• Capitulo 38 • [1/2]

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Capítulo dedicado a @alejasandoval303 gracias por todo tú apoyo, te mando muchos besitos♡

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Han pasado una semana y media de puros entrenamientos diarios, a la misma hora siempre, todos los días. Hemos practicado de todo, lanzamientos, tiro, golpes, esgrima, actos reflejos, defensa personal y muchas más cosas.

Hoy sería el ultimo día de entrenamiento.

— ¿A donde vas? — me interroga Conejo, volteo a verlo y está cruzado de brazos en el umbral de mi habitación. El me escanea de arriba abajo con una ceja alzada.

— Iré a mi casa. — le digo encogiendome de hombros.

Termino de arreglar mi cabello y colocar un gancho de perlas en el.

Iré a mi casa en la qué vivía con Dolfi y Vega. Necesito recoger algunas cosas y tenerlas conmigo. Tengo qué ir antes de los entrenamientos, que empezaran dentro de dos horas mas o menos.

— Sola no irás. — me dice.

— Me acompañaras. — le digo y es qué es lo mejor ya qué el grupo Ombre me viven persiguiendo. Es mejir qué este acompañada.

El asiente. Me veo por ultima vez en el espejo y veo que los entrenamientos han hecho efecto en mi, han pasado una semana y media donde todos los días entrenamos a la misma hora. Mis piernas estas más marcadas, mi cuerpo con más figura y estoy más saludable, me siento con bastante  energía y fuerza, lo qué es bastante bueno.

Hoy todos andamos pensativos. Mañana es el golpe, mañana iremos al club y haremos el plan. Las chicas están nerviosas, al igual qué yo. Eder no ha salido de su habitación terminando de perfeccionar todo. Heros no ha parado de entrenar y Malyk es divertido pero hoy a estado más serio de lo normal, cosa que es muy extraña de él.

Me acerco a él y lo veo directo a esos ojos preciosos y grisáceos de piedra, aquellos ojos cautivantes.

No se por qué, pero hoy hay un aire, un ambiente de nostalgia.

Más de nostalgia, es un aire pesado. Se siente los nervios y la dureza, como qué si de un aura palpable se tratara.

— Estas nerviosa. — Más qué una pregunta fue una afirmación. Respiro hondo y asiento con mi cabeza. — Es normal, pero todo saldrá bien.

Vuelvo a asentir, sin más y le paso por un lado para avanzar escaleras abajo. El agarra mi mano y detiene mi caminata, volteo a verlo y frunzo el ceño; — ¿Qué pasa? — pregunté.

El me ve con desesperación, sus ojos irradian miedo interno y rabietas. Tiene una pelea interna y se nota a leguas. Me acerco a el y acaricio su mejilla.

— Prometeme... — susurra, pero no termina su oración.

— ¿Qué te prometo, amor? — le susurro mientras sigo acariciándole sus hermosas mejillas llenas de escarchas negras llamadas pecas. Su cabello negro como la oscuridad cae en hondas sobre su frente, el respira con vibrato y aparto sus rizos de la frente. — ¿Qué te prometo? — vuelvo a preguntar.

En el fondo se muy bien qué es lo qué quiere, pero quiero qué el lo diga.

— Vuelve a prometeme qué no nos dejaras... — lo sabía. Trago grueso y trato de forzar una sonrisa comprensiva. — Prometeme de nuevo qué a pesar de lo qué llegara a suceder, no te iras de nuestro lado, Aurora. Por qué tú... Tú eres la razón de la qué aun vivo y si tu te vas...

Los Canavarlar [Klanlar #1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora