Escape

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Hannah POV

Mi estancia en la casa de los Black fue tan magnifica como siempre, Sirius siempre se impresionaba por mis habilidades tanto de magia como de costura, pude ayudar a mamá con los últimos detalles de nuestros regalos y pasar tiempo de calidad con papá, me enfermó que él festejara a Potter ¿Gracias a él había sobrevivido? Si tan solo supiera que fue por mi que el señor tenebroso fue gentil con su ataque, si por él hubiera sido habría matado a mi padre sin pensarlo dos veces, pero fue amable y por mi petición lo dejó vivir. Harry buscaba cualquier excusa para estar a solas conmigo, creía que por haberme besado olvidaría a Draco para ir tras él y aquella idea solo lograba revolverme el estómago, traté de actuar amable para no romper sus ilusiones, necesitaría esa confianza más adelante para sacarle información respecto a los planes de la orden del fénix, Snape había prometido avisar al señor tenebroso sobre mi partida, lamentablemente desde la casa Black no se me permitía enviar cartas pero pude lograr una amistad con aquel elfo domestico que idolatraba la sangre pura por lo que podía enviar notas a Hogwarts de vez en cuando.

Al terminar las festividades regresamos a la escuela, Umbridge seguía con sus reglas de no contacto físico por lo que tuve que esperar hasta estar a solas en la sala común para abrazar a Draco, su aroma me había hecho tanta falta. El plan del señor tenebroso estaba rindiendo frutos, Bellatrix había logrado sacar a otros 9 mortifagos de Azkaban gracias a las ideas que le había dado la vez que la ayudamos a salir. Las clases de defensa del ejercito de Dumbledore también habían progresado, Harry y yo nos comportábamos como pareja estando allí pero fuera todo volvía a la normalidad, sus besos eran babosos, asquerosos y ásperos, no sabría cuanto más duraría con aquel engaño pero a Draco ya no parecía molestarle, después de todo siempre regresaba a sus brazos en cuanto podía. Sus besos, comparados con los de Potter, me llevaban al cielo, la calidez y suavidad de sus labios solo mejoraba con ese refrescante sabor a manzana que siempre tenía.

Un temblor se sintió en la tierra durante una de nuestras clases, alguien trataba de entrar a la sala de menesteres a la fuerza, tomé la mayor cantidad de personas que pude y los ayude a ocultarse justo antes de que Umbridge lograra traspasar los muros. Pude esconderme mientras veía a Draco acercarse, Cho nos había delatado y él no se veía feliz por eso, noté su rostro de preocupación mientras le pedía a los niños que guardaran silencio, todos obedecieron mientras oíamos como los mayores y quienes no habían logrado esconderse eran escoltados por Umbridge y su escuadrón de ineptos hacía la sala de castigos. Esperamos a que se fueran y me apresuré a llevarlos a sus dormitorios mientras trataba de tranquilizarlos, todos pudieron llegar a salvo y me estaba dirigiendo hacia la sala común de Slytherin cuando encontré a Draco en los pasillos, él tomó mi mano para acompañarme de vuelta a mi habitación mientras se disculpaba. Umbridge había encontrado a Cho por los pasillos junto con Zedric Diggory y los torturó a ambos hasta que ella confesó, ambos nos abrazamos con fuerza mientras tratábamos de tranquilizarnos, era la segunda vez que nos salvábamos por poco y sabía que tenía que dejar de tentar a la suerte. Pronto el ministro se enteró de lo que habíamos hecho, Dumbledore escapó al ser acusado de conspirar contra el ministerio y Umbridge ocupó su lugar, sobraba decir que no estaba contenta con aquello y se lo hice saber al señor tenebroso junto con mis avances en ganar la confianza de Harry Potter, estaba segura de que ella arruinaría todo por lo que estuvimos trabajando. Las reglas que la nueva directora había impuesto se estaban volviendo cada día más estúpidas, Draco tenía cierta inmunidad ante ellas pero no la suficiente como para romperlas todas. Los cuadros habían sido retirados de las paredes, las puertas siempre debían estar abiertas, poco a poco nuestro querido Hogwarts se estaba convirtiendo en Azkaban. Umbridge no tenía piedad con nadie, sin importar su edad, genero o notas, ella castigaba en todos el más mínimo error.

Accidentally In Love - Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora