["KEYFRAME" Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre.]
✓Finalizada.
✓Fanfic hetero.
✓NO ES DE T/N.
✓Contenido +18.
✓Algo cliché.
✓Con algunas posibles faltas de ortografía que estaré arreglando con el...
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Después de la noche de ayer, mi mamá y mi hermana me trataban como si nada hubiera pasado.
Al llegar a la universidad, me baje sin decir nada e ingresé inmediatamente al gran edificio.
Tenía clase en uno de los salones al final del pasillo principal, así que no era tan lejos.
Antes de poder llegar, alguien toma mi brazo y me jala hacia un rincón del pasillo. Su perfume es muy varonil a decir verdad, su mano sigue sosteniendo mi brazo.
Su rostro está muy cerca del mío— Dame tu número, te escribiré más tarde para los detalles de la cena. —
—Hola primero que todo, no dormí contigo —respondo.
—¿Y quisieras?
—¿Qué?
—Era broma, dame tu teléfono.
Dudo un poco, pero después saco del bolsillo de mi chaqueta mi teléfono, lo desbloqueo, y se lo entrego.
—Toma.
El teclea lo que parece ser su número, me pasa de nuevo mi celular, y veo el nombre del contacto "Novio:)"
—¿En serio?
—Uno nunca sabe —eleva sus hombros y medio sonríe. Veo como pasa por mi lado y se va.
Salgo del escondite, y sin ningún obstáculo llegó al salón.
Zoe ya llegó. Lleva puesto unos jeans negro, una chaqueta negra grande, unos zapatos del mismo color, y una bufanda.
—Hola —la saludo mientras me asiento a su lado.
—Hola —me devuelve el saludo— ¿ya pensaste bien lo de ayer?
—Sí, y la verdad si quiero mudarme.
—Yo igual, amo mucho a mis padres, pero me incómoda un poco el hecho de que no puedo expresar mi sexualidad por miedo, miedo a ellos. —su expresión de tristeza es notable.
—Por ahora tendremos que buscar un trabajo.
—En realidad sería solo para pagar el departamento y comida, porque por el transporte, yo tengo el auto, aunque mis papás me ayudarán con el departamento, ya sabes, ser hija única tiene sus privilegios —dice.
—¿Eres rica o algo así? —pregunto.
—Mis padres tienen buenos trabajos, y ser la hija única de dos buenos empresarios tiene sus privilegios.
—Vaya... —susurro.
—Hoy cuando salgamos, vamos a buscar trabajos, ¿Sí? Sé que vamos demasiado rápido, pero en serio me gusta la idea de mudarme.
