- Me duele mucho... - Cierro mis ojos fuertemente mientras trato de calmar las grandes ganas de llorar que tengo por el dolor en mis costillas.- Llamaré a la doctora, Callie. - Me dice mi padre apurado y sale de la habitación.
Resulta ser que cuando llegamos a casa, me dió muchísimo dolor en el abdomen y lo dejé de pasar, dijeron que era normal que aún me doliera. Pero en medio de la noche tuve que despertar a Dallas porque me duele muchísimo y no me dejaba ni dormir.
- Esto es horrible! Duele, Dallas. - Le digo llorando y coloco una mano en mi abdomen.
- Mamá va a darte um calmante, si? - Me pregunta y yo asiento con la cabeza mientras respiro por la nariz con mucho cuidado.
- Dile a mi papá que no llame a nadie. - Le pido un poco agobiada.
- Voy enseguida.- Me dice levantándose de la cama y sale tras mi papá. En serio ese señor anda histérico.
Espero por unos minutos y al rato entran todos a la habitación.
- Cielo, voy a inyectarte. - Me avisa mi tia y la miro asustada.
- No! Estás loca? Ni de chiste. - Le digo negando con la cabeza y ella se sienta a mi lado.
- Necesito que cooperes conmigo. Te promero que no va a doler mucho. - Me dice sonriendo y yo suelto un sollozo de dolor.
- Me duele, en serio no lo soporto. Por qué me duele mucho? - Le pregunto confundida y limpio mis mejillas.
- Porque hiciste muchos movimientos y no haces caso, Callie. Ahora déjame inyectarte para que puedas descansar. - Me dice preparando una gran aguja y cierro mis ojos.
Siento que alguien agarra mi mano y reconozco que es de Dallas, así que la aprieto con fuerza. Mi tía me dice que no me mueva y siento un pinchazo en mi abdomen, el cuál duele un poco.
- Listo, cielo. - Me dice mi tía con cariño y yo abro mis ojos lentamente.- Intenta descansar. - Deja un beso en mi mejilla y recoge todas las cosas.
- Gracias tía, buenas noches. Descansen. - Les digo un poco adormilada y Dallas me tapa con la cobija con mucho cuidado.
Sonrío por ese gesto por parte de mi primo y mientras todos salen de mi habitación. Dallas se sienta a mi lado y yo suelto un gran bostezo, pero aún no siento que se me calme el dolor en el abdomen y no quería dormir.
- Respira pausadamente cómo te dijo el doctor, Callie. - Me Dice Dallas acariciando mi cabello con suavidad y enciende el televisor mientras se tapa con la cobija.- Veamos un rato algo en la televisión para que te distraigas y así te dé sueño. - Me mira con una sonrisa y yo se la devuelvo.
- Gracias, Dallas... - Le digo en voz baja y poso mi vista en la pantalla.
Nos quedamos viendo una película de acción, pero no quería verla. Si soy sincera, sólo quisiera que Tristan esté acá y abrazarlo por un buen rato. O tal vez por un día entero.
Ahg, ya me volví cursi.
- Dallas... - Lo llamo en voz baja y él voltea su rostro para mirarme.- Sabes algo de Tristan? - Le pregunto tímidamente.
- Eh...no. Tal vez ya esté en casa, durmiendo. Trabaja a veces en un bar por las noches. - Hace una mueca de disgusto.
- Quiero verlo. - Le digo con un puchero y él sonríe con ternura.
- Mañana vendrá, lo prometo.- Juega con mi cabello.- Te sientes cómoda con él? - Me pregunta con curiosidad y yo asiento con la cabeza.
- De verdad es muy dulce y me hace reír siempre. Es un buen chico. - Le digo con la sonrisa más grande del mundo.
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El cielo en tu mirada
Teen FictionLa vida de Callie cambiará drásticamente, cuando su padre la envía con sus tíos a la ciudad de San Diego en California. Con traumas en su cabeza por culpa de su pasado, ella deberá luchar contra sus miedos para recuperar su felicidad.