MINE [editando]

DIEZ (Matt)

Siempre es la misma cosa, un montón de gente posando para las cámaras, diciendo cuidadosamente lo que los demás quieren escuchar. Todo es falso, las sonrisas son falsas, los saludos son falsos, las conversaciones son superficiales y falsas. Las mujeres son falsas. Bueno no todas, pero si la gran mayoría. A pesar de que ellas son las esposas de mis compañeros de equipo, son tan falsas como la mujer que traigo arrastrando del brazo. Entonces yo también soy falso. Lo que más quisiera ahora mismo es tener del brazo a Jean, mi Jean. Pasear con ella por esta improvisada alfombra roja del brazo para que todos pudieran admirarla, para que todos quisieran tenerla y no podría importarme porque al final del día ella es mía, sólo mía. Poder decir frente a la cámara que miren bien a esa mujer, porque es la única auténtica. Que la quiero para presentarla frente al mundo pero no sólo eso. La quiero para compartirlo todo. Este es un pensamiento que debería asustarme e impulsarme a huir. Pero quiero quedarme. Y lo que es más importante quiero que ella se quede conmigo.

Camino de manera autómata por la alfombra charlando con algún miembro del equipo. Sus mujeres me miran como si quisieran desnudarse y desnudarme en ese mismo momento. Sin importarles si son demasiado transparentes. Les ahorro el desgaste y continúo caminando. Dando mi sonrisa para las cámaras.

Siento un ligero toque en mi brazo, giro mi cabeza para ver de quien se trata. Es Alinne la reportera, jamás me he arrepentido de ninguna mujer que ha pasado por mi cama. Sólo de ella.

Sucedió después de que se celebrará el cumpleaños de Anderson en un antiguo hotel. Ella se acercó a mí en el garaje del hotel y me contó llorando sobre como Anderson la había corrido de la habitación porque había conectado con Alissa, su ahora esposa. Me ofrecí a llevarla a su casa. Ella aceptó. Ni siquiera había entrado por completo en el auto cuando se abalanzó contra mí. Quisiera poder decir que le dije que no, pero la verdad es que no desaproveche la oportunidad. Mi error. Al día siguiente una fotografía bastante gráfica de lo ocurrido en el auto ocupaba la primera página de todos los periódicos del Estado, si no es que del país. Era un novato y esa fotografía era la prueba fehaciente de cuán idiota estaba. Pero eso es agua pasada así que le doy una amable sonrisa.

—Sólo serán unas preguntas Matt.

Le sigo que si con un asentimiento y de inmediato se acomoda frente a su camarógrafo.

—Ahora chicos me encuentro a lado del MVP del 2014 Mattias Miller —, gira su rostro hacia mí—, Matt, cuentanos, que tan preparado te encuentras para el inicio de la temporada.

Si esa es la clase de pregunta que me esperaba de una "reportera" como lo es ella.

—Que tal Alinne, tú tan directa como siempre —digo en alusión a lo ocurrido hace ya casi diez años. Su pequeño sonrojo me dice que sabe bien a que me refiero. Me sorprende que una mujer como ella aun pueda sonrojarse—. Estoy bastante preparado para lo que venga...

Comienzo a decir mucho pero sin decir nada. Lo único que quiero realmente es desaparecer de aquí y rápido para poder regresar con Jean.

—¿Matt quién es la hermosa chica que te acompaña?—volteó a ver a esta mujer, jamás pensé que Tony me obligará a venir a este evento con ella. Ella por sobre todas.

—Ella es Kimberly, es una buena amiga—no sé por qué he dicho eso, ella no es ni mi amiga, ni mi nada en absoluto.

—Entonces como se encuentra tu corazón en este momento.

De inmediato mi mente vuelve al recuerdo de Jean entre mis brazos, en la bañera, en el auto, frente a su departamento cuando creí que la perdía. Entonces lo sé, malditamente lo sé. Estoy completa e irrevocablemente enamorado.

—Está completamente enamorado.

Kimberly se comporta como si me estuviera refiriendo a ella. Malditamente no me estoy refiriendo a ella. Y tiene que saberlo. Suelto su cintura y me alejo unos buenos dos pasos. Alinne ya se ha marchado con su siguiente víctima. Pobre John, suerte amigo. Camino hacia donde será la cena y todos los formalismos de la noche. Encuentro la mesa designada para nosotros y me siento. Sé que estoy siendo un completo idiota pero debe quedarle muy claro como son las cosas. Después de un rato Kimberly se sienta a mi lado, la sonrisa en su rostro ha desaparecido y mira sus manos. Una mesera muy guapa atiende nuestra mesa. Ella es atractiva pero es como todas. Tony comienza a coquetear con ella, aunque seguramente es veinte años menor que él. Probablemente tendrá apenas los veintiún años. Sus mejillas se tiñen de rojo. Sirve copas de champagne para todos en la mesa. Después llega la comida, no tengo demasiado apetito pero mi madre me impediría dejar una miga sobre el plato.

Han pasado ya casi dos horas. Le prometí a Jean que pasaría por ella a media noche. No quiero que se me haga tarde. Miro constantemente el reloj en el celular, olvide mi Rolex en casa. Jamás los minutos habían pasado tan despacio. Me pongo de pie y me disculpo con todos en la mesa. Me agachó para decirle a Kimberly que me largo que debe de conseguir quien la lleve de regreso a su casa o a donde sea que se dirija. Me jala de la corbata, con una sonrisa falsa en sus labios, pero sus ojos echan dagas hacia mí.

—No te atrevas a dejarme tirada Mattias.

Le respondo igual con una falsa sonrisa.

—Eso es justo lo que estoy haciendo, si me disculpas—le digo mientras tiró de mi corbata.

—Tony dijo que me llevarías a casa —suelta demasiado fuerte. Para que Tony escuche. Maldita sea.

—¿Algún problema Matt? —pregunta Tony dejando de comerse con los ojos a la mesera que regresa por décima vez a llenar las copas de cada persona en la mesa.

—De hecho si Tony, debo irme. Le decía a Kimberly que debía conseguir un viaje a casa.

Noespero a que me dé una contestación, con seguridad se las arreglaría para hacerque me la lleve conmigo ahora. Camino rápidamente con un sólo pensamiento enmente. Llegar por Jean y llevarla a donde no he llevado a nadie, ni a mi madre.Es algo totalmente mío que sólo quiero compartir con ella.