𝙋𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙨 » 𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧𝙛𝙖𝙡𝙘𝙤𝙣 / 𝘽𝙖𝙧𝙤́𝙣𝙒𝙞𝙣𝙩𝙚𝙧

𝟷𝟽

Los refuerzos, la policía, todos los malditos medios, y por supuesto, sus enemigos, estaban ahí. Todos estaba ahí. Y él estaba alegre de que Bucky haya ido con él, pero esta vez necesitaba un poco más que eso.

Llamó a Sharon, y dejó a Bucky en el suelo cuando llegaron volando pero cuando remontó vuelo, entró y vio que los Flag-Smashers tenían personas comunes de su lado y cualquiera podía estar en su contra, lo notó. Necesitaba creer en él mismo para hacer esto, necesitaba tener un propio código y adherirse a él. Esto no era como si los malos fueran malos y ya, estas personas también tenían ideales propios que hablando seriamente, él respetaba.

Quitó la máscara del hombre que derribó y lo dejó ir, preguntó a Bucky y Sharon qué sucedía a través del intercomunicador y un guardia lo encaró para saber que hacía allí. Sam se paró firme:

—Soy el Capitán América —le dijo. Un porte fuerte y su pecho inflado al saber que dijo eso creyéndolo plenamente, pero la respuesta pareció no convencer al hombre, y sorprendentemente no importó, era algo a lo que debía acostumbrarse.

Decidió concentrarse en lo que realmente importaba, viendo el panorama y escuchando la voz de Sharon en el intercomunicador. Todos estaban evacuando y no había rastros de Flag-Smashers allí. Entonces, lo entendió rápido:

—Karli no entrará. Trata de obligarlos a salir —dijo. Pero era tarde, la gente huía despavorida—. ¡Es una distracción, hay que mantenerlos a todos adentro!

Un tipo lo pateó y, aunque no esperaba que todo fuera fácil, realmente era complicado de modos totalmente absurdos. Batroc estaba aquí, ¿qué diablos hacia ahí?

Fueron tres o cuatro golpes con su escudo y luego lo perdió, el tipo lo pateó más veces de las que pudo contar aunque no era la gran cosa, todavía no tenía intenciones de ser mortal con él, la pelea estaba recién calentándose, pero él no debería estar ahí.

—Apresúrate, Sam, el helicóptero casi despega —escuchó a Sharon, la rubia ya había eliminado a uno y él seguía aquí estancado.

—¡Bucky!

—Yo no vuelo, amigo, eso es lo tuyo —dijo el otro, y él pudo distinguir el rugido de un motor. Ellos estaban moviéndose y dándolo todo, él debía hacer su parte y deshacerse de Batroc.

Sam levantó su escudo y se lo lanzó, pero Batroc pudo bloquearlo con una silla y su escudo terminó en el piso como cualquier cosa ordinaria. Soportó varios golpes más, mientras se maldecía mentalmente por no prestar atención en los movimientos que Bucky se molestó en enseñarle los últimos días. O los de Steve. Por dios, ellos entrenaban cuerpo a cuerpo cada mañana cuando eran prófugos, solo debía añadir el escudo ahora y usarlo a su favor.

De cualquier modo, Batroc solo era una distracción. Karli era muy ingeniosa para ese tipo de cosas y él no podía creer que perdió el tiempo aquí sin haberlo notado antes. La fiesta estaba afuera, como dijo antes, ella nunca tuvo intención de entrar. Así que lo pateó, tomó su escudo, rompió una ventana y salió de allí.

El helicóptero ya había despegado, y ahora un montón de rehenes estaban corriendo peligro. Debía centrar sus nervios. Redwind lo ayudó a saber si alguno de ellos podía pilotar, pero en eso una de las aeronaves perdió el control. Para entonces, cada decisión debía ser lo más ágil posible y se enorgulleció de sí mismo al salvar a los pilotos y cubrirlos con sus alas cuando el avión se estrelló en el puente de Brooklyn.

Sus primeros vitoreos fueron gloriosos para sus oídos, una de las cosas que sinceramente esperaba de hoy, pero el deber llamaba, y no debía olvidar que, como en cada misión, cada segundo hacia la diferencia. Encendió sus propulsores y salió de allí, lo más rápido posible.