["KEYFRAME" Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre.]
✓Finalizada.
✓Fanfic hetero.
✓NO ES DE T/N.
✓Contenido +18.
✓Algo cliché.
✓Con algunas posibles faltas de ortografía que estaré arreglando con el...
"Somos demasiado jóvenes, demasiado estúpidos, para saber cosas como el amor, pero ahora sé mejor, mejor ahora"
"Bailando por nuestra casa con tu fantasma, y lo persigo"
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Pov. Taehyung
Desde ese día no había vuelto a hablar de ese tema con Sam, bueno, en realidad no había vuelto a hablar.
Llevaba dos semanas tratando de ignorarme. Además, faltó estos tres últimos días.
Hoy apenas saliera de la universidad, iría a su departamento y hablaría con ella, trataré de arreglar todo.
Por otra parte, ya Jihyo tiene su donante de corazón. Mañana será su operación. Realmente me gustaría que Sam estuviera allí, no solo por mí, sino también por ella, para cuando ya esté mejor, pueda pasar a verla.
Se que eso pondría muy feliz a Jihyo.
Salí de la universidad y pude divisar a Zoe mientras entraba a su auto. Ya había intentado hablar con ella sobre Sam, pero no me respondía a ninguna de las preguntas que me hacía. Tal vez Sam le prohibió que hablara conmigo sobre ella.
Me monte en mi auto rumbo a su departamento. Mientras manejaba perdí de vista el auto de Zoe. Supongo que llegará primero que yo.
Una vez que llegue, estacione bien, baje del auto y entre al edificio. Llegué hasta el ascensor y entré. Una vez que llegué al departamento, toqué el timbre.
Escuche un poco de ruido adentro del lugar, pero no abrieron la puerta. Volví a tocar varias veces, hasta que Zoe se rindió y salió.
—Taehyung, no pierdas tu tiempo —contesta una vez que quedamos cara a cara.
—Solo déjame hablar un momento con ella. Es sobre Jihyo, solo déjame un momento... —ella rápidamente me interrumpe.
—Ya vengo —y sin más cerró la puerta en mis narices.
Volvieron las voces adentro y después de unos minutos después, volvió a abrirla.
Entre calmado y camine hasta la sala. Sam estaba sentada en uno de los sillones mirando al televisor. Llevaba una pantaloneta y una camisa negra holgada. Seguía igual de linda.
Por mi robillo de mi ojo puedo divisar a Zoe recostada en la pared del corredor. Me acerco un poco más al sillón y ella gira su cabeza para poder mirarme fijamente.
—¿Está bien Jihyo? —pregunta.
—Sí, ya consiguió un donante —digo— hace ya un tiempo. Mañana la operan y quería que mañana estuvieras allí presente.
—Allí estaré. —contesta mientras regresa su mirada al televisor como si nada.
—Sam... Sabes que necesitamos hablar sobre nosotros —hablo calmadamente.
