Capítulo 17: Tiritas para el corazón.

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      Los días pasaron rápidos, las hojas del calendario caían casi sin darse cuenta del acelerado paso de los meses. A través de video-conferencia se cantaron el cumpleaños feliz antes de salir a celebrarlo con sus amigos, pero sin poder evitar recordar la inolvidable celebración del año anterior. En un abrir y cerrar de ojos la Navidad tiñó con sus alegres luces ambas ciudades, como cada año la gente corría de tienda en tienda en busca del detalle con el que conseguir la sonrisa de alguien especial. Mike y Natalia no se quedaron atrás, sin ponerse de acuerdo, le compraron un regalo al otro. Sorprendiéndose al pedirse mutuamente la dirección y estallando en carcajadas por aquella nueva coincidencia, Natalia publicó foto de su colorido regalo colocado bajo el árbol de Navidad, Mike le hizo foto dentro de la maleta preparada para irse a Inverness.

     La mañana del veinticinco, tal como el año anterior había hecho, Mike llamó a Natalia, sentados él en su cama y, ella ante su árbol de navidad abrieron sus regalos. La sorpresa se mostró en los ojos de ambos al abrir sus regalos y encontrarse con casi el mismo regalo, una bonita lámina de un cielo estrellado en el que Casiopea brillaba sobre todas las estrellas. Poca era la diferencia entre las dos láminas, durante unos pocos, pero intensos segundos permanecieron en silencio hasta mirarse a los ojos y dedicarse la mejor de sus sonrisas.

     La Navidad dio paso a un nuevo año, Natalia volvió a encontrarse con Juan, esta vez solo, poco había durado su relación con Inés, quien veía absurdamente la sombra de Natalia sobrevolar sobre ellos. Con las doce campanadas Natalia recibió las felicitaciones de los dos amigos ganados a precio de saldo, como ella les decía a ambos sin tapujos, una hora más tarde ella llamó a Mike para felicitarle por haber entrado en el futuro.

     Los Reyes Magos parecieron ir motorizados en vez de en camellos dando por finalizadas las fiestas navideñas, el regreso a la normalidad en el trabajo y, a los cada vez más habituales viajes a la capital francesa de Mike y Natalia.

     El invierno dio paso a la primavera, los abrigos dieron paso a coloridas vestimentas que llenaban las calles bajo el cada vez más intenso sol.

―¡No me lo puedo creer! ¿Qué ocurre se acabó el encontrarse por casualidad! ―Sin parar de reír, pero doliéndole aquella realidad, comentó por teléfono a Natalia cuando por tercera vez sus vuelos se cruzaron en el aire y, uno iba cuando el otro venía y viceversa.

―Mike, no te quejes, piensa que ya solo falta tres meses para agosto ―dijo sin poder dejar de reír al escuchar los gruñidos de su amigo que estaba sentado en el mismo café en medio de los Campos Elíseos en el que ella había estado tres días atrás.

―Eso me recuerda que no hemos hecho aún planes y tengo una propuesta que hacerte ―Se acomodó en la silla de madera, subió la pierna derecha sobre la izquierda y dio un sorbo a su café. Rio al escucharla a ella ―. No, no es una propuesta indecente o sí, no lo sé, todo depende de cómo se mire, pero solo te pido que no me digas que no. Si dices que sí no te arrepentirás, te lo aseguro.

―Mike, no le des tantas vueltas y cuéntamelo ya. ¿Cuál es esa propuesta? ―intrigada se recostó en el sofá.

―Estaba pensando que, en vez de cinco días, aumentáramos a cinco más cinco ―Una sonrisa iluminó sus ojos al escuchar las carcajadas de ella―. No te rías hablo en serio, escúchame, no es ninguna locura. Sé que hablamos de cinco días en Inverness, eso lo mantenemos, pero podrías llegar a Inverness dejamos tu maleta, preparas mochila y recorremos Escocia en moto. Te prometo que no te arrepentirás, no me digas que no te tienta…

―¿Quieres que recorramos Escocia en moto? ¿Me estás diciendo eso?

―Bueno, toda Escocia no, solo las Tierras Altas o algo más, luego ya dedicamos cinco días más relajados en Inverness, además ahí no necesitas hotel.

Cinco días WATTYS 2021 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora