Accidentally In Love - Draco Malfoy

Reuniendo fuerzas

Hannah POV

La marca tenebrosa se había visto en el cielo una vez más, los mortifagos se estaban reuniendo y gracias a Narcissa mis padres no me separaron de Draco. Los Malfoy estaban con nosotros ahora ya que Cissy era una gran actriz, había convencido a mis padres de que ella no sabía nada respecto a lo que había pasado y que solo deseaba tener a Draco en un lugar seguro por lo que mi padre les permitió quedarse con nosotros hasta que todo se hubiera calmado, ellos parecían disfrutar de la compañía de una familia tan unida como la nuestra pero sabían que pronto deberían regresar a la mansión ya que tenían que sacar a Lucius de Azkaban. Dumbledore seguía desaparecido y eso inquietaba a los mortifagos pero todos aún seguían con el plan que habíamos preparado, debíamos reclutar más personas y era algo que necesitábamos hacer con suma urgencia, muchas ideas se me habían ocurrido para lograr aquello pero con mis padres allí no podía hacer nada. En cuanto Potter llegó los problemas comenzaron, él trató de acercarse a los Malfoy con su varita en la mano pero me interpuse, sacando la mía, él sabía que estábamos al mismo nivel e incluso yo tenía varios trucos que él no conocía por lo que eligió charlar la situación, después de explicarle todo pareció calmarse aunque la falsa inocencia de Narcissa no lo convencía, incluso Hermione se había entrometido para alegar a nuestro favor puesto que Draco los había ayudado demasiado con los problemas que Umbridge les había causado. Mis hermanos se llevaron rápidamente a Harry hasta el cuarto de Ron, faltaba poco para el regreso a Hogwarts por lo que esperaba que la convivencia no fuera demasiado incomoda.

A la mañana siguiente Narcissa y yo salimos de casa con la excusa de comprar algunos materiales extra de costura, mi madre estaba encantada con todos los regalos que ellos hacían a nuestra familia aunque realmente no los necesitábamos, trató de ir con nosotras pero Draco la distrajo con la excusa de aprender nuevas recetas para ayudarla a cocinar. Él siempre era muy servicial cuando nos visitaba, esa era una de las razones por las que mis padres lo adoraban, siempre estaba dispuesto a ayudar y si había algo que no sabía podía aprenderlo rápidamente. Bellatrix se unió a nosotras cuando llegamos a nuestro destino y me abrazó como si quisiera asfixiarme pero me soltó poco después, ella era una persona que realmente creía en el amor rudo y eso me parecía divertido, seguimos nuestro camino hasta la casa de Severus Snape, aparentemente Narcissa necesitaba que él le hiciera un favor. Me sorprendí cuando oí que era lo que ella quería, pronto el señor tenebroso me daría mi marca y al parecer a Draco también como castigo por la ineptitud de su padre. Me divertí viendo como Bella sacaba de quicio a Snape pero trataba de mantenerme atenta a la conversación que ellos tenían, no pude decir nada al respecto ya que cuando traté de refutar pude sentir la mano de Cissy sobre la mía, su preocupación por nosotros era real y, si hubiera algo que ella pudiera hacer para evitar nuestras marcas, ya lo habría hecho. Pero no lo había, lo único que estaba a su alcance era encontrar a alguien que nos ayudara, que nos protegiera en caso de fallar, esa persona fue Severus Snape, quien aceptó hacer con ella el juramento inquebrantable para mantenernos a salvo en caso de que algo pudiera pasar. Regresamos a casa poco después con muchas telas extra, Bella se había llevado mis notas para mostrárselas al señor tenebroso diciendo que gracias a mi ayuda habíamos progresado más rápido de lo que habíamos esperado. Una pequeña ceremonia se llevó a cabo en la mansión Malfoy unos días más tarde, a la cual asistí con la excusa de pasar mi última semana sin clases ayudándolos a recuperarse, el señor tenebroso parecía complacido por todas las ideas que le había enviado y decidió que ya era tiempo de darme aquello que me había ganado, estiré mi brazo frente a él y pude observar como apoyaba su varita sobre mi piel antes de sentir el ardor que esta me causaba, apreté mis dientes para soportar el dolor que sentía mientras veía como poco a poco aquella marca se formaba en mi antebrazo, no pude evitar sonreír agradeciendo cuando él se alejó y tomé la mano de Draco cuando fue su turno.