Planes y sorpresas

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Hannah POV

Aquella noche con Draco venía a mi mente una y otra vez pero no podía darme el lujo de tener pensamientos de esa índole con el grave problema que tenía entre manos, el señor tenebroso nos había encargado el pensar en un plan para llegar a Potter sin correr demasiados riesgos por lo que Lucius y yo nos pusimos en marcha con eso, el estar juntos parecía mantener lejos a Bellatrix lo que era de gran ayuda para poder concentrarnos. No tardamos mucho en tener algo preparado y, al llegar el día de la reunión, fui la primera en levantarme para poder hablar.

- Mi señor, permítanos comenzar. Lucius y yo hemos ideado un plan y me alegra decirle que ya comenzamos a llevarlo a cabo. Gracias a las influencias que tenemos sobre el ministerio estamos logrando desacreditar a Dumbledore y nos encargamos de que Potter regresara a Hogwarts, sin el actual director allí no habrá nadie que lo proteja de usted, pronto encontraremos un candidato acorde a nuestros ideales para reemplazarlo, alguien que sea capaz de entregarle a Potter en bandeja de plata. Esperábamos contar con la ayuda de Severus para encontrar al candidato indicado y en cuanto logremos quitar a Dumbledore del mando de Hogwarts podemos enviar profesores nuevos que enseñen a los alumnos que el servirle es el único camino a seguir.

Él pareció complacido con nuestra iniciativa y, después de escuchar las ideas del resto de los mortifagos presentes, decidió quedarse con nuestro proyecto puesto que ya lo estábamos llevando a cabo. Un gran debate se armó respecto al reemplazo de Dumbledore pero me mantuve fuera de la conversación, en caso de que esa persona fallara toda la culpa recaería en ella y quien la hubiera elegido, Lucius optó por imitarme ya que no queríamos sufrir consecuencias en caso de que nuestro plan fallara por la ineptitud de otros. Muchos nombres se escucharon pero el que más destacó fue el de Dolores Umbridge, quien sería convocada por los mortifagos que la nominaron, tal como lo esperábamos nuestro señor les advirtió que en caso de que su candidata arruinara nuestro plan, serían ellos quienes pagarían las consecuencias, aunque parecían muy seguros de lo que estaban haciendo. Cuando la reunión acabó todos salimos de aquel comedor, sentía el estrés a tope sobre todo porque ahora compartiría habitación con Draco mientras los mortifagos entrevistaban a sus candidatos, tomé las pocas cosas que aún no había sacado de mi vieja habitación y entre al cuarto de Draco para acomodar mis pertenencias sobre la cama, quité mi ropa bajo su atenta mirada y lo observé levantarse mientras entraba al baño, llené la tina mientras oía el insistente golpe de la puerta pero elegí ignorarlo por el cansancio. Mi sorpresa fue grande cuando comencé a oír los insultos que Draco me dirigía a través de la puerta, se notaba molesto aunque todavía no entendía porqué, me metí a la tina sin poder evitar que mis lágrimas cayeran, al parecer mis sollozos solo lo enfurecían más ya que oía como los insultos subían poco a poco de nivel, intenté guardar silencio mientras tomaba una navaja de la estantería para comenzar a dejar marcas en mis brazos, dejaba que la sangre brotara libremente por unos segundos antes de cerrar la herida y abrir una nueva justo debajo, el dolor hacía que me sintiera mejor, me ayudaba a olvidar aquellas horribles palabras.

No sabía cuanto tiempo había pasado desde que Draco dejó de gritar, me levanté al sentir el agua helada en mi cuerpo y limpié mis heridas antes de salir lentamente del cuarto de baño, lo noté dormir en su cama por lo que no pude evitar acercarme a él, acaricié suavemente su cabello antes de abrazarlo y dejar un suave beso en su frente, lagrimas silenciosas caían por mis mejillas y una de ellas cayó en su rostro por lo que la limpié con mucho cuidado. Me acomodé antes de caminar hacia mi cama pero lo vi levantarse, por lo que me apresuré a tomar una bata, traté de huir pero él había tomado mi brazo con fuerza lo cual me dolía bastante, al darse cuenta de mi expresión miró mis muñecas, pasando su mano suavemente por mis heridas. Su mirada parecía de completa decepción, me acomodé la bata en cuanto me soltó y hui de allí, chocando con uno de los mortifagos al bajar las escaleras, éste había tomado la forma de Lucius por lo que solo lo abracé y me eché a llorar, sentí las suaves caricias en mi espalda, era reconfortante pero pude notar que no era Malfoy al no sentir su característico aroma a licor, traté de alejarme de él pero me sostuvo con fuerza mientras bajaba su mano cada vez más, fue entonces que Draco se interpuso, él estuvo dispuesto a enfrentar a quien creyó que era su padre solo para protegerme, había superado su miedo y eso me hacia sentir orgullosa de él. Noté como aquel mortifago levantaba su bastón para golpearlo y me interpuse lanzándole una maldición, oímos pasos acercándose a nosotros por lo que huimos de vuelta a la habitación, antes de entrar pude ver al verdadero Lucius Malfoy acercarse a aquel mortifago que había tomado su forma para darle un castigo pertinente. Draco me llevó a su cama y, después de explicarle que ese hombre no era realmente su padre, ambos caímos rendidos, abrazó mis caderas mientras me acurrucaba en su pecho dispuesta a dormir, su aroma me relajaba, su tacto me hacía sentir protegida, Draco Lucius Malfoy era la mejor droga que había probado en mi vida y no me arrepentía en absoluto de haberme vuelto adicta a él.

Draco POV

Mis predicciones no podrían haber sido más inciertas, a pesar de lo que había pasado ese día entre nosotros Hannah actuaba como si yo no existiera, peor aún, había comenzado a pasar más tiempo con mi padre para que yo no me le acercara. Mi madre trató de consolarme diciendo que solo estaba nerviosa por la tarea que le había dado el señor oscuro y que todo volvería a la normalidad en cuanto hubiera terminado mi trabajo pero sabía perfectamente que mientras yo no me disculpara ella seguiría actuando de aquella forma. El día de la reunión al fin había llegado y esperé en mi cuarto pacientemente a que esta terminara, dejé la puerta abierta y me senté en la cama a esperar que ella cruzara pero nunca lo hizo, vi a Bellatrix caminar en dirección a su cuarto y me alarmé al verla regresar con sus cosas, ella pareció notarlo ya que soltó una risa mientras lanzaba las maletas a mi habitación, al parecer tendríamos más visitas y todos los elfos estaban ocupados por lo que Hannah dormiría conmigo un par de días. Una amplia sonrisa se asomó en mi rostro pero desapareció al ver a mi padre entrar con algunos elfos, armaron una cama aparte y me ordenaron hacer lugar para sus cosas, pocos minutos después ella llegó, tomando el brazo de mi padre para llamar su atención, me molestaba el hecho de que se hubieran vuelto tan cercanos pero no podía decir nada al respecto ya que solo había recibido regaños de su parte la última vez que lo había intentado. La noche llegó rápidamente, compartimos la cena con varios mortifagos quienes se concentraban en llamar la atención de Hannah aunque ella mayormente los ignoraba mientras disfrutaba hablar con mi padre quien se había sentado a su lado, mi madre no parecía molesta ante tal situación pero a mi me hervía la sangre por verlos tan cerca.

Terminamos de cenar y subimos a mi habitación, al cerrar la puerta ella se desnudó completamente y entró al baño mientras me dirigía una mirada, quise ir tras ella pero cerró la puerta en mi cara antes de que pudiera entrar, fue entonces que me enojé de verdad, me sentía usado y humillado por lo que comencé a gritarle que no era más que una cualquiera, que ya no la quería, que no esperaba el día en que dejara de serles útil para que se largara de una vez, el oír su llanto solo incrementó mi enojo por lo que seguí insultándola lo más que pude hasta que me cansé. Traté de ignorar el silencio que provenía del baño mientras me acostaba aunque no podía negar que estaba preocupado, varias horas pasaron hasta que ella al fin salió acercándose a mi al creer que estaba dormido, cerré mis ojos al sentir su abrazo y el beso que dejaba en mi cabeza, una pequeña gota golpeó mi mejilla y ella la secó suavemente antes de alejarse, me levanté de golpe lo que la hizo asustarse mientras trataba de alejarse pero tomé su brazo. Oí el quejido de dolor salir de su boca cuando apreté su muñeca, notando también los profundos cortes que había en su piel, no pude hacer más que soltarla mientras la observaba ponerse rápidamente una bata y salir de la habitación, sabía que aquellas heridas habían sido mi culpa, ella jamás había hecho algo así antes de que yo la insultara. Fue ahí donde comprendí que su vida hubiera sido mucho mejor si yo nunca hubiera entrado en ella, pero ya lo había hecho y no había vuelta atrás. Traté de ir tras ella pero no pude avanzar demasiado ya que la vi en el pasillo, llorando en brazos de mi padre mientras él la abrazaba y acariciaba su espalda. Me acerqué a ellos al notar como él bajaba su mano lentamente y se la quité para ponerla detrás de mi mientras lo amenazaba con mi varita.

- No te atrevas a tocarla de nuevo, ya no te tengo miedo, no te necesito y no permitiré que la dañes así que alejate de ella. No permitiré que manipules a mi novia para sucumbir a tus asquerosos deseos como haces con todo el mundo, ella merece algo mejor.

Él solo me miró mientras levantaba su bastón, sabía que iba a golpearme y estaba preparado para ello, fue entonces que ella nos interrumpió. Hannah usó la maldición cruciatus en mi padre, quien solo se retorcía en el suelo de dolor, ella me estaba protegiendo, todo este tiempo fue lo único que hizo y yo le pagué abandonándola e insultándola cuando más me necesitaba, estaba tan concentrado en mi mismo que no noté que ella me estaba pidiendo ayuda a gritos. Nos apresuramos a mi habitación al oír voces, mi padre se había recuperado pero no parecía molesto por lo que habíamos hecho, desde ese día dejó de molestarme. Hannah se alejó de mi en cuanto entramos a mi cuarto, me acerqué a ella nuevamente y tomé su mano para disculparme, acaricié su mejilla mientras la observaba cuidadosamente, besando sus labios cuando al fin me permitió acercarme lo suficiente. Ambos nos recostamos en mi cama, abrazándonos con fuerza como si tuviéramos miedo de despertar y no estar juntos, antes de cerrar mis ojos le hice aquella pregunta nuevamente. Le pregunté si estaba dispuesta a regresar conmigo, a ser mi novia nuevamente, pude escuchar su suave susurro antes de caer dormido, ella había dicho que si.

Accidentally In Love - Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora