Amor accidentado

Capítulo 5

El día de la cita llegó: Realmente estaba nervioso, había coqueteado con un par de personas en ese par de años, pero era su primera cita "oficial" después de tanto tiempo. Llegó temprano al restaurante, con diez minutos de antelación a su cita, pensó en ordenar alguna entrada, pero desconocía los gustos del chico.

Cuando lo vio atravesar la entrada se sorprendió, le pareció mucho más guapo en persona. El otro chico llegó con una enorme sonrisa y se sentó frente a él; Era bastante agradable y tenía una conversación bastante fluida, pero sentía que algo no andaba bien, entonces recordó que estaba estudiando actuación. Después de un rato y por la actitud del rubio, intuyó que quizás tenía interés en él por la situación en su casa, decidió poner a prueba su teoría.

-No necesitas pretender, Tweek- observó detenidamente cómo su cara cambió por una de sorpresa un par de segundos.

-¿De qué hablas?-

Lo descubrió. Aunque no le molestó, sonrió de medio lado, iba a jugar todas sus cartas con una pregunta; No sabía en qué se estaba metiendo, pero probablemente no podría ser peor que con Kenny.

-Hablo de esto, no necesito realizar una investigación para conocer la situación de tu familia- dio un largo trago a la copa de vino buscando valor en ella - Vamos a casarnos, Tweek-

La cara del contrario fue todo un poema.

-¿Ahg? ¿Por qué harías eso? - Debía elegir su mentira sabiamente, porque ni loco admitiría que era para alejarse de su ex novio.

- Mis padres tienen miedo de que esté solo toda mi vida, tu madre está grave y tu situación no es la mejor...-

-Aun así, ¿Estás loco? -

Loco no, dolido, pensó para sus adentros.

El resto de la noche pasó explicándole a Tweek un plan que estaba orquestado sobre la marcha, el cual comenzaba con ellos teniendo algunas citas, para después pretender que estaban vueltos locos el uno por el otro, lo suficiente para casarse de una manera rápida, tan pronto como su relación se formalizara, el ayudaría a la Sra. Tweak a pagar su tratamiento entre otras cosas.

El rubio parecía pensativo todo el tiempo, aun así aceptó el trato, por su mirada el moreno podía intuir que no todo estaba bien del lado contrario, aunque no lo podía culpar, todo era demasiado precipitado.

Fue mientras llevaba a su cita hasta la casa de sus padres que notó cual era el problema, el rubio recibió una llamada de un número que decía café de mi corazón, fue rápido y solo fue un vistazo, pretendió no ver nada, después se despidió del chico el cual fue amable con él.

Esa noche se la pasó pensando en si era correcto lo que estaba haciendo, no pretendía enamorarse de ese chico ni nada, pero de alguna manera estaba interfiriendo en su relación y por lo doloroso que fue para él lo que ocurrió con Kenny no quería ni imaginarse cómo sería para su novio y el sobrellevar eso.

Tomó una decisión, lo desposaría de igual manera, porque las necesidades del contrario eran reales y comprendía la pérdida de un pilar tan importante como lo es una madre, pero jamás se acercaría de más al contrario, por respeto a su relación y a sus propios valores.

Fue así como terminó por llevar a cabo sus citas en cines donde no era necesario hablar, en las reuniones familiares sostenía su mano o lo abrazaba, pero se limitaba y nunca iba más allá de lo necesario, era capaz de ver la culpa en la cara del contrario cuando estaban solos y él también se sentía culpable motivo por el cual jamás le hablaba en esos momentos cuando no eran observados.

El día de la boda fue la primera vez que se sintió realmente mal, solo se trataba de firmar unos papeles, pero también implicaba besarle por primera vez, cosa que lo ponía un poco nervioso.