𝟷𝟸

1K 152 171
                                    

—Te esperaba antes, de hecho, pensé que correrías a mí —dijo el barón, con la mirada fija en el monumento, Bucky suspiró en respuesta—. Relájate, no estoy reclamando nada, no somos ese tipo de amigos, en mi opinión.

Bucky se acercó a él tanto que casi sus hombros estaban tocándose, también miró fijamente las estatuas. El memorial de Sokovia, el homenaje a todas las familias inocentes que murieron en manos de Ultron, y en consecuencia, de los Vengadores.

Ahora entendía con simpleza que Zemo también estaba roto y sin familia, pero lo afrontó a su modo, porque el barón no era una damisela en apuros como él. Zemo era fuerte, un hombre con sus propias agallas, mientras que él necesitaba que lo cuiden, que le digan que hacer y cuando hacerlo, por más que gruñera como un gato arisco al principio.

Esa era la razón por la que era buen soldado en primer lugar, porque su vida parecía girar en sus necesidades emocionales. En el poder que tenían sobre él en Hydra cuando decían "buen trabajo". Pero de repente ahí estaba Zemo, alguien que aceptaba, disfrutaba y maniobraba con los sentimientos suyos y ajenos, sin complacer a nadie. ¿Eso lo envidiaba o lo ponía nervioso? ¿Cómo saberlo? Le faltaba tiempo para decir si realmente Zemo le gustaba, más allá de aparentemente su subconsciente como Soldado del Invierno ya lo había elegido como su amo.

De alguna manera ambos se entendían, y estaban buscándose el uno al otro mutuamente, pero las circunstancias no ayudaban.

—No pienso en tí como un amigo —dijo, luego de un momento de una forma contundente Bucky, con una expresión dura en la cara. Zemo volteó y sus miradas se encontraron.

El barón no quería averiguar el trasfondo de esa frase, era extraña. Parecía como si Bucky fuera a matarlo, pero tal vez también estaba leyendo mal su lenguaje corporal, como cuando lo estampó en la pared con rabia pero lo besó de un modo inolvidable.

Quizá su sola presencia siempre harían de Bucky un ser ambiguo atrapado entre la hostilidad y la pasión.

—Karli se ha vuelto muy radical como para salvarla —cambió de tema con cautela, el barón—. Se lo advertí a Sam pero no quiso escucharme. Es tan testarudo como Steve Rogers. Ahora puedo ver claramente porque estás a su lado, entiendo porque te refugias en él cuando tienes miedo. Y también comprendo porque él luce preocupado cuando estás rememorando tu pasado en silencio en una esquina de la habitación. Ustedes si que se entienden.

Bucky bufó de nuevo. No le gustó nada que Zemo, por primera vez quizá, haya arremetido hacía su relación con Sam del modo en que lo hizo, celoso y mezquino como ninguno.

—Sam, así como su seguridad, siempre estarán sobre lo que sea que tengamos nosotros —declaró—. Vivo para protegerlo, es la misión que Steve me dejó.

—Ahora, es más de lo que Steve te dejó. Más cercano que solo un amigo en común como antes, ¿no? —dijo Zemo, haciéndole abrir los ojos—. Y no estoy diciendo que este mal, es la persona que necesitas para seguir adelante.

De repente la brecha entre ambos era mucho menor de lo que Bucky recordaba hace un momento. Zemo iba besarlo y él lo detuvo siendo avasalladoramente sincero.

—Sam y yo es algo que no te importa —murmuró—. No somos ese tipo de amigos, ¿verdad?

Bucky dijo eso y sacó un bufido de Zemo. Ambos miraron al frente otra vez, permaneciendo en silencio un momento.

James pensó demasiadas veces en por qué Zemo causaba en él este extraño efecto de querer correr a sus brazos pero también sentirse avergonzado por desearlo.

Una parte de él, su lado asesino, el que sobrevivió a atrocidades por noventa años, le gritaba en el oído que Zemo debía morir para vivir en paz. Le decía una y otra vez que Shuri tenía razón, él lo controlaba, pero la solución para recuperar su paz y libertad también era simple.

𝙋𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙨 » 𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧𝙛𝙖𝙡𝙘𝙤𝙣 / 𝘽𝙖𝙧𝙤́𝙣𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora