solo para mí (Yewook)

parte 2.

Pov Yesung:

Ha amanecido y este niño sigue durmiendo, era de esperarse, estaba débil y agotado cuando llegó, gracias a Nina le disminuyó la fiebre.

Me acerqué a él, y lo examine mejor, tiene unos hermosos ojos, aún así aunque estén dormidos, son hermosos, se ve tan angelical así durmiendo, realmente es tanta belleza lo que tiene para ser un simple humano, es una criatura bastante perfecta, es imposible que sea humano, es un bello angel.

¿Pero que digo? Yesung por favor es un humano, y más encima un jodido NIÑO, no puedes pensar esas cosas, más vale que las borres.

Derrepente veo como comienza a moverse, y empieza a despertar con un poco de pereza, talla sus bellos ojitos con unos puñitos tan tiernos, basta Yesung.

– hola - trato de que mi voz no suene tan grave.

Él voltea a verme con temor, y trata de alejarse de mí.

– oye oye, tranquilo pequeño, no te haré daño - le dije lo mas suave posible.

– ¿Quien eres tu? - me preguntó con temor.

– soy Kim Jong woon, pero puedes decirme Yesung, y ¿tu nombre? - trate de tocarlo pero él me lo impidió.

– soy Ryeowook - me respondió con timidez.

Por dios este niño es hermoso e inocente.

– ¿Cuántos años tienes?.

– tengo 8 añitos - me respondió, vaya es muy pequeño para tener esa edad.

– ¿Dónde estoy? - pregunto mirando mi habitación.

A pesar de estar hablando un poco más, aún noto y siento temor por parte de él.

– en mi castillo, dentro de mi habitación, ayer me avisaron que un niño había entrado a mis terrenos, y te vi desmayado, entonces te traje aquí para curarte dime.. ¿Que haces aquí? ¿Y tus padres? - pregunté sentandome a su lado, y él no se movió se quedó quieto.

– ellos... Murieron.... - mi corazón se encogió, lo ví tan decaído cuando me respondio, pobre niño- unos perros gigantes, con dientes afilados, los mataron enfrente de mi.

¿Que? Tan pequeño y tuvo que presenciar la muerte, esos malditos lobos desgraciados, perros malditos, siempre matan por su estúpido aburrimiento, siempre hay problemas con ellos, no entiendo cómo no desaparecen, esa raza la aborrezco, son unas bolas de pelos, las odió.

– yo alcance a sobrevivir porque pude huir gracias a mis padres, pero me duele que no estén conmigo - comenzó a llorar, yo me dedique a secar sus lágrimas, su piel era tan suave- esos perros llegaron de la nada matando a casi toda la gente que vivía en el pueblo.

– pequeño...

– yo solo buscaba un lugar donde pasar una noche y que me den comida – ¿Una noche? Jamás, él se quedará conmigo, no se porque pero lo quiero solo para mí.

– no te preocupes, pequeño de ahora en adelante me haré cargo de ti.

– ¿De verdad? - me preguntó con un tierno brillo en sus ojos mostrando esperanza.

Yo asentí y él me dejó de tener miedo y se abalanzó sobre mi para rodear mi cuello con sus brazos tan pequeños y delgados.

Por alguna razón ese gesto no me molestó y solo me digne abrazarlo también.