Capítulo 47

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Una vez en el apartamento la vi descalzarse y dejar su cartera tirada en el suelo junto al sofá, sonreía demasiado y se trastabillaba un poco, todo era signos de que había bebido de más y sería mi culpa

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Una vez en el apartamento la vi descalzarse y dejar su cartera tirada en el suelo junto al sofá, sonreía demasiado y se trastabillaba un poco, todo era signos de que había bebido de más y sería mi culpa. La mejor cita que le he podido dar terminaría con ella vomitando en el baño. Aunque eso es demasiado mejor que terminar en el hospital...dios que mala suerte cargo.

─ ¿Y qué esperas?

─ ¿De qué o qué?

─ Ven aquí y bésame...no creerás que dormir aquí va a salirte gratis ¿no?

─Nena, estás borracha...─ me acerqué a su cuerpo y acaricie su preciosa cintura.

─No cariño, no lo estoy...y créeme que lo he estado cuando estabas en tus vacaciones por España...sólo me duelen los pies un poco y estoy demasiado feliz.─ sonrió colgando sus manos en mi cuello mientras yo trataba de procesar que se emborrachaba por mi culpa─ Entonces... ¿vas a besarme?

Hablo volviéndome a la realidad, se veía tan sexy que sin responderle sólo devore sus suaves labios estrechándola a mi cuerpo, no creo que exista mejor sensación en el mundo que la que yo tengo al besarla. La besé durante un largo rato hasta que ella saltó sobre mí enroscando sus piernas en mi cintura, no pude evitar reír, es todo un monito mi nena, me senté en el sofá con ella encima mío, acaricie su espalda y su cabello mientras ella me miraba fijo a los ojos, no puedo creer que logré estar tantos meses sin sentir su piel, sin ver su rostro sin poder sentir sus tibias y delicadas manos tocar mi cara.

─Mi amor...─ abrió sus ojos prestándome atención─ vamos a dormir, ya es tarde...

─Tu eres mi amor...─ besó mis labios y rio.

─A dormir dije...─ movió su cabeza en negación cómo toda una niña caprichosa y reí.

─No quiero dormir...quiero besarte...─ hizo puchero y carita de perro mojado.

─podemos besarnos en la cama...

─Pero si nos besamos en la cama yo no voy a querer solo besarnos...

No pude evitar encenderme un poco con sus palabras pues ella nunca manifestó querer hacerlo conmigo al menos no tan directamente y sentirme deseado por ella lleva mi mente a un lugar dónde no razono bien.

─Nena, dije que nada de sexo hoy...─ cerré mis ojos tratando de pensar en otra cosa para que mi amigo no se levante y haga un acto de aparición pública.

Ella no volvió a hablar pero comenzó a besar mi cuello tan sabrosamente que no pude evitar disfrutarlo pero cuando comenzó a mover sus caderas sugestivamente sobre mí tuve que detenerla y apartarla antes de que no pudiese pensar con la cabeza que tengo sobre mis hombros.

─Amor, nena, nos seas así cariño...─ ponía unos cuantos mechones tras su oreja derecha ─ calmadita por favor...

Ella reía pícara mientras se enderezaba para luego pararse frente a mí seria.

DULCE POETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora