Llevo varios días sin hablar con Tristan y me duele, me quema. Es una sensación muy horrible. Me siento triste y al mismo tiempo molesta porque es incapaz de hablar conmigo. No me explica y solo me evade. Todos estos días se ha quedado en casa y en ningún momento es capaz de mirarme.- Te dijo algo? - Le pregunto a Dallas y él asiente con la cabeza.
- Pero no me corresponde decirlo, Callie. Lo sabes. Deja que descanse y tome su tiempo. Tal vez no está listo para decírtelo. - Me dice con una sonrisa triste.
- No, voy a ir ahora. - Le digo soltando un suspiro y voy directo a la habitación de Dallas.
Entro rápidamente a ésta y veo a Tristan acostado viendo televisión. Éste me mira de reojo y sigue concentrado en lo que están pasando en la pantalla.
- Me vas a seguir ignorando? - Le pregunto cruzandome de brazos y para mi mala suerte, mi voz suena triste.
- No me presiones, Callie. - Me dice seriamente y me acerco a él.
Miro mis manos mientras me siento a su lado y trato de no llorar cuando no dice nada.
- Está bien. Gracias por confiar en mi. - Le digo dolida y cuando estoy a punto de irme, su mano sujeta mi muñeca.
- No es que no confíe en ti... - Me dice en voz baja y me hace sentarme en la cama otra vez.
- Y entonces? Sabes cómo me siento? Crees que no me duele verte asi? - Le pregunto dolida y él hace una mueca.
- Siento que vas a odiarme. Que todos lo harán. - Me dice acercándose y se coloca frente a mí.
Acerco mis manos a las suyas y las sujeto con suavidad.
- Sabes que no podría odiarte y que ninguno tampoco lo hará. - Le digo en voz baja y cierra sus ojos por unos minutos.
- Llegué a casa luego del trabajo en el bar, era tarde, creí que mi madre ya estaba dormida y quise entrar por la puerta de atrás. La escuché hablando con un hombre. Le decía que yo la iba a odiar cuando me entere de que ya no tenía que trabajar porque ya se habían pagado las cuentas del hospital. - Me dice tristemente y tapa su rostro con una mano.
Oh dios mío.
- Todo pasó muy rápido. Le grité que era una mentirosa, que he tratado de ayudarla a pagar todo lo del hospital, perdiendo horas de sueño y esforzándome tanto, Al parecer, el hombre le dijo que él pagaría todo. - Me mira con sus ojos brillosos por las lágrimas.
- Ya...no sigas. Tranquilo.- Le digo suavemente y lo abrazo para que se calme.- Lamento mucho todo esto, Tris. - Mi voz suena triste.
- No me lo iba a decir, Callie. Lo peor es que ella sólo necesitaba el dinero para pagar algo que rompió en su oficina antes de enfermar! La despidieron hace mucho y tampoco me lo dijo. - Me dice frustrado y siento que comienza a llorar.
- Shh, sólo respira.- Le digo con tristeza cuando escucho sus sollozos.
- Me duele tanto, Callie. - Llora con más fuerza. - He estado meses sin poder dormir bien por su culpa y fué incapaz de aunque sea disculparse conmigo.- Se aleja de mí y se levanta de la cama.
- Tristan, calmate. - Le pido mientras intento ponerme de pié y él se voltea a mirarme. - No le vas a dar absolutamente nada de tu dinero porque es tuyo! Sólo tuyo. - Le digo seriamente.
- Lo sé, pero...a donde iré? No puedo quedarme aquí mucho tiempo y todo es un asco, Callie. - Me dice altanero y tensa su mandíbula. - Sabes...sabes lo que me duele saber que jamás podré ser alguien en la vida? - Me pregunta mirando hacia abajo.
ESTÁS LEYENDO
El cielo en tu mirada
Teen FictionLa vida de Callie cambiará drásticamente, cuando su padre la envía con sus tíos a la ciudad de San Diego en California. Con traumas en su cabeza por culpa de su pasado, ella deberá luchar contra sus miedos para recuperar su felicidad.