Ha pasado unas dos eternas semanas. He estado bastante ocupada por la Universidad y al menos eso me alegra. He hecho trabajos, ya que bueno, no puedo levantarme de mi cama a hacer videos que me han mandado últimamente, así que es lo mejor. Sin embargo, me dejaron presentar todos esos videos al final del curso, cuando tenga que entregar el proyecto final.No tengo idea de qué hacerlo, aunque tengo una pequeña idea. La profesora dijo que puede ser de algún cambio en nuestra vida y aunque no quiero llamar la atención, siento que puede ser algo bueno contar mi historia. Le hablé de esa idea a mi tía y bueno, se puso a llorar, me abrazó por un buen rato y dijo que era una grandiosa idea mostrarles a los demás lo que viví durante casi toda mi vida y claro, que vean que salí adelante.
Ahora mismo estoy en el doctor junto con mi tía por un chequeo para saber cómo va mi recuperación y sinceramente, espero estar bien. He estado todas estas semanas acostadas durante todo el día, al punto en que no siento ni mis pobres nalgas.
- Vaya Callie, estás muy pero muy bien. - Me dice la doctora con una sonrisa y yo suelto un suspiro de alivio.
- Eso significa que puedo volver a clases mañana? - Le pregunto esperanzada.
- No te me emociones mucho, tranquila. Puedes ir, pero igual quiero que no hagas mucho esfuerzo. Cálculo que en una semana ya estás cómo nueva. - Me dice colocando una crema en mis costillas.
- Gracias a dios, necesito caminar. - Le digo con una mueca, ya que me incómoda que toquen mis costillas. Me da un escalofrío.
- Lo sé muy bien. Quiero que igual sigas tomando tu medicina y por favor, sigue con la compresa fría. - Me ruega y yo asiento con la cabeza.
- Lo haré, muchas gracias doctora. - Le digo alegremente y ella me coloca una venda en mi abdomen.
- De nada, pequeña. Cuidate mucho. Nos vemos el domingo que viene. - Me sonríe y yo me despido de ella con un corto abrazo.
Salgo a la sala de espera y mi tía se levanta de la silla cuando ve que me acerco a ella.
- Todo bien? - Me pregunta ligeramente angustiada y yo la abrazo por lo felíz que estoy.
- Si! En una semana estaré cómo nueva, tía! Puedo ir a clases mañana, pero debo de tener cuidado. - Le digo sonriendo ampliamente.
- Que bueno, Callie! - Me dice con dulzura. - Vayamos a casa para que termines tus trabajos y los entregas mañana. - Me dice caminando hacia la salida y yo la sigo.
- Si, ya me falta poco. - Le digo aliviada. - La carrera de audiovisual es muy diferente a las otras.- Agarro mi cabello en una cola de cabello cuando el viento me despiena.
- Si, no hacen tantos trabajos o pruebas cómo en las otras carreras. Es más práctica que todo, pero es bueno saber la teoría, ayuda mucho. - Me explica mi tía y yo asiento con la cabeza.
- Exactamente. Quisiera hacerle una sesión de fotos a Tristan. - Le digo suavemente.
- En serio? Deberías. Es tú novio. - Me dice riendo.
- Sabes que no es cierto, tía. - Le digo sonrojada y nos subimos a su auto.
- Sabes que no son amigos. Ya se besaron, cierto? - Me pregunta emocionada y tapo mi rostro con una mano. - Soy tu tía! Quiero saber todo, Callie. - Me dice divertida.
- Pero es raro decírtelo! - Le digo jugando con mis manos y ella me mira triste. - De acuerdo, si, nos besamos. - Sonrío cómo enamorada.
- Y qué tal? - Me pregunta moviendo sus cejas y me río completamente avergonzada.
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El cielo en tu mirada
Teen FictionLa vida de Callie cambiará drásticamente, cuando su padre la envía con sus tíos a la ciudad de San Diego en California. Con traumas en su cabeza por culpa de su pasado, ella deberá luchar contra sus miedos para recuperar su felicidad.