𝙋𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙨 » 𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧𝙛𝙖𝙡𝙘𝙤𝙣 / 𝘽𝙖𝙧𝙤́𝙣𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧

𝟷𝟼

𝙋𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙖 𝙖𝙘𝙩𝙪𝙖𝙡𝙞𝙯𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣.
❗ 𝙃𝙖𝙗𝙧𝙖́ 𝙢𝙖́𝙨 𝙥𝙧𝙤𝙣𝙩𝙤 ❗
𝙇𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙤 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙧𝙡𝙤𝙨
𝙨𝙞𝙣 𝙣𝙖𝙙𝙖 𝙩𝙖𝙣𝙩𝙤 𝙩𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤 😭

🔹♦️🔹

Sam se acercó a Bucky, quien estaba sentado enfrente a la televisión.

Las noticias hablaban sobre la votación del Acto de Enmienda que tendría lugar en Nueva York, el Consejo de Repatriación Global estaba por reunirse a decidir sobre el destino de los desplazados, algo de que efectivamente estaría en la mira de los Flag-Smashers.

—¿Crees que debamos ir de todas formas?

—Joaquin está encargándose de los escaneos que pedí —dijo Sam, tenía un semblante serio pero tomó la toalla del hombro de Bucky y le secó el cabello mojado debido a su reciente ducha.

Bucky, se dejó mientras comió distraídamente unas pasas de ciruela, acto que no hacía más que demostrar su ansiedad mientras se desvelaban viendo las noticias juntos. Estaba pensativo... Y de pronto murmuró:

—No me agrada Joaquin.

—¿Ah, si? No me di cuenta.

—Hablo en serio, ¿por qué parece tan cercano a ti?

Sam dejó de masajear su cabeza con la toalla y frunció el ceño. Bucky volteó, su mirada helada, lejos de intimidarle le daba risa.

—Es teniente primero en el comando de vuelo para el que estoy trabajando. Es un chico muy capaz y le agradas también —le dijo—. No entiendo por qué eres tan... seco con él.

—Pues recuerdo que fuiste a trabajar con la fuerza aérea, y te perdiste por seis meses. Apenas tenías tiempo para pescar o salir a tomar algo conmigo.

—¿Esos son celos?

—No sé, ¿debo preocuparme?

Sam río burlesco por la seriedad con que se lo dijo, y antes de que pudiera decirle algo, una videollamada de Torres entró a su teléfono.

—Perdón por la tardanza. Te ahorro los detalles técnicos. Tengo los resultados de los escaneos que pediste y creo que encontramos algo —dijo Torres, mientras el súper soldado se asomaba detrás de Sam—. En retrospectiva... Oh, hola Bucky. No sabía que estaban juntos.

—Y yo no sabía que pudieras tardar tanto en comprobar algo evidente que pedimos hace media hora —regañó Bucky, recibiendo un codazo de Sam, que lo forzó a ser cordial—. Pero, bueno. Hola Torres, ¿qué tienes para nosotros? Te escucho.

Sam sabía que lo admiraba e incluso había pedido que los presentara cuando se enteró que conocía a Bucky, así que cada interacción fallida era decepcionante para el pobre Torres. Ese saludo, aunque no era del todo sincero, lo alivió lo vio a través de la pantalla.

—Sí, señor. Lo siento —se apresuró en decir el chico—. Todas las señales son de ubicaciones dónde luego hubo ataques de los Flag-Smashers. Están por toda Europa, lo cual es obvio. Pero hoy en la mañana, se activó una en Nueva York.

—Lo sabía —murmuró Bucky, mientras salía de foco para vestirse.

—Sam, no te aseguro que no estén usando una VPN o estén ocultando su ubicación pero...

—Buen trabajo, Joaquin. Desde aquí me encargo.

Tras esas palabras Sam fue hacia la caja donde estaba su traje y lo abrió. Estaba decidido sobre salir allí y luchar, lo había mentalizado, pero en la hora de la verdad, quedó petrificado allí.

Y es que hoy se pondría el traje y sería el Capitán América, hoy la historia cambiaría y él debía hacerlo bien. No quería arruinarlo, sabía que daría todo en su primera aparición pero, ¿realmente era hoy, en Nueva York? ¿Frente a todas esas personas?

El pánico estaba consumiéndolo lentamente mientras sus pensamientos eran un caos.

—¡Sam! ¡Muévete, estamos lejos de Nueva York! —gritó Bucky, sacándolo de sus pensamientos. Estaba luchando, risiblemente, con unas de sus botas y casi cayó de boca al piso.

—Oh. Lo siento, es que...

—Ni siquiera lo digas.

—No es eso, solo me distraje.

—Entonces ya no lo hagas —regañó James, caminando decididamente hacia él—. Lo harás tan bien, que luego habrá recompensa. Andando.

Una nalgada ruidosa lo centró de nuevo en la idea de ser el Capitán barras y estrellas, pero al obtener el ardor en su trasero por la fuerte mano de vibranium, frunció el ceño.

—¡Haré esto por mérito propio, para que sepas! —le aclaró, mientras el otro merodeaba por la casa buscando su ropa y reía.

Sam aprovechó y comenzó a ponerse el traje lo más rápido posible. Era hora.