["KEYFRAME" Algo que parecía sencillo en un comienzo, pero que terminó marcando tu vida para siempre.]
✓Finalizada.
✓Fanfic hetero.
✓NO ES DE T/N.
✓Contenido +18.
✓Algo cliché.
✓Con algunas posibles faltas de ortografía que estaré arreglando con el...
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Sus suaves y gruesos labios son irresistibles, se sienten como cuando comes un pedazo de pastel, esponjoso y suave.
Separamos nuestros labios para tomar aire, nuestras respiraciones están algo agitadas, veo sus mejillas algo coloradas, ella baja su mirada, por primera vez veo que hace eso. Nunca había bajado su mirada, y menos por la mía.
Está apenada.
—Tenemos que regresar —responde.
—Sí, tienes razón —suelto sus mejillas y ella me da la espalda. Una vez afuera, Jihyo estaba ahí parada en medio del lugar mirando hacia nosotros.
—¿Qué haces despierta, nena? —se acerca Samantha a ella mientras se agacha a su altura y toca su cabello.
—Es que ya no tengo sueño —responde.
—Jihyo, esta tarde, tienes que regresar a la cama —digo.
—Quiero estar más tiempo con Samantha —responde la pequeña niña mientras se rasca uno de sus brazos.
Samantha voltea a verme y espera que yo tomé la decisión final.
—Pero cariño, tienes que seguir durmiendo, además, Samantha ya casi se va.
—Y ni siquiera se iba a despedir de mí —sus ojitos de vuelven brillantes. Va a llorar.
—Hey —me acerco a ella y la tomo en brazos y la alzo— está bien, puedes quedarte un rato con ella, pero papás no van a estar muy feliz —su sonrisa vuelve de nuevo.
Ella baja de mis brazos y se va a los de Samantha. Ella claramente la recibe gustosa. Se le da bien los niños.
Los tres vamos a la sala en donde siguen los otros aún mirando la película. Sus miradas nos reciben y claramente mamá está confundida por ver de nuevo a Jihyo.
—¿Qué hace aquí otra vez? —pregunta mamá.
—Ya la habíamos acostado, pero volvió a levantarse y dijo que quería estar más tiempo con Samantha.
—Pero cariño, sabes que tienes que dormir temprano —se dirige a Jihyo.
—Pero si mañana es domingo, ¿Qué hay de malo que hoy duerma hasta tarde como nosotros? —enfatizó papá, y lo que recibió fue una profunda mirada de mamá.
Ella se lo pensé un momento y al final termino aceptando, pero solo por hoy.
Nos volvimos a sentar en los sillones, Samantha se sentó con Jihyo encima y yo a su lado.
—¿Qué hacían en el cuarto de Minju? —pregunto la pequeña. Todos nos miran esperando una respuesta, más que todo Minju.
—Le enseñaba los cuartos. —conteste antes de que Samantha diga algo sin sentido o se vea muy nerviosa.
