三十一

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— ¡Jimin, estamos en casa!

El tintineo de las llaves resonó en la habitación cuando la puerta se abrió, acompañado del sonido de la maleta de Taehyung rodando por el suelo del departamento. Detrás suyo se escuchaba el andar de unas botas pesadas que pertenecían a Jungkook.

Taehyung esperaba que, como siempre, su gatito saliera desde su escondite a recibirlo con maullidos y restriegos contra sus piernas en busca de mimos, o tal vez estiraría sus patas delanteras para que lo cargará y le abrazara cómo hacía tanto que no lo hacían, pero no pasó.

Con su mirada lo busco de manera rápida por toda la sala y la hermosa casita de madera frente al ventanal, pero no había nada.

— ¿Dónde estará Jimin? Le dije que volveríamos a esta hora. — Taehyung comento aquello ligeramente preocupado, mientras Jungkook dejaba su maleta enfrente de la puerta de su habitación.

— Descuida, cariño, ha de estar por ahí descansando. — Respondió Jungkook, mientras se acercaba a abrazarle por la cintura y besar su mejilla con una sonrisa.— Ya sabes, el celo los deja bastante agotados.

Aunque bueno, Jungkook sabía que no era precisamente el celo.

— Ggukie... — Tehyung murmuró bajito, aún preocupado mientras continuaba buscando con la mirada.

Jungkook sabía que Jimin no se había ido a ninguna parte, pero también sabía lo que su novio estaba esperando de él.

— Lo sé cariño, no voy a irme hasta que aparezca, ¿De acuerdo? — Dijo, mientras sonreía, besando la coronilla de Taehyung, quién sonrió complacido por ello.

Entonces la búsqueda comenzó.

[ 🐾 ]

La puerta de la habitación de Jimin se abrió con cuidado.

La orejitas adorables de su híbrido sobresalían entre todas las almohadas que habían en la cabecera y ese bonito edredón color rosa pastel, tan suavecito como el pelaje de Jimin.

El cuerpo del bonito gato cálico estaba hecho un olivo entre dos almohadones y descansaba plácidamente, incluso su pancita se veía subir y bajar debido al profundo sueño que tenía.

En la puerta, Taehyung sonreía amplio, aliviado al fin de encontrar a su pequeño gatito sano y salvo dentro del departamento.

— Te dije que todo estaría bien, cielo. — Jungkook murmuró de manera dulce, acariciando el cabello castaño de Taehyung y acomodandolo un poco.

— Gracias, Ggukie. — Taehyung suspiro y beso los labios de su novio de manera delicada.

Y después de un par de besos más, se despidieron. Ambos tenían trabajo al día siguiente y debían descansar lo suficiente para poder rendir bien.
Taehyung escucho un "Muchas gracias por acompañarme" antes de que la silueta de Jungkook desapareciera por la puerta principal, y entonces volvió a acercarse a Jimin.

Él comprendía que estuviera cansado, el celo siempre lo dejaba agotado, pero no concideraba prudente no avisarle que había llegado a casa.

— Jiminnie... — Taehyung se sentó en la cama, justo a un costado de los almohadones para acariciar su cabecita, justo entre sus dos peludas orejitas.

Jimin, quien en realidad sí había estado durmiendo un gran rato, despertó al fin. Él no podía olfatear a Taehyung en casa, ni tampoco a Jungkook, el solo podía olfatear el delicioso aroma a menta con cacao amargo que había dejado Yoongi en toda su habitación, y era suficiente para él. Se sobrexhaltó un poco, solo un poco, pues al ver a Taehyung, simplemente ronroneo buscando más mimos.

❝ 𝐈 𝑴𝑬𝑶𝑾 𝐲𝐨𝐮  ❞ ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora