𝙋𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙨 » 𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧𝙛𝙖𝙡𝙘𝙤𝙣 / 𝘽𝙖𝙧𝙤́𝙣𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧

𝟷𝟶

𝑯𝒐𝒍𝒂 𝒐𝒕𝒓𝒂 𝒗𝒆𝒛 𝒑𝒐𝒓 𝒂𝒒𝒖𝒊́!
𝑫𝒊𝒔𝒇𝒓𝒖𝒕𝒆𝒏 𝒅𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒄𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐,
𝒑𝒓𝒐𝒏𝒕𝒐 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒂𝒄𝒂𝒃𝒂𝒓𝒂́. 💔

🔹♦️🔹

Sam y Bucky caminaban juntos al encuentro de Karli Morgenthau.

El moreno aún se encontraba inquieto por la angustioso voz de su hermana, al otro lado de la línea, diciéndole que ella y sus sobrinos habían sido amenazados por los Flag-Smashers.

—¿Estás bien? —Esta vez fue turno Bucky preguntar. Sam asintió con un ceño fruncido y un pesado suspiro.

—Hablé con Sharon, para que nos ayude, todo saldrá bien —dijo el moreno, intentando calmarse a si mismo.

—Sam... —dijo Bucky, apretándole el hombro—. Así será, vamos a atraparla y todo estará bien.

Ambos asintieron, aunque todavía estaban preocupados y con dudas. Siguieron subiendo las escaleras del lugar donde Karli los había citado.

—No tendría sentido si te matara. Quería que te unieras a mí, o hazle un favor al mundo y dejame ir.

Sharon habló por el intercomunicador:

—Oye Sam, el nuevo Cap se está moviendo. Creo que los encontró o tal vez ellos a él.

Tras entender que Morgenthau los había engañado y su verdadero propósito era matar a John, ambos tuvieron que correr de allí a socorrer al Capitán.

🔹♦️🔹

Lemar Hoskins se puso el traje para salir a trabajar una vez más, y quedó mirándose al espejo, allí en su hotel. Lucía notablemente preocupado.

—¿Qué te sucede? —preguntó su compañero.

Lemar giró, acomodando sus guantes y suspiró.

—Nada —siseó—. Ponte tu casco y vámonos.

Walker no dijo nada. Suponía que su compañero estaba enojado porque descubrió que se aplicó el suero de súper soldado en secreto y no le contó.

Quizá Lemar estaba ignorándolo como castigo, no podía ocurrírsele otra razón para que actúe así. Él solía no hablar cuando se trataba de estar enojado con John, a fin de cuentas, era el moreno quien cedía cuando había una discusión y también quien lo calmaba cuando había conflictos.

Estaban por entrar al lugar donde se suponía que estaban los Flag-Smashers, hasta que Lemar tomó su brazo.

—¿Estás seguro de esto?

—Vamos, si lo hacemos bien, regresaremos a casa a disfrutar de unas cervezas.

La misma frase era recurrente en Afganistán, Lemar no recordaba otro modo en que John le haya sacado de una trinchera para seguir luchando cuando estaba aterrado.

Una sonrisa nostálgica apareció en su rostro, en ese entonces, todo era sencillo. Cargar con el escudo, era una responsabilidad demasiado grande para John. Y lo sabía porque él era quien debía cuidarlo, soportar sus dudas existenciales, y sus noches de insomnio.

Sabía cuán preocupado le tenía está situación, y él le hubiera seguido hasta el fin del mundo sin importar qué, pero... realmente tenía una corazonada.

—Quizá no debamos entrar.

—¿Por qué? —murmuró John, intentando ser sigiloso.

—Apenas te pusiste eso anoche, no sabemos si hay reacciones adversas o algo así —murmuró.

—Estoy bien —dijo John, apretando sus brazos e intentado convencerlo, Hoskins exhaló ruidosamente—. ¿Estás dudando de mí?

—Yo creo en ti más que nadie —declaró Battlestar muy seriamente—. Solo estoy preocupado.

—Y lo agradezco, pero ya hicimos la prueba está mañana con nuestra pequeña pelea, soy el doble o triple de fuerte que tú.

—Te deje ganar porque eres insoportable cuando pierdes.

—¡Eso es cruel! —dijo ofendido Walker—. Pero... En serio, me siento bien.

Lemar sintió, y sacó su arma.

—Ok. Terminemos con esto de una vez, entonces.

Ambos se adentraron al lugar, pero solo segundos pasaron para que Lemar haya sido tomado por los Flag-Smashers.

Cuando Bucky llegó, notó que era una emboscada con todas sus letras. Agradecía que está vez al menos Sam tuviera sus alas, y por lo tanto, una ventaja si era atacado por otro súper soldado.

De hecho, Sam fue el primero en llegar donde John y encontrarlo arrojando a los Flag-Smashers como si solo fueran simples cachorros.

—No es cierto —dijo Sam, notando por supuesto su extraordinaria fuerza—. ¿Qué hiciste?

—Ellos tienen a Lemar —gruñó John.

La frase resonó en la mente de Sam mientras lo seguía, la preocupación y enojo en John eran palpables.

—Pensé todos los sueros fueron destruidos.

—Encontré uno a salvo —dijo Walker, ajustando su escudo—. Hice lo que debía hacer, Sam, y no voy a discutir sobre eso contigo ahora, debo encontrar a mi compañero.

—¿No tienen comunicadores o algo para que podemos encontrarlo más rápido?

—No, ¿acaso tú y Barnes si?

—Amigo, yo le puse a Bucky un rastreador en su brazo antes de traerlo a Europa —dijo Sam riendo, y obtuvo una mirada analizadora de John, pero los soldados ya estaban detrás suyo y comenzaron atacar.

Como en otras batallas, todo fue confuso, violento y trágico. Especialmente cuando Lemar fue brutalmente empujado a una columna del lugar, e instantáneamente su cuerpo cayó sin vida.

Ni Sam, Bucky o Karli hubieran esperado ese final. Mucho menos John quien estaba shockeado.

Naturalmente, la batalla terminó por la sorpresa de todos al ver al pobre hombre muerto. John corrió a auxiliarlo, llamando su nombre una y otra vez, recibiendo una daga en el corazón con cada silencio como respuesta.

—Lemar, cariño —dijo acariciando su rostro—. Mi amor, no.

Sam y Bucky compartieron miradas curiosas, y el moreno caminó hacia él intentando encontrar las palabras justas para aliviarlo, pero nada salió de su boca al ver cómo el Capitán apretaba el uniforme de su compañero en sus manos, intentado contener el llanto.

Walker entendió que jamás lo volvería a escuchar, y la sensación fue como un balde de agua fría, lo único que pudo hacer fue besar su frente a modo de despedida y salir a buscar a los culpables.

Mucho antes de que Bucky o Sam reaccionarán, Walker ya había roto una ventana del tercer piso del lugar y saltado a la calle en busca de Karli.

—Dios, John encontró un suero y está fuera de sí ahora —dijo Sam, acercándose a Lemar y comprobando que efectivamente estaba muerto.

—Va a matarlos —dijo James, preocupado.

—¿Qué hacemos con él? —dijo, mirando a Battlestar.

—No hay tiempo, Sam, hay que encontrar a John.

Sam tomó la mano de Bucky y salió volando del edificio, dejando a su compañero en el piso de forma segura. Sobrevoló el lugar sin encontar a John hasta que vieron un tumulto de personas en la plaza de la ciudad.

Allí, se encontraron con el escudo empapado de sangre y uno de los súper soldados muerto, cosa que acabaría en un escándalo mediático seguramente por la cantidad de celulares grabando la escena.

El mundo entero estaba viendo al nuevo Capitán América en ese estado de locura y decadencia... Y ellos sabían que no se detendría allí, alguien debía pararlo.