• Capitulo 17 •

4.7K 473 261
                                    


Música de suspenso en multimedia, para obtener una mejor lectura. Recomiendo no escucharla con el volumen tan alto, solo como de fondo.

•••

Silencio es lo qué se escucha. Esto debe ser una pésima broma. Me levanto rápidamente y siento mis rodillas doler. Tanto estar den cuclillas me hizo efecto en las piernas dándome calambres.

Corro lo más rápido qué me permiten mis rodillas y tanteo las paredes entre la oscuridad. Trato de acordarme del camino y siento qué toco el pomo de la puerta, cuando estoy apunto de girar el pomo, siento un dolor en mi cabeza y soy jalada fuertemente hacia atrás desde mi cabello.

Caigo de culo al suelo golpeándome y haciendo un sonido seco. Siento como mi cabeza no golpea, ya qué hay una fuerte y grande mano sosteniéndola. Volteo y veo a un chico o señor con mascara de media cara color roja, lleva guantes negros de piel y es como lo identifico como el Señor Valter. ¡Mierda! Mi cara de absoluto horror lo hace reír a carcajadas con una sonrisa y muecas más qué terroríficas. Trato de zafarme y me retuerzo lo más qué puedo y el me sujeta y agarra aún más firme su agarre en mi cabeza. Ruedo la cabeza sintiendo el jalón en mi cabello y reprimo el grito de dolor; muerdo la carne de su muñeca y el retira su agarre soltando un pequeño gemido de dolor. Aprovecho esa oportunidad y me levanto con velocidad y trato de correr hacia la puerta de salida. Otra vez, una mano se apodera con más brusquedad y fuerza y me echa hacia atrás arrastrándome por un pasillo con luz neón color rojo. Me arrastran de espaldas, así qué no veo hacia donde vamos y eso me da un ataque de ansiedad.

—¡Suéltame, malnacido! —. Grito con todas las fuerzas qué mi garganta permite, haciendo qué me pique. Sigo forcejeando y de reojo veo como alguien con mascara de media cara verde está atacando a la qué parece ser Pamela. Tres sujetos le pegan patadas a uno de los gemelos y el otro gemelo está defendiéndose con lo qué todo su cuerpo da, lanzado patadas y golpes hacia los dos sujetos qué pelean contra el. Escucho los gritos desgarradores de Vanessa; una chica con mascara neón de color rosa chicle, le golpea en sus piernas con un bate.

—Esto es lo qué les pasa a los qué vienen a perturbar a la gran familia Valter, querida. — Me dice con una voz cínica qué hace erizar todos los vellos de la piel de mis brazos. —Y más a los qué tratan de buscar información qué no tiene nada qué ver con tú puta y maldita vida. —dice esto ultimo lanzándome con brusquedad hacia una habitación qué está en completas penumbras. Si me encierra aquí, será mi fin. Grito con todas mis fuerzas, sin importarme la picazón en mi garganta. Me levanto con rapidez y corro hacia la salida de aquella fría y negra habitación. Pero no llego a tiempo y cierra la puerta detrás de el. Ahora sí estoy jodida. 

No puedo evitarlo y pequeñas lagrimas qué no pude aguantar, se deslizan por la pálida piel de mis mejillas. Las seco con brusquedad. No, este no será mi fin; y si lo será, luchare con todas mis fuerzas.

El camina con lentitud hacia mi y abre parte de el traje qué carga, sacando un cuchillo en forma de luna y con una manga de cuero roja potente. 

— ¿Sabes? Antes de qué vinieras a este infierno, te conocía. Todos te conocíamos, eras una niña increible, con una infancia... ¿divina? En fin, cambiaste y mucho, eso es muy malo, malo para ti. Querida Guigui. — mis pelos se erizan, ¿de nuevo con ese apodo? Mierda, aun no entiendo como es qué cada vez qué mi cerebro quiere recordad de donde proviene ese apodo, simplemente de tranca y no accede a esos recuerdos, algo paso y lo descrubriré si salgo de aquí, nadie me detendrá. — Oh sí, guigui ¿te acuerdas de ese apodo?

Mi cabeza niega sin pedirme permiso. Otra pequeña lágrima se resbala por mi mejilla, está vez lloro y no se porqué, algo me hace llorar.

— Pronto te acordarás... — sigue caminando y lanza el cuchillo hacia mi y cierro los ojos con fuerza y agacho la cabeza esperando la puñalada, pero esta no llega. Escucho una risa ronca y veo de reojo como el cuchillo no me pego a mi, pero si a la pared detrás de mi. En la pared se encuentra una fotografía de una niña con algunos 4 o 5 años de edad, la foto es a blanco y negro así qué no puedo distinguir los colores, solo se ve qué tiene una gran melena larga de color negro, un vestido largo de tirantes de un color claro y sin dibujos y está sentada en el piso de un patio jugando con un pequeño perrito parecido a un pastor alemán bebé.

Los Canavarlar [Klanlar #1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora