• Capitulo 35 •

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Capítulo dedicado a Lisprs Gracias por todo tú apoyo a la historia, te mando muchos besitos♡

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|26 de Abril a las 16:50 p.m.|

Meto mis pies en la tina para relajarme un poco, quitar mi sudor y despejar mi mente. Hace dos días después de decirle toda la información a los chicos, se fueron a por todas contra Floyd, pero Eder utilizó el cerebro y los aparto para que no lo asesinaran.

Floyd fue de grande ayuda.

Eder ha estado encerrado en su cuarto, no sale a comer, no lo he visto rondando por ahí y cuando toco la puerta de su habitación, no sale ni responde. Prefiero darle su privacidad. Los chicos están muy apagados desde que supieron qué su madre la tienen de prostituta por obligación, eso los jodió.

Heros anda más amargado qué nunca y Conejo estas noches a salido a cazar. Ludo y Prella no salen de sus habitaciones y Vega, Dolfi y yo nos sentimos súper incomodas aquí en la mansión, es decir, nos sentimos como fuera de lugar.

Se qué Eder está maquinando a todo lo que da su cerebro para armar un buen plan y salvar a su madre y a su primo «El cual todavía no sabemos si está vivo o muerto»

Me coloco los productos de higiene y aseo todo mi cuerpo. Duró más de media hora dentro del agua caliente y mi cabeza va a mil por hora con pensamientos, tanto qué me duele la cabeza.

En la noche tuve otro recuerdo, de mi madre borracha, fue muy raro y espeluznante. Tambien volví a recordar a mi hermano.

«— ¡Si no bajan en este instante les golpeare hasta qué mueran desangrados! — nos grita la señora qué llamamos "madre"

Mi hermano y yo estamos muy asustados. Mis lágrimas caen sin sesar y sollozos salen de mi como si de un coro de canciones se tratase. Mis manos tiemblan y mi respiración es entrecortada y nerviosa. Estamos escondidos en el armario.

Madre llego muy borracha, padre está trabajando. Sin querer mi hermano y yo estábamos jugando a las atrapadas y tumbamos una botella de licor de madre. Cuando vivió de la taberna se encontró con el desastre y ahora está furiosa por partirle la botella.

— Silencio, hermanita. — trata de acallar mis susurros mi hermano. — Nada nos pasara, no lo permitiré.

Me acerco a él y me abraza con la poca fuerza qué tiene. Mi hermano ayer cumplió 12 y yo tengo 8. No le cantaron cumpleaños, papá cuando llego le regalo su carro de juguete favorito y yo le hice un dibujo muy bonito qué el colgó en la pared de la habitación, mamá como ya saben, estaba en la taberna y acaba de llegar. Nisiquiera se acordó de su cumpleaños.

— Empiezo a extrañar el orfanato. — le susurro entre sollozos. — Las señortitas Susan y Lulu eran muy buenas con nosotros. — le digo nombrando a nuestras cuidadoras. Ellas eran la luz en la oscuridad, siempre jugaban con nosotros y trataban de alegrarnos los días. Mis lagrimas y sollozos son más notorios.

— Shh, ya, tranquila. Tengo un plan para nosotros, estaremos bien y solo tienes qué confiar en mi. — me dice limpiando mis lágrimas.

— ¡Bajen malditos! ¡Den la cara y vengan a recoger estos vidrios! — nos vuelve a gritar. Mi hermano y yo hacemos silencio y escuchamos pasos subir por las escaleras.

Mi respiración se para por completo. Los pasos se escuchan cada vez más cerca y escuchamos la respiración furiosa de Madre detrás de la puerta de la habitación.

Los Canavarlar [Klanlar #1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora