❝ 𝐈 𝑴𝑬𝑶𝑾 𝐲𝐨𝐮 ❞ ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ

七十七

Las mañanas eran la parte favorita del día de Jimin.

Él amaba su día a día, pero las mañanas le encantaban. Normalmente despertaba después de que el sol salía, cuando los rayos del sol entraban por el enorme ventanal, aunque a veces podía despertar hasta pasando el medio día. De cualquier manera, esa mañana era una de las que los rayos del sol tocaban su piel y él despertaba. Estaba ansioso. Solía ducharse con tranquilidad, le gustaba tomarse su tiempo y una vez que cerraba las llaves del agua y salía de la habitación de baño, Yoongi solía recibirlo en la habitación para besarlo constantemente antes de salir con Jungkook directo al gimnasio a unas cuadras de casa.

Mientras él pasaba su tiempo en el vestidor eligiendo un bonito conjunto de ropa para salir a cualquiera de sus actividades, sabía que su alfa estaba dentro del gimnasio haciendo un montón de repeticiones constantes de ejercicios que marcaban su abdomen, brazos, espalda y piernas. Le gustaba pensar tanto en ello.

Entonces minutos después se disponía a arreglar su cabello y después de colocar un poco de brillo labial, preparaba el desayuno, a veces en compañía de Taehyung y a veces solo, ninguna de las dos le disgustaba. Generalmente cuando Taehyung descansaba cocinaban juntos y para Jimin era realmente divertido, porque podía pasar tiempo con su humano favorito y bromear un montón o tener pláticas profundas, tal vez algún punto medio. Y casi tan rápido como terminaba de apagar el fuego, por la puerta cruzaban Jungkook y Yoongi normalmente charlando de algún tema en especifico que a veces Jimin no comprendía. 

Solían desayunar como una familia para que entonces cada uno de ellos se dirigiera a sus respectivas actividades, sobre todo los humanos involucrados. Jungkook partía a la empresa y dejaba a Taehyung en su trabajo de paso. Jimin y Yoongi podían dormitar el tiempo que fuera o bien, dedicarse a explorar, salir de compras, por un paseo cuanto quisieran. Ese día era un día especial. 

— Amor, ¿Estas listo? Yoongi se atrevió a entrar al vestidor sin tocar la puerta, porque el había visto a Jimin en todas la formas posibles y eso le llenaba el corazón. 

Le gustaba pensar en aquellos comienzos cuando la forma híbrida de Jimin era todo un acertijo para Yoongi. Nunca se lo había dicho, pero sabía que Jimin lo sabía, cuanto Yoongi se lo había imaginado con un montón de físicos. En algun momento Yoongi imaginó a Jimin con un montón de pecas, la nariz respingada y pelirojo, después pasó a ser pelinegro, con algun lunar en el rostro, los ojos bien rasgados y una sonrisa larga. También paso por su mente que podía ser bajito, pequeño, porque a veces Yoongi sentía que su forma animal era enorme y por ende todos eran pequeños. Alguna vez pensó que podía ser mucho más alto que él. Que sus manos podían ser más grandes que las suyas, que podía tener cicatrices o incluso que podía tener una marca de nacimiento en el rostro, pero siempre concluía que era guapo, sumamente guapo. Yoongi siempre supo que tenía la apariencia parecida a un modelo. 

Se abrió paso entre el montonal de ropa arrojada por el suelo, entre suéteres adorables, pantalones entallados y algunos más acampanados, bonitos Blazers e incluso calcetas adorables y divertidas. 

— ¿Amor? — Yoongi le llamo mientras Jimin intentaba tomar una caja del estante de arriba en donde tenía un par de botines color blanco con un par de perlas que los adornaban. 

— Sí, ya casi...

Yoongi sonrió dulce antes de caminar hasta donde estaba. Su estatura era muy similar, pero definitivamente los dedos de Yoongi eran mucho más largos. Sin embargo, no se estiró por la caja, Yoongi simplemente se colocó detrás de Jimin para rodear su cintura con los brazos y poder levantarle del suelo. Jimin soltó una adorable risa mientras le levantaba del suelo y entonces casi en un parpadeo se encontró frente a la enorme caja y estiro sus brazos para poderla tomar. Yoongi se aseguro de ello antes de volver a dejarlo en el suelo. Definitivamente Jimin estaba amando cada vez más la decisión de Yoongi por ejercitarse.