Amor accidentado

Capítulo 10

En efecto, Tweek lloró toda la tarde y parte de la noche, lo hizo hasta quedarse dormido.

En la mañana despertó sin ganas de nada, solamente quería estar en su cuarto. Se mantuvo recostado en paz observando el techo hasta que recordó esos ojos verdes, no lo escuchó llegar en ningún momento y eso lo preocupó.

Se levantó de la cama de un golpe y corrió hacia su cuarto, desesperado y preocupado. ¿Cómo pudo olvidarse de él? Al llegar a la cama vio algo que le molestó mucho.

Había alguien más con Craig, y no solo eso, lo estaba abrazando. Se acercó a la cama, con ambas manos tomó la cobija y comenzó a jalarla delicadamente; Estaba a punto de matar a ese pobre infeliz que abrazaba tan plácidamente a su marido, y dispuesto a quebrarle la pierna sana a su esposo si había sido capaz de traicionarlo.

Una vez quedaron descubiertos, se relajó un poco al reconocer la melena castaña de Clyde y ver que ambos estaban vestidos, Craig incluso tenía puesta la ropa con la que lo vio el día de ayer.

-Tweek, buenos días- escuchó a sus espaldas y al girar la cabeza, vio a Token con varias tazas de café sobre una bandeja, pero lo más extraño es que no eran 4, eran 5.

-Buenos días, ¿Qué pasó? - Preguntó, mientras lo tomaba del hombro y lo llevaba de regreso a la cocina para no despertar a los chicos.

-Lo lamento, ayer que salimos planeamos algo tranquilo, se suponía que solo iríamos al cine, pero saliendo de ahí fuimos a comer. En la comida nos encontramos a Stan, un amigo de la preparatoria y terminamos un poco ebrios. Craig se preocupó porque nosotros tuviéramos un accidente por regresar ebrios hasta Denver, así que nos invitó a pasar la noche aquí, pensamos que pudiste molestarte por no venir con nosotros. Sobre Clyde, como Stan y yo no queríamos dormir con él, en la madrugada se fue a la cama con tu marido, no te enojes por favor- El rubio lo escuchó atentamente, mientras tomaba una de las tazas de café. Estaba un poco molesto, pero más por el susto combinado con los celos que le habían causado.

-Está bien, no hay problema-

-De verdad Tweek, no te molestes, la siguiente vez te llevaremos con nosotros.-

-De verdad, estoy bien. Más allá del susto no pasa nada-

-Es que dormiste en otra habitación, por eso creímos que te molestaste; Además te ves triste, lo lamento si te hicimos pasar una mala noche-

-¡Ahg!- Gritó involuntariamente -No es por eso, de verdad estoy bien- El moreno puso su mano sobre su hombro.

-Puede que sea amigo de Craig, pero también puedo ser el tuyo, si algo te molesta o si te sientes muy cansado sobre los cuidados de tu marido, siempre puedes pedir ayuda. Clyde y yo estaremos dispuestos a ayudarte-

-Yo también, aunque a nadie le importe- Giró su cabeza para escuchar esa voz, sonaba un poco deprimida. El aspecto del desconocido era el de un maldito Hippie: tenía el cabello un poco largo, la barba descuidada y usaba una estúpida playera que tenía escrito ''100% HEMP Tegridy Farms", no le costó más de un segundo reconocerlo, era el dueño del negocio de marihuana más grande de Colorado.

-Bueno, como Craig no está despierto yo los presentaré: Tweek, él es Stan Marsh. y Stan, él es Tweek, el bonito esposo de Craig-

-Mucho gusto- saludó Stan, extendiendo su mano y sonriendo -Me hubiese gustado conocerte antes, pero cuando ustedes se casaron yo estaba en el mar luchando por los derechos de las ballenas-

-Mucho gusto- Tweek estrechó su mano, observando bien a Stan. Prácticamente era un Doppelgänger de Craig, solo que de piel algo más clara y más bajito -no hay problema, aunque Craig no me habló mucho de ti-