𝙋𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙨 » 𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧𝙛𝙖𝙡𝙘𝙤𝙣 / 𝘽𝙖𝙧𝙤́𝙣𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧

𝟷𝟺

𝙴𝚜𝚝𝚊𝚋𝚊 𝚝𝚊𝚊𝚊𝚗 𝚋𝚕𝚘𝚚𝚞𝚎𝚊𝚍𝚊
𝚊 𝚕𝚊 𝚖𝚒𝚝𝚊𝚍 𝚚𝚞𝚎 𝚗𝚘 𝚜𝚊𝚋𝚒́𝚊
𝚌𝚘́𝚖𝚘 𝚊𝚟𝚊𝚗𝚣𝚊𝚛.

𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚎𝚡𝚝𝚛𝚊𝚗̃𝚘.
𝙿𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛 𝚊𝚟𝚒𝚜𝚘.

🔹♦️🔹

—En serio debería irme —murmuró Bucky.

Y Sam lo entendía porque la cena fue todo menos placentera, pero probablemente Sarah estaba segura que el único que estaba prendido de Bucky (al menos de ese modo) era él. No diría que ella estaba siendo agresiva por protegerlo, pero estadísticamente siempre se liaba con chicos y chicas que no le correspondían del mismo modo. Esa era una de las razones por la que era un solteron treintañero.

—Al menos quédate en el sofá —dijo Sam, mientras entraba a su cuarto y Bucky lo miraba desde la puerta un poco inseguro sobre pasar adentro o no.

—¿Has tenido... chicos antes? —murmuró Bucky, mientras cerraba con seguro y se sentaban los dos en la cama.

—Sí —titubeó Sam.

Bucky suspiró y apretó su propia rodilla. Todavía no entendía por qué Sam no se lo dijo antes. Pensó en quedarse, de hecho, por eso puso seguro, pero no podía darse ese lujo, no aquí al menos.

—Tal vez duerma en la sala. Nos mirarán feo mañana —dijo, recordando de nuevo a Sarah.

Sam vio como se levantaba, robándole una almohada en el proceso y luciendo una cara de cachorro triste.

Él abrió la puerta, pero Sam fue lo suficientemente astuto y se levantó justo a tiempo para volver a cerrarla antes de que saliera.

—No te vayas, hablemos —casi suplicó Sam.

Y quizá eso era lo que Bucky esperaba porque lo recostó en la puerta, acariciando levemente su mandíbula, admirando su rostro y lo besó. Su boca todavía sabía al helado de chocolate del postre por lo que fue un beso dulce metafórica y literalmente.

—Así que no quieres hablar —dijo Sam, mientras sus ojos se entrecerraban y juraba mentalmente que Bucky no sería el novio bromista de la relación. Lo que le hizo en el muelle lo tenía con un punto adelante y necesitaba superarlo.

—¿Podrías mantener la boca cerrada? —dijo James molesto, besando de nuevo y animándose a explorar un poco más.

Sam estaba maravillado con la vista de Bucky mientras lo besaba: ojos cerrados, ceño fruncido, sus lenguas bailando juntas e intentando seguir respirando en el proceso. Todo estaba bien, pero... ¿qué significaba esto?

Barnes se alejó y siguió mirándolo con esa mirada intensa.

—Si vas a besarme así, al menos deberías dejar de mirarme fijamente como si quisieras matarme —dijo Sam.

—Sería más fácil si estuvieras callado —rio el súper soldado. Sam iba a hablar pero él siguió: —¡Descuida! Sé que es imposible para ti.

Y lo besó otra vez. Cada beso se sentía mejor que el anterior, y en cada uno las manos de Bucky acariciaban aún más, su torso, su brazo, su cuello y su pecho. Pero no de un modo lujurioso, sino como si lo estuviera haciendo distraídamente. Sam tanteó tocar sus caderas y quizá un poco más abajo, pero Bucky se sobresaltó.

—No sé si incluso un beso sea correcto con Sarah allí afuera queriendo matarme —dijo, retirándose.

—Solo quiero que te quedes conmigo un rato —murmuró Sam.