Un fuerte golpe me despierta. Todo está en completa oscuridad. La cortina está cerrada y la puerta también. Mis ojos tratan de adaptarse pero es inútil, no veo absolutamente nada. Amir no está en la cama conmigo. Me quedo un momento donde estoy sin mover ni un sólo músculo. Otro golpe aún más desesperado que el anterior me obliga a ponerme de pie.
—Será mejor que te largues antes de que llame a la policía.
¿Pero qué carajo?
—No me iré hasta que hable con ella.
Joder es Matt.
—Ella no quiere hablar contigo.
—Que salga ella y me lo diga. Abre la maldita puerta. ¡Jean!
Joder van a despertar a los vecinos y se va a armar una grande. Más con Dina la vecina de abajo. Salgo de la cama y me dirijo a la puerta, pero me doy cuenta que estoy totalmente desnuda. Perfecto. Ellos siguen gritándose a través de la puerta mientras yo me pongo unos shorts blancos y una blusa de tirantes del mismo color. Busco a tientas mis sandalias, me las pongo y salgo de la habitación hacia la puerta de entrada.
—Eres más idiota de lo que pensaba si crees que te dejare hablar con ella — dice Amir que esta recargado contra la puerta como si temiera que Matt la eche abajo con un buen golpe. Si no me sintiera tan malditamente destrozada me daría risa la estampa que me ofrece mi mejor amigo.
—Abre la puerta, necesito explicárselo —dice Matt ya con un tono de completa derrota al ver que sus esfuerzos por convencer a Amir de que le abra la puerta fracasan estrepitosamente.
—No hay nada que explicar, lo hemos visto todo.
Me acerco a mi amigo que aún no se da cuenta de que estoy parada aquí, escuchando todo. Entonces me ve, camina lentamente hacia mí y me abraza, pone sus manos en mi rostro y limpia las lágrimas que corren por él. No me había dado cuenta que volvía a estar llorando. Pero es que tenerlo aquí después de lo que hemos visto. Duele. Pero extrañamente quiero escuchar lo que tiene que decir. Llámame masoquista.
Me acerco lentamente a la puerta. Me aterra abrir porque en el momento en el que él me toque voy a ser un caso perdido, voy a creer todo lo que salga de entre sus labios. Esos labios que han estado sobre los míos, sobre todo mi cuerpo. Eso labios que saben perfectamente lo que hacen. Joder Jean no es momento para que te pongas en modo disponible.
—Sólo vete Matt. Vete —digo. Mi voz suena exactamente como esperaba. Horrible.
—Por favor cariño, abre la puerta. Necesitamos hablar. No es lo que...
—¿No es lo que yo creo? —lo interrumpo. Y es que, ¿en serio usara esa frase cliché?
—No. No lo es. Nena, por favor —suplica.
—Ahora mismo no quiero hablar contigo. Vete.
—Está bien, lo entiendo, te lastimé pero volveré Jean, sabes que lo haré.
Me recargo contra la puerta cuando escucho sus pasos alejarse. Joder por qué estoy llorando, si yo misma le pedí que se fuera. Pero no puedo evitarlo. Creo que esperaba que rogara un poquitín más. Creo. Me dejo caer de culo aun pegada a la puerta, duele pero no me importa. Mis manos caen a lado de mi cuerpo como si fueran de puro músculo, sin huesos. Siento algo bajo mis dedos, lo tomo y trató en vano de leerlo, mis lágrimas no me permiten ver con claridad pero es una tarjeta con lo que parecen ser sus números. No sé qué hacer con ella, sólo que la guardaré, y la esconderé de Amir ya que seguro la bota a la basura sin mirarla siquiera.

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MINE [editando]
RomanceJean Samuels tiene un oscuro pasado. Nadie salvo quizá su mejor amigo Amir puede mencionar lo que ocurrió... Hasta que llega él. Sabe lo que quiere. Y la quiere a ella. ¿Pero la querrá aún sabiendo sobre su pasado?