Golpes del destino

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Hannah POV

La primer semana de clases estaba pasando sin inconvenientes y, para mi suerte, Draco y yo nos habíamos inscripto en las mismas materias que el otro, por lo que nuestro horario nos permitía pasar casi todo el día juntos. Exceptuando las horas que dedicaba a sus entrenamientos ya que, lamentablemente, se había impuesto una nueva regla en el equipo de Quidditch de Slytherin a causa de que el año anterior me la había pasado discutiendo con los chicos por las jugadas, fue entonces que Marcus Flint, el líder de nuestro equipo, prohibió las visitas de personas ajenas al grupo durante los entrenamientos. Draco se había molestado por aquello, pero entendíamos que no había nada que hacer, aunque ambos sabíamos que yo tenía razón cuando discutía con Marcus al perder. Flint no parecía esforzarse lo suficiente, usaban estrategias básicas y sus pocas victorias se basaban en el uso excesivo fuerza bruta, además de que, si no fuera por el ''regalo'' de Lucius, estoy segura de que Draco no había sido elegido como buscador a pesar de sus grandes habilidades, ya que a Flint no le importa la habilidad, sino el tamaño de los miembros del equipo, creyendo que al tener más fuerza serían mejores jugadores.

Traté de olvidar mi molestia respecto al tema mientras me dirigía con mis amigos a nuestro salón, nuestra primera clase del día era runas antiguas, lamentablemente no vería a Draco hasta después de ello ya que tenía reunión de último momento con el equipo de Quidditch, otra razón para detestar a Marcus. Entramos al salón mientras hablaba, no podía evitar quejarme mientras los chicos me escuchaban, por suerte aún contaba con su compañía, lo que haría mis clases menos aburridas.

- ¿Qué acaso Flint no podía esperar hasta su entrenamiento para hablar con ellos? Santo cielo, a veces creo que está enamorado de Draco, de lo contrario, no habría razón para siempre intentar alejarme de él.

Crabbe y Goyle rieron mientras me seguían, cuando Draco no estaba yo ocupaba su lugar como cabecilla del grupo ya que ninguno de los chicos quería obedecer ordenes de Pansy y parecían no poder tomar decisiones por si mismos. Nos sentamos hasta adelante mientras seguía con mis quejas, deteniéndome solo para saludar a Hermione y guardando silencio definitivo al ver a la profesora entrar, por suerte la clase pasó rápido. Tomé apuntes extra para darle a Draco al volver a verlo ya que no me gustaba que se atrasara, aunque siempre debía detenerme a mitad de mi escritura ya que el profesor parecía disfrutar que Hermione y yo compitiéramos entre nosotras puesto que siempre buscaba participantes sabiendo que éramos las primeras en levantar la mano. A Granger no parecía gustarle que mis reflejos fueran más rápidos que los suyos por lo que, al ver que la clase estaba por finalizar, decidí que la dejaría responder las últimas preguntas.

Al salir nos encontramos con Draco en el pasillo quien se acercó a besarme, al separarnos tomamos nuestras manos y comenzamos a caminar con los demás mientras Pansy le contaba como Hermione se había enojado porque yo acaparaba todas las preguntas. El día siguió tranquilo, al menos hasta que la clase de Hagrid llegó. Draco parecía muy molesto al verlo como profesor, en parte lo comprendía ya que, a pesar de que él era un experto con las criaturas mágicas, enseñar no era tan fácil como parecía y me preocupaba que algo saliera mal puesto que él era famoso por tener criaturas peligrosas a su alrededor. Abrimos nuestros libros como nos lo indicó, riéndonos de Neville al ver a su libro atacarlo por no haber seguido las indicaciones, nunca hacía caso a las órdenes o advertencias de los profesores, por lo que sus accidentes eran constantes y muy divertidos, me distraje un segundo viendo a mi novio reír, amaba cuando lo hacía porque eso significaba que era feliz, lo cual me alegraba instantáneamente, aunque ese sentimiento no iba a durar mucho ya que, después de unos comentarios por parte de Draco, Harry se acercó ordenándole a mi novio que se callara, no iba a permitir que siguiera tratándolo de aquella manera después de haber salvado su trasero más de una vez por lo que no dudé en enfrentarlo, vi como Potter retrocedía al notar la forma en que yo lo defendía a Draco, aquello solo me molestó mucho más y no pude evitar abrir la boca.

Accidentally In Love - Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora