Capítulo 17

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Bakugou levantó la mirada y allí estaba ella, observándole con una sonrisa nerviosa en su rostro.

-¿Estás bien? - preguntó preocupado levantándose del asiento.

-Sí, no era nada grave - rascaba la castaña su nuca, evitando la mirada del rubio.

-¿Segura? - seguía preguntando él.

-Sí, segura - le miró por fin a los ojos - Vamos, volvamos a los dormitorios, es tarde - dijo mientras cogía su mochila de la silla y miró al rubio para irse.

Bakugou se acercó a coger su mochila también, le entregó una bebida de chocolate que había comprado a la castaña, ella respondió con una de sus sonrisas, y empezaron a caminar hacia los dormitorios.

Una vez llegaron, como era algo tarde, nadie se encontraba en la sala, todos debían estar en sus habitaciones ya. Entonces, Bakugou y Uraraka subieron las escaleras en silencio, se despidieron una vez arriba de ellas y cada uno se dirigió a su respectivo cuarto.

Uraraka nada más entrar en su habitación, lanzó su mochila al escritorio y se tumbó en la cama exhausta. Se sentía muy cansada, como si ese día hubiera absorbido toda su energía de golpe.

Ahora comprendía lo que sentía por el rubio, pero no sabía cómo actuar delante suya, no podía mirarle a la cara, su corazón latía demasiado rápido y sentía sus mejillas arder.

-¡Agh! - gritaba Uraraka con su cabeza hundida en la almohada y pateando el colchón - Qué voy a hacer... - se giró boca arriba mirando el techo, pensando.

Un par de minutos después de reflexionar sobre sus sentimientos, cayó dormida profundamente.

Por otro lado, cuando Bakugou abrió la puerta de su habitación, encendió la luz y al girarse para dejar la mochila en el borde de la cama:

-¡Ahhh! - gritó al ver una figura en su cama, pero se tranquilizó al ver que solo se trataba de su amigo pelirrojo - ¿Qué haces aquí pelo de mierda? - preguntó.

-¿Dónde estabas Bakubro? Llevo esperándote hora y media - dijo el pelirrojo serio sentado en la cama con los brazos cruzados.

-Y a ti que más te da - refunfuñaba Bakugou mientras colocaba su mochila en la silla del escritorio.

-Mmm... ¿Uraraka no? - levantaba las cejas el pelirrojo.

Bakugou le lanzó una mirada fulminante.

-No me mires así y yo que te ayudé a aceptar lo que sentías - realizó un puchero en sus labios, pero se le paso enseguida - ¡Ven, cuéntamelo todo! - golpeaba la zona del colchón a su lado.

Bakugou se sentó en la zona que Kirishima había marcado y le miro serio.

-¿Y? - preguntaba curioso su acompañante - ¿Estabas con ella o no?

-Sí... - respondió secamente.

-¡Agh, no seas así, dame detalles! - zarandeaba Kirishima a Bakugou agarrándole por los hombros.

-¿Qué quieres que te diga? - dijo el rubio igual de serio que antes.

-No sé, detalles, tú sabes... ¿si os habéis besado, si te has confesado ya? Bro, esas cosas - respondía el pelirrojo gesticulando y realmente entusiasmado por saber la respuesta del rubio.

-No, y no - rodó los ojos Bakugou - No me he confesado aún y obvio que no la he besado, me estaría subiendo por las paredes si lo hubiera hecho, estúpido.

-Pensé que siendo tú ya te habrías confesado, impulsivamente, pero lo habrías hecho - rascaba su nuca haciendo que pensaba el pelirrojo.

-Pues siento decepcionarte pero no - se cruzó de brazos el explosivo.

💕La sonrisa por la que me muevo💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora