七十一

8.8K 1.1K 225
                                    

De una manera poco convencional, acordaron comer en la sala de estar. Ambos querían mirar la televisión, terminar de ver el capítulo de la seré de Jimin, comer el delicioso salmón preparado por Yoongi, y recibir un poco de rayos del sol.

Los platos quedaron sobre la mesa del centro, completamente vacíos y por poco Jimin los lamía con euforia.

- Te ha quedado delicioso. - Jimin dijo, aún si miraban la televisión.

- Lo mismo debería decirle a tu madre. - Yoongi respondió sin pensarlo. Él en verdad no lo había pensado.- Dios, y-yo...

Jimin sintió sus mejillas sonrojarse de nueva cuenta. Menos mal que Yoongi no podía mirarlo, estaba abrazandole por la espalda cuando lo dijo y ambos estaban recostados sobre el sofá. Jimin se removió en sus brazos y su corazón latió rápido a la par que giraba su rostro para mirar a Yoongi.

- L-lo siento es que no pensé en... -Yoongi sentía que el señor Min estaría decepcionado por lo descortés que estaba siendo.

Pero Jimin solo pensaba que su Omega le recordaba a cada segundo que era un omega terrible, que había terminado de gustarle a su alfa y no lo aceptaría de nuevo, pero Yoongi seguía ahí, coqueteandole de esa forma única y abrazándole la cintura, como si siguiera perdidamente enamorado de él. Le miró a los ojos y podía sentirlo, Yoongi lo estaba amando, lo seguía amando, entonces ¿Por qué le dolía tanto que lo amara?

- ¿Tú aún me amas? -Jimin preguntó con un hilo de voz, su corazón rompiéndose.

- Más de lo que puedes imaginarte. -Yoongi volvió a afirmar mientras acercaba su rostro al ajeno. Jimin únicamente había girado su rostro, pero Yoongi podía mirar sus ojos y ver como sus ojos se cristalizaban y dejaban salir un par de lágrimas.- Déjame cuidarte, Jimin, déjame amarte, déjame ser tuyo, bomboncito... -Murmuró de manera dulce antes de comenzar a besar sus mejillas para limpiarlas.

Jimin soltó un suspiró audible ante el tacto, él quería llorar realmente y decir cuanto lo sentía, pero lo había hecho ya. Yoongi, su alfa lo sabía, pero quién no se lo perdonaba era él mismo.

Y por un segundo Jimin cedió ante su lado animal y sumamente natural, dejándose cuidar y querer. Giró su cuerpo y entonces los labios de Yoongi se estampados con los suyos, en pequeños besos cortos sobre sus labios y sus manos rodeando su cintura y atrayéndolo a su cuerpo, Yoongi quería todo el contacto posible con su Omega, él lo quería, pero más que nada lo necesitaba.

- Mío... -Jimin jadeo por lo bajo entre los besos a la par que tomaba las mejillas de Yoongi para corresponder sus besos.- Mío, mío, mi Alfa, hyung...

Ah, y Yoongi había olvidado lo mucho que le gustaba cuando Jimin lo llamaba así, solo por el simple echo de que le recordaba a su primeros encuentros y aquello removía las mariposas en su estómago porque si lo pensaba, Jimin seguía gustándole tanto como en ese entonces. Casi de inmediato sus labios comenzaron a besar con más intensidad a Jimin hasta que les resultó imposible separarse, volviendo el beso mucho más prolongado y desesperado.

¿Hace cuanto que no se besaban así? Jimin no podía recordarlo pero definitivamente lo había extrañado como nunca. Se sentía amado, querido y la manera en que las manos de Yoongi lo tocaban lo hacían sentir deseado. Deseado por su alfa y eso sin duda aumentaba su ego, sin embargo, algo pequeño picaba en su interior por temer arruinarlo todo.

- Mhn... -Jimin murmuró dentro del beso, Yoongi parecía realmente dedicado a besarle y juguetear con su boca como siempre, pero él no podía. Sus manos descendieron a los brazos de Yoongi y se separó con algo de fuerza y ligera incomodidad, pero con él mismo.- Hyung, no puedo, para, no puedo...

❝ 𝐈 𝑴𝑬𝑶𝑾 𝐲𝐨𝐮  ❞ ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora