Accidentally In Love - Draco Malfoy

Viktor Krum

Draco POV

Me levanté con grandes bolsas bajo mis ojos antes de ir a ducharme, casi no había podido dormir nada por la discusión que Hannah y yo habíamos tenido la noche anterior; íbamos camino a la sala común de Slytherin, ella se había quedado atrás hablando con Millicent cuando el tal Krum se le acercó, había notado como ella lo observó durante la cena y  sabía que lo admiraba ya que, a pesar de apoyar a Irlanda en el partido del campeonato, no dejaba de observar sus movimientos, incluso se alegro cuando Krum tomó la Snitch. Me molesté al no haber podido oír su conversación, solo vi la carta que él le entregaba a Hannah y la sonrisa que ella tenía en el rostro mientras la guardaba. Entre a la sala común para esperarla, la cual rápidamente quedó vacía, fue entonces que la vi aparecer con Millicent. Tomé su brazo para detenerla mientras sacaba de su bolsillo el sobre que ese tipo le había dado, al abrirlo vi una de esas tarjetas de Quidditch coleccionables que a ella le gustaban, era de Krum y estaba firmada, traté de mantener la calma pero no pude evitar romper aquella imagen en mil pedazos. Al voltear a ver a Hannah ella solo me dio una bofetada antes de comenzar a gritarme, Millicent se había ido para darnos privacidad, no respondí a sus gritos ya que sabía que ella tenía razón, ni siquiera sabía porque estaba tan molesto, sabía que Hannah no me traicionaría. Ella pareció cansarse después de un rato ya que, al ver que yo solo la escuchaba con la mirada baja, solo se fue.

La esperé unos minutos en la sala común para disculparme pero ella nunca apareció, luego me apresuré al comedor para buscarla pero tampoco estaba allí, recorrí el castillo tratando de encontrarla hasta que la encontré en los jardines, estaba sentada debajo de un árbol y estuve a punto de acercarme hasta que oí una voz gruesa acompañar su risa. Supe al instante en el que oí su acento que quien estaba con ella era un estudiante de Durmstrang, la sangre me hirvió de solo imaginar quien podía ser y decidí acercarme más para oír su conversación.

- Bueno, nosotros tenemos también un castillo, no tan grande como éste, ni tan confortable, me parece. Sólo tiene cuatro pisos, y las chimeneas se prenden únicamente por motivos mágicos. Pero los terrenos del colegio son aún más amplios que los de aquí, aunque en invierno apenas tenemos luz, así que no los disfrutamos mucho. Pero en verano volamos a diario, sobre los lagos y las montañas. ¿Qué te parece si esta tarde tu y yo volamos un rato para comprobar lo que puedes hacer?

Tropecé con una roca mientras me acercaba y el golpe de mi cuerpo chocar contra el suelo pareció alertarlos, Hannah pareció molesta al ver que la había estado espiando por lo que sólo pude levantarme y huir de allí. Crabbe y Goyle me encontraron en los pasillos pero los aparté de mi lado mientras me dirigía a los baños, me apoyé sobre uno de los lavabos después de asegurarme que estaba solo y lavé mi rostro, poco a poco las lágrimas comenzaban a ganar, cayendo por mis mejillas mientras intentaba en vano secarlas. Falté a los primeros días de clase, mentí a la enfermera y logré conseguir una justificación para que nadie me molestara, sabía que en cuanto ella me viera íbamos a pelear de nuevo y no quería que eso pasara, por lo que decidí darme ese tiempo para calmarme y pensar en que le diría al encontrarnos de nuevo, pude evitar a todos  lo mejor posible, exceptuando a Crabbe y Goyle quienes se encargaban de traerme comida al dormitorio. Mi permiso para faltar terminó el Jueves por la mañana, entonces decidí salir de la habitación, Zabini me dijo que Hannah parecía preocupada, sin embargo había aprovechado mi ausencia para pasar tiempo con Krum. Quise buscar otra excusa para faltar a clase al momento de enterarme y me dirigí a la enfermería pero no hubo caso, Madame Pomfrey se negó a darme más de unas horas de reposo. Al llegar la tarde me dirigí al salón de clase y llegué tarde a propósito, sentándome al fondo junto a Crabbe y Goyle, Hannah notó mi presencia y estuvo a punto de levantarse cuando el profesor entró. La clase fue entretenida hasta que sentí el asqueroso insecto en mi cara, al parecer a ella no le agradó ya que usó un expelliarmus contra el profesor antes de levantarse, observando a aquella araña saltar entre los escritorios.