MINE [editando]

NUEVE (Jean)

Amir y Ed están en casa, adoro verlos interactuar y estar juntos, todo el tiempo están tocándose, no en el mal sentido si no regalándose alguna caricia cuando creen que no los veo, de vez en cuando se tocan las manos al pasar a lado del otro o la parte baja de la espalda para tomar algo que necesitan, son realmente adorables. Cuando Matt finalmente de fue después de convencerme que pasaría por mí a media noche para llevarme con él a un "lugar especial" entré en el departamento y los encontré viendo el canal de deportes. Parece que transmitirán un evento de gala antes de que inicie la temporada de la NFL y quieren ver el desfile de—y que conste que no son mis palabras— "un montón de testosterona enfundada en trajes costosos acompañados del brazo de un montón de silicona". Así que ahora estamos preparando palomitas y sacando todas las porquerías que tenemos en la alacena para sentarnos a ver televisión. No es que me emocione demasiado ver la televisión pero no me apetece nada encerrarme en mi cuarto a leer uno de esos libros donde todo es miel sobre hojuelas y donde los chicos son completamente perfectos, que tanto amo. Creo que caería en depresión.

—Están seguros que quieren ver un evento de Deportes, es decir, no deberían querer ver una película romántica o algo.

Amir me mira como si quisiera lanzarme el recipiente de vidrio donde pusimos las palomitas, justo en la cabeza. Está bien, sé que aunque son gays aman el deporte o mejor dicho a los bien buenos que practican esos deportes. Pero por favor, hace un rato no podían quitarse las manos de encima.

—Está bien, cierro mi bocota.

Los tres nos sentamos en el enorme sillón rojo que abarca casi todo el espacio designado a la sala. Amir toma el control y sube el volumen. Tenemos un enorme televisor empotrado a la pared. Un gasto innecesario desde mi punto de vista.

Un par de presentadores hablan sobre como esperan que la temporada sea mejor que la anterior y que esperan con ansias el súper bowl número 50. Enlazan con una mujer enfundada en un bonito vestido negro con una abertura en la pierna derecha muy sensual. Atrae la atención de algunos de los que pasan pero la gran mayoría están acompañados de hermosas y esculturales mujeres. Entrevistan a varios de ellos, desde linebackers hasta quarterbacks de los diferentes equipos del país, se un poco de fútbol gracias a Amir, que es un fanático. La verdad es que estoy viendo la televisión, pero sin verla realmente. Mi mente vuelve a Matt cada maldito minuto. De repente la presentadora corta el largo monólogo de uno de los jugadores. Camina hacia un lado y se acerca a una pareja que le da la espalda. Toca levemente el brazo del hombre, lo hace con tanta familiaridad que parece que se conocen fuera del medio, de manera íntima. El hombre voltea su cara hacia ella, le regala lo que parece una sonrisa y lentamente se gira hacia ella. Se me hace un poco conocido pero no es raro, Amir me hace ver todos los partidos con él. Ella le dice algo fuera del alcance del micrófono y él le responde con un asentimiento de cabeza. Entonces la reportera se prepara frente a la cámara. Todo esto ocurre en una pequeña parte de la pantalla ya que la toma principal se encuentra en el estudio de grabación del canal de televisión.

—Ahora chicos me encuentro a lado del MVP del 2014 Mattias Miller, —la parte de la pantalla donde se encuentra crece y ocupa la imagen completa —, Matt cuéntanos, que tan preparado te encuentras para el inicio de la temporada.

—Que tal Alinne, tú siempre tan directa—dice mientras coloca su mano en la cintura de la chica junto a él —.Estoy bastante preparado para...

Me desconecto completamente de lo que sea que este diciendo. Bajo mis pies del sillón y recargo mis manos en mis rodillas. No puedo creer lo que estoy viendo. Es él. Matt, mi Matt. Bueno, no mío no. Acompañado de una mujer que parece modelo de Victoria's Secret, es rubia y alta y tremendamente atractiva. Y él tiene su mano sobre su cintura. Ella le sonríe como si fuera el único hombre sobre la faz de la tierra. Siento ganas de vomitar.

La reportera le pregunta sobre qué tan preparado esta su corazón para el amor o algo parecido. Y su repuesta saca todo el aire de mis pulmones.

—Está completamente enamorado.

La chica de su brazo ríe como una colegiala y esconde su hermoso rostro en el cuello de Matt, él mira directamente a la cámara. Mi corazón se rompe un poco más a cada momento. Luce igual o más guapo que cuando me dejo aquí. Es un guapo mentiroso. Me dejo aquí para ir a aparecer en un evento con miss tetas de silicona.

Siento los ojos de Amir mirándome fijamente y sin parpadear. Me siento tan estúpida. Me levanto rápidamente y casi me cargo el bol de las palomitas pero no podría importarme menos. Él está enamorado, enamorado de esa hermosa mujer. Y nosotros acabamos de... Joder, me siento sucia y usada, voy directa hacia mi habitación. Me siento como si la vida hubiera sido drenada de mi cuerpo. Vacía. Cierro con el pestillo y me desnudo camino hacia el baño, abro la ducha y me meto, no espero a que el agua caiga caliente. Me lavo por completo tratando de borrarlo de mi piel, al terminar de tallar cada centímetro me tiro al suelo de la ducha, esta frio y duro pero no podría importarme menos, el chorro de agua cae sobre mi espalda y cabeza, cierro mis ojos y así puedo engañarme y suponer que lo que corre por mis mejillas no son lágrimas. Que los ruidos que brotan de mi garganta no se escuchan fuera de esta habitación. Estoy rota, el me rompió.

Después de lo que parecen años se cierra el flujo de agua y unos brazos conocidos y bien recibidos me envuelven en una toalla y me sacan de allí, acomodo mi cabeza en el hombro de mi amigo y lloro en silencio. Me deposita en la cama y siento un dolor en el culo. Había olvidado él golpe en el trasero que me di esta misma tarde. Eso trae otra ola de lágrimas a mis ojos. Joder.

Amir se acuesta conmigo aun envuelta en la toalla y se coloca detrás de mí a modo de cucharita. Maldición arruine su noche.

—Puedes irte Amir, ve con Ed.

—Le pedí que se marchara, ahora tú me necesitas más. Él entiende. —dice, su voz conciliadora, calmante. Igual que antes.

—Eres afortunado. Te amo Amir.

—Te amo más preciosa.

Dice mientras me aprieta más fuerte entre sus brazos. Lloro en silencio la pérdida de algo que nunca fue realmente mío.