𝟷𝟷

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𝚈𝚊 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚞𝚎́ 🌚🔥

En cuanto John corrió en fuga, Bucky y Sam intentaron llamarlo, pero fue en vano. Estaba asustado y furioso, estaba herido y quería que los demás paguen por su pérdida.

—Entiendo cuan importante fue Lemar para ti —dijo Sam, al entrar en aquel lugar abandonado en el que John fue a refugiarse.

Bucky lo seguía de cerca, temeroso de cualquier movimiento que John pudiera tomar. Pero él solo estaba lamentándose en el suelo, de rodillas.

—Walker.

—Ustedes vieron lo que pasó, mató a Lemar y tú no tienes idea de lo que él era para mí. Él era todo por lo cual yo estoy aquí ahora. ¡Y él lo asesinó, merecía morir!

—Él no tocó a Lemar, John. No tomes ese camino, créeme no terminará bien.

—Mírame a los ojos y dime, Barnes, que no hubieras hecho lo mismo si mataban a Sam.

Bucky negó con la cabeza, mientras la sola idea de imaginar a su amigo sin vida le dejaba sin habla.

Sam apeló a su lado humano e intentó hacerle entender que más inocentes muertos no traerían solución al asunto. Nada funcionaba con Walker en ese momento, y mucho menos le agradó la idea de pedir de vuelta el escudo.

La batalla fue dura y muy crítica a la hora de la verdad. En cierto momento Bucky cayó desmayado a un lado y cuando abrió los ojos, Sam estaba debajo de John, con sus alas rotas y al borde de la muerte.

Supieron protejerse el uno al otro en lo que fue su primera gran batalla juntos como un equipo. Y ganaron, a duras penas, pero lo hicieron.

Al final, Sam recuperó el escudo y Bucky lo ayudó a levantarse.

Tan solo horas más tarde, Joaquín fue a buscarlos y la misión fue intervenida, de modo que ellos estaban fuera del juego otra vez.

—¿Te encargarás de Zemo? —indagó Sam.

Bucky suspiró, viendo cómo se acercaba lentamente a él. Sam arregló su chaqueta y lo miró ferozmente.

—Vuelve pronto, Bucky, yo puedo perdonarte las veces que hagan falta para que estés seguro de lo que te esté pasando; pero... solo quiero que estés en casa mañana, ¿si?

Bucky asintió y lo abrazó.

—Gracias, Sam.

Se separaron y Sam vio como Bucky se alejaba, Joaquín lo miraba curioso, debido a los murmullos de Sam no había entendido de que iba la plática, pero notó que era bastante íntima.

—¿Realmente ese tipo tan frío te abrazó?

Sam río:

—Hazme el favor de encender el rastreador que le pusimos el otro día.

—¿Ya sabe que se lo pusimos? Esto es tan tóxico, sabes —declaró con una risa—. Proteges mucho a Bucky.

—No fue mi idea. ¿Yo tengo que ser el único que debe soportar sus juguetitos de espía? —dijo, levantando una delgada tobillera de metal—. Nah, enciéndelo, vamos.

Joaquín se quedó boquiabierto un momento y luego fue a buscar su equipo. Tenían un tipo de cariño extraño el uno por el otro, pero ese era un pensamiento que definitivamente no iba a decir en voz alta.

Bucky salió de aquel edificio y lo primero que vio fue a Ayo, esperando afuera.

—Tengo una idea de dónde puede estar —murmuró—. Pero primero debo hablar con Shuri.

𝙋𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙨 » 𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧𝙛𝙖𝙡𝙘𝙤𝙣 / 𝘽𝙖𝙧𝙤́𝙣𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora