["KEYFRAME" Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre.]
✓Finalizada.
✓Fanfic hetero.
✓NO ES DE T/N.
✓Contenido +18.
✓Algo cliché.
✓Con algunas posibles faltas de ortografía que estaré arreglando con el...
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Pov. Taehyung
Cuando ya estoy listo, salgo de mi cuarto y me dirijo a la cocina, en donde está mi familia.
La primera que me recibe es mi hermana, Minju, una de las gemelas.
Mamá se encontraba terminando de servirnos el desayuno, papá leía el periódico mientras tomaba de su café, muy común en él.
—Tete, ¿Hoy vas a ir a el grupo? —preguntó mi hermana Chaewon, la otra gemela.
—Ayer tenía que ir, pero no fui, tengo cosas que hacer, como trabajar —mamá me mira apenas termine de decir eso.
—Taehyung, ya hablamos de esto. —por su semblante serio noto que esta brava, o al menos disgustada.
—Exacto mamá, ya hablamos de esto, y te dije que TRATARÍA de ir. —respondo.
—Ellos podrían ayudarte. —ella mira hacia otro lugar y noto como hace una mueca, esta disgustada.
Decido mejor quedarme callado y empezar a desayunar.
Tenía que esperar a Lia, mi compañera de la universidad, vecina y también niñera de mis hermanas, mis papás trabajan casi todos los días y yo igual, ella se quedaba con las niñas en esos días que no podíamos estar presente, ella y yo somos amigos desde hace muchos años, como mejores amigos, pero eso cambió un poco en las fiestas de año nuevo de hace unos meses, ahora somos algo así como "amigos con derecho".
A veces en su casa o en mi casa, si saben a lo que me refiero, ¿Verdad?, Y no, no hablo de la casa de mis padres, hablo de mi propia casa, mi abuela me dejo su casa al morir, y ahora es mía, ella creía que al ser el mayor de todos mis primos, iba a hacer el primero en tener una familia, a veces me quedo allá y otras veces prefiero quedarme en mi casa, es tanta mi soledad que quiero quedarme en ella, pero mamá no me lo permite mucho, según ella, tiene miedo de que yo mismo me termine consumiendo en mi soledad.
Salgo de la casa y justamente Lia ya viene en camino, ella se acerca a mí y me da un leve abrazo con un beso en la mejilla.
—Hola. —es la primera en hablar.
Simplemente muevo mi cabeza en modo de saludo.
—Amanecimos bravos al parecer. —responde ella mientras entra al auto, al igual que yo.
—No, es solo que hace un rato casi discuto con mamá por lo del grupo de apoyo otra vez. —respondo— sigue insistiendo en que vaya y bla, bla, bla —.
