• Capitulo 31 •

4.1K 380 316
                                    

Capitulo dedicado a DANIELS_FRANCO ¡Muchas gracias por tú apoyo!

•••

Todos estamos sentados en la arena de la playa. Prella enseguida saludo a un chico del otro grupo qué al parecer conoce; ella es la más sociable de los hermanos. Las chicas y yo estamos sentadas hablando de temas sin fin, riéndonos y disfrutando de este día dejando los problemas detrás. Los chicos están hablando entre ellos, parece un tema serio, probablemente sea el tema del supuesto plan qué deben de hacer.

Me da curiosidad por saber de que va ese plan, pero siempre que me acerco para tratar de escuchar, ellos se callan.

— Iré a darme un chapuzón, el calor está hoy a mil. — dice Ludovica bajándose la falda corta qué se compró en la tiendita, dejando a la vista un hermoso traje de baño entero de color blanco con acuarelas.

— Te sigo, también muero de calor. — dice Vega abanicándose con las manos. Quita su vestido y lleva puesto un traje de baño morado de dos piezas sencillo.

— ¿Irás o te quedas? — me pregunta Dolfi. Yo le hago una seña de qué vaya, yo me quedo. Ella asiente y también se desviste para ir las tres a bañarse. Prella sigue con los chicos de al lado, riéndose con una chica de pelo corto y rubia.

Respiro el aire de playa, realmente me relaja estar aquí, mi lugar favorito en todo el mundo es este; estar cerca del mar.

Mi padre desde pequeña siempre me ha llevado al mar. Siempre me ha dicho qué es importante vivir al máximo y el mar te da el aire inspirativo que te hace sentir en paz y qué toda tú vida vale y es increíble.

Simplemente me hace sentir muy bien.

Mi padre siempre me a tratado de lo mejor, aunque no se me vienen muchos recuerdos de mi niñez; los que recuerdo son muy lindos.

Mi madre...

Era una mujer muy buena al comienzo, después se fue emborrachando e iba a bares todas las noches hasta el amanecer. Mi padre se molestaba siempre y tenian millones de problemas, siempre le di la razón a mi padre... Aunque al final acababan diciéndose qué se aman. Era muy típico, peleaban y después se decían “te amo” algo muy toxico, pero en fin.

Un día... Ella murió. Y después mi padre con el tiempo fue conociendo a otra mujer, que en estos momentos se ha vuelto mi madrastra y la adoro.

A pesar de no ser mi madre biológica, se a comportado como tal. Es una mujer trabajadora, emprendedora, luchadora y cautivante. Todo un ejemplo a seguir.

Inhaló el rico aire de las playas de Aralicia. Cierro mis ojos mientras alzo mi cabeza en dirección al suelo. Entierro mis pies en la arena y mi cabello vuela por los aires. Escucho la risa de los niños, las carcajadas del grupo de amigos que se encuentran a nuestro lado y el sonido de las olas.

Todo exquisitamente relajante.

— Verte así me prende. — abro los ojos de par en par saliendo de mi relajación y giro la cabeza para encontrarme con Eder.

— Me acabas de sacar de mi momento de relajación, Eder. Eso no se hace. — le digo con un puchero molesto.

Se sienta a mi lado igual, enterrando sus pies en la arena. Apoya sus codos en las rodillas de sus piernas flexionadas y saca una cajetilla para prender un cigarro. Siento una mirada puesta en mi, pero ninguno de los presentes me observa.

— En mi defensa, no podía dejar qué siguieras en esa pose relajada porque ocurriría qué mi tejido esponjoso qué se encuentra dentro de mi aparato reproductor masculino, se llene de sangre...— me le quedo viendo con una expresión extraña mientras explica. — Qué consiste en el endurecimiento del pene, llamado Erección, lo cual hace que el pene se agrande y sobresalga del cuerpo, haciéndolo muy notorio para qué toda la jodida gente lo vea. ¿Quieres qué me vean el pene, Aurora?

Los Canavarlar [Klanlar #1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora