No dejaba de pensar en Tristan, en sus ojos verdes que me encantan, su ronca voz, su risa, todo! No sé qué rayos me pasa, pero estoy llegando a un punto en el que me está estresando. Jamás me había pasado esto y no sé ni con quién hablarlo.Bueno, si tengo. Pero sinceramente no quería hacerlo con él.
Sería raro decirle lo que pienso a mi primo de su mejor amigo?
Hoy luego de clases hice mis tareas junto a Tristan, cómo todos los días, pero hoy me sentí nerviosa y no sé si fué por el intenso momento en el pasillo o por algo más.
- Cielo, vas a comer? - Me pregunta mi tía entrando a mi habitación y yo asiento con la cabeza.
- Si, ya voy. - Le digo rápidamente y salgo de la habitación junto a ella.
- Cómo te fué hoy? - Me pregunta sonriendo.
- Muy bien, tengo que ir preparando un proyecto personal para el final del curso y ni sé qué haré. - Le digo frustrada.
- Puedo ayudarte en lo que necesites, nena. Tú sólo avisame. - Me dice agarrando mi mano con cariño.
- En realidad...necesito tu ayuda en algo mas. - Le digo insegura y me detengo antes de llegar a la cocina. - Pero no me vayas a matar. - Le pido.
- Depende de lo que me vayas a decir. - Me dice divertida.
- De acuerdo. Tristan necesita ayuda para pagar unas cuentas del hospital porque su mamá estuvo enferma y quiero ayudarlo, tía. - Le digo rascando mi brazo.
- Cielo, en qué quieres ayudarlo exactamente? A pagar esas cuentas? - Me pregunta y yo asiento con la cabeza.
- Podrías ayudarme a buscar algún trabajo que yo pueda hacer desde casa y así al menos podría ayudarlo. - Junto mis manos y hago un puchero.
Ella me abraza con entusiasmo y luego me mira con cariño.
- Eres una buena chica, Callie. Y si, claro que voy a ayudarte. - Me dice sonriendo y yo suelto un chillido de emoción.
- Gracias! Eres la mejor. - Le digo emocionada. - Bien, pero no le digas a Dallas porque se va a poner cómo loco, ya sabes cómo es. - Arrugo mi nariz.
- Está bien, cielo. Vamos a comer. - Me dice dulcemente y vamos a la cocina.
Mi tío había preparado unas sabrosas hamburguesas y mi estómago ruge apenas me llega el rico aroma de la carne. Nos sentamos en la mesa del comedor y comenzamos a comer mientras hablamos de algún tema interesante.
- Debiste de ver la cara de Callie cuando nos vió a todos en la misma mesa. - Dice Dallas riendo y yo lo miro mal.
- Te pasaste con eso! Estaba tan felíz por ustedes. - Le digo con sinceridad.
- Claro, querrás decir que estabas felíz por Tristan. - Me dice moviendo sus cejas y le tiro una papa frita.
- Tienes novio, Callie? - Me pregunta mi tío con diversión y me sonrojo fuertemente.
- No! Y entre Tristan y yo no pasa nada, sólo somos amigos. - Les digo mientras agarro mi hamburguesa y le pego un mordisco.
Está muy buena.
- Yo digo que hacen una buena pareja. Ese día en el hospital! Me encantaron. - Me dice mi tía con emoción y yo ruedo los ojos con diversión.
- Cambiemos de tema. - Digo riendo y todavía me siento roja.
- Hoy Tristan le llevó un brownie. - Les dice Dallas sonriendo.
- Estaba muy bueno. - Digo alegremente.
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El cielo en tu mirada
Ficção AdolescenteLa vida de Callie cambiará drásticamente, cuando su padre la envía con sus tíos a la ciudad de San Diego en California. Con traumas en su cabeza por culpa de su pasado, ella deberá luchar contra sus miedos para recuperar su felicidad.