si bien eran destinados. Necesitaban su espacio.

— Menos mal. —Jungkook suspiró por igual, sentado desde el sofá en la sala de estar en el departamento de Taehyung. Ellos no habían vuelto a tocar el tema de la mudanza debido a la situación con Jimin.

— Ten Yoongi. Te preparé un té, creo que también te ayudará a descansar. —Taehyung salió de la cocina, dejando la taza sobre la mesa de centro y tomando asiento a un costado de su novio, quien rodeó sus hombros con un brazo para atraerlo.

Yoongi se sentó en el sofa de una pieza, el que estaba más cerca de la habitación de Jimin. Recargo sus brazos en sus rodillas y suspiró al pasar sus manos por su rostro, cubriéndolo unos segundos. Él tenía que hacer algo por su pareja.

— ¿Qué se supone que haga? —Yoongi dijo frustrado, ambos le miraron preocupados.— Yo lo amo en verdad que lo amo tanto que no puedo dejarlo así, yo necesito que Jimin sea Jimin, esta perdido. —Yoongi volvió a suspirar, mirando el suelo. Estaba realmente frustrado.

Hubo un silencio tranquilo, en el que sólo se escuchaba la respiración de Yoongi, hasta que Taehyung extendió una de sus manos y acarició su oreja.

— Creo que sabes lo que debes hacer. Eres su alfa, lo sabes y ahora no hay nada que pueda detenerlo. Hazlo, hazlo sentir bien y tuyo, eso necesita. — Taehyung le miro a los ojos con una sonrisa triste pero sincera en sus labios, porque él también extrañaba tanto a su mejor amigo, que no podía resistirlo más.

Nada había funcionado. Ni su comida favorita, ni las visitas de sus amigos, ni siquiera cuando Taehyung le propuso ir de compras sin un límite de precio en la tarjeta. Jimin parecía no querer nada, nada excepto a Yoongi.

— Yoongi, mi abuela cumple años esta semana, normalmente Jimin me acompañaría a visitarla, pero no puedo sacarlo de aquí así. - Taehyung dijo de nuevo, mirando a Yoongi a los ojos.— ¿Habrá problema si se quedan solos dos días en el apartamento mientras vamos a celebrarle y volvemos o prefieres que le diga a Hoseok para que internamos a Jimin y estén en el hosp...?

— Puedo hacerme cargo. —Yoongi lo interrumpió.— Puedo cuidar de nosotros, lo haré bien. — Yoongi dijo aquello sin dudarlo. Él no quería bajo ninguna circunstancia que volvieran a internar a Jimin en la veterinaria. Eso solo lo empeoraría.

❝ 𝐈 𝑴𝑬𝑶𝑾 𝐲𝐨𝐮  ❞ ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora