Capítulo 14: Amores imposibles.

232 34 42
                                    

Agosto 2016    

     El calor se había apoderado de la ciudad, así como los días se habían alargado invadiendo el inicio de la noche con su luz. Al ritmo de la música Natalia abrió el vestidor y contempló el veraniego vestuario para decidir que ponerse, sus ojos visualizaron un corto vestido de tirantes rojos y lo apartó. Aquel vestido iría directo a su maleta, pero aún era pronto para hacerla, en solo cinco días se iría, pero jamás hacía la maleta con tanto tiempo, no quería que la ropa se le arrugara. Un vestido blanco de algodón fue el elegido para ir a cenar a casa de Ana, tenían cena de chicas, así celebraban estar de vacaciones y todas estar a punto de marcharse de viaje a distintos puntos de la geografía mundial.

―La que yo guardo donde te escribí, que te sueño y que te quiero tanto…―canturreó sin dejar de bailar frente al espejo y esbozar la mejor de sus sonrisas.

     Estaba feliz, emocionada, además de relajada. Los últimos meses había estada volcada en el trabajo, deseaba el inicio de las vacaciones como agua de mayo y, por supuesto, ansiaba el momento de irse de viaje, aunque a la vez que anhelaba irse a Brujas, le aterraba la idea de que sus sentimientos por su amigo afloraran y terminaran por fastidiar la bonita amistad surgida entre ellos.

―Casiopea…―Vio en el espejo al tiempo que pasó los dedos por la bronceada piel de su pecho.

    Tú eres una necesidad y solo con un par de besos tú puedes derretir mi fuego, puedes incendiar mi mar. Si no me das un beso ya…

      Natalia se detuvo a escuchar la canción, soltó un bufido y apagó la música. En las últimas semanas aquella canción sonaba por todos los diales, ni tan siquiera se libraba de ella en Spotify, la app decidía seleccionársela día sí y día también y, de la misma manera, ella la quitaba; bastante le había costado hacer a un lado los sentimientos que Mike generaba en ella como para ahora tirar por la borda todo su trabajo.

     A casi mil novecientos kilómetros de Madrid Mike aprovechaba el buen tiempo en el jardín de sus padres donde correteaba lanzándole la pelota a Nessie, que no se había separado de él ni un solo momento desde su llegada una semana atrás. Tal como había prometido a sus padres, nada más iniciar las vacaciones se había ido para Inverness, desde donde partiría a Brujas en unos días.

     Se alegraba de haber decidido pasar allí los días previos al viaje, sus amigos estaban de vacaciones y, los días se le hubiesen hecho interminables de haberse quedado solo en Londres.

     En Inverness los días se le pasaban rápido, casi todos los días iba por McCannan’s, en más de una ocasión se había animado a ayudar a su prima tras la barra, no siendo aquella la primera vez que lo hiciera, pues, muchas habían sido las veces que en vacaciones ayudó a su abuelo.

    En sus jornadas en el bar aprovechó para pedir ayuda a Armando y así aprender alguna palabra y expresión en español que luego le soltaba a Natalia para su sorpresa y diversión.

Mike

Hola, ¿ya de cena?

    Natalia sonrió al ver el mensaje en el mismo momento en el que cogía las llaves para marcharse a casa de Ana.

Natalia

Ahora mismo me pillas saliendo de casa. ¿Qué tal por Inverness?

Mike

Aquí jugando con Nessie, que se ha convertido en mi sombra. Llorará por mí cuando en cinco días me vaya.

Natalia

Cinco días WATTYS 2021 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora