Capítulo 23: Caen las hojas.

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        Las hojas del calendario se apresuraron en caer mucho más rápido que las anaranjadas hojas de los árboles, los días corrieron, las semanas volaron, los últimos tres meses de 2017 desaparecieron sin apenas darse cuenta. Así pasó un nuevo cumpleaños, en el que Mike y Natalia volvieron a felicitarse de manera virtual y, en el que ambos sorprendieron al otro no solo por enviarse un regalo, sino por coincidir una vez más en el mismo. Tanto Natalia, como Mike, habían comprado para el otro una bufanda, como recuerdo de las bufandas intercambiadas dos años atrás.

     Sus risas traspasaron las ondas cibernéticas al abrir los regalos uno frente al otro y, darse cuenta que una vez más el curioso azar los hacía coincidir. Aquel fue su tercer cumpleaños juntos, sin embargo, a pesar de las coincidencias y de los fuertes lazos de amistad que los unía se sintieron más lejos que nunca. Aquella vez Natalia no celebraría su trigésima segunda vuelta al sol con sus amigas, sino con Martín, que había abandonado el estatus de amor imposible para convertirse en su novio. Por su parte, Mike salió a cenar con Helen que, sin haberse convertido en su novia, había dejado de ser una simple compañera de trabajo para entrar en su listado de amores de ida y vuelta.

     En aquellos últimos tres meses sus llamadas disminuyeron y las que fueran interminables conversaciones de mensajes no solo bajaron en número sino en tamaño. Sin ninguno quererlo, pero con la necesidad de hacerlo para no hacerse daño a ellos mismos, se mantuvieron en una distancia mayor que la kilométrica.

      Y así llegó una nueva Navidad, Mike por primera vez en años se quedó en Londres para celebrar las fiestas con sus amigos en vez de con su familia. En el caso de Natalia realizó la cena de fin de año en casa, a donde acudieron todas sus amigas con sus respectivas parejas, además de Martín y Eduardo con Gabriela. Solo faltó Daniel, a Natalia le dolió no invitarlo, pero Marga y él no estaban teniendo la mejor de las separaciones y era imposible tenerlos a los dos bajo el mismo techo.

      Tal y como habían hecho en los dos años anteriores, Mike llamó a Natalia al ella entrar en el nuevo año, una hora más tarde era ella quien lo llamaría. Llamadas observadas con curiosidad por Martín, no sentía celos por la amistad entre su novia y Mike, como no los tenía por la mantenida con Eduardo, sin embargo, algo le decía que entre Natalia y Mike había un lazo mucho más fuerte que la amistad.

      Aquel fin de año fue muy especial, no solo por la presencia de Martín o la ausencia de Daniel, sino porque al año siguiente una pequeña rubita estaría entre ellos y; especialmente, porque en dos días Eduardo se mudaba a Londres. Por eso, tras las uvas con la llegada de abrazos y besos, Natalia no soportó más el nudo de la garganta y abrazada a su amigo soltó más lágrimas que las deseadas, contagiando a Gabriela en su llanto.  

      Si rápidos pasaron los últimos meses del año, los tres primeros meses de 2018 se fueron sin darse cuenta, así sin casi percatarse, los abrigos fueron desapareciendo, los árboles empezaron a recuperar el verdor de sus hojas y los días fueron alargándose.

      A ojos de todos Natalia y Martín se habían convertido en una pareja estable, sin embargo, la relación de Mike y Helen terminó por romperse en el mismo momento en el que ella quiso dar un paso más adelante en su relación y le susurró un sentido «te quiero» mientras estaban en la cama, cortando por completo la erección de él.

     La llegada de la primavera también trajo consigo el primer encuentro de Eduardo y Mike, varias veces habían intentado quedar para conocerse, pero por diferentes motivos siempre terminaban por anular la cita y así una noche de sábado del mes de abril, Natalia vio cómo su móvil se iluminaba con una video-llamada de Eduardo.

―Esto sí que es una sorpresa ―Natalia esbozó la mejor de sus sonrisas y se arregló la melena ante la pantalla del móvil―, ¿dónde estás? ―preguntó al escuchar las voces de fondo―. Eres un capullo, podías haberme avisado y me hubiese peinado, me pillas de tarde de peli, sofá y manta.

Cinco días WATTYS 2021 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora