Capítulo 4

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Pasos, muchos pasos rompían el silencio que predominaba en la habitación, Chile estaba cansado, era muy pesado organizar una fiesta de tal magnitud pero valía la pena cada minuto. Los preparativos quedaban de maravilla y solo era una pequeña fiesta antes de la más importante, estaba orgulloso de su trabajo, por lo que decidió tomar su primer descanso del día, acostado en el límite de la cama matrimonial, el chileno miraba con orgullo una revista: "La boda perfecta, vida plena". Una frase que divulgaba muchas opiniones, pero para muchos era una premonición hacia un perfecto matrimonio, conforme cambiaba la hoja imaginaba como sería su esperado y gran día. ¿Quién iba a pensar que alguien tan serio y fuerte como Alemania se fijaría en él? No era más que un simple país tercermundista. No podía ofrecerle nada a cambio. Pero bastaba con el cariño que siempre le demostraba al alemán desde su llegada a sus tierras.

Aunque este no se lo demostrara

La relación con Alemania no había sido tan clara en sus inicios, cuando la ONU los llamaba en relación con problemas extra nacionales o alguna junta de mantenimiento y control, el chileno no prestaba atención a todas las quejas y peleas que se suscitaban, en especial con México y USA la mayoría del tiempo, ya que se la pasaba observando al alemán, cuando un día este se dio cuenta y solo le lanzo una mirada fría y acusadora. Desde ese día Chile dejo sus acosos por un tiempo, sin embargo Alemania por una extraña razón decidió sentarse a lado del chileno, cosa que lo dejo sorprendido pero a la vez muy feliz.

Con el tiempo ambos compartían gustos y buenos ratos, pasados unos meses, Alemania decidió pedirle ser su pareja sentimental y sin dudar Chile acepto. Habían pasado solo cuatro meses desde aquella cita cuando en la hermosa ciudad de Nueva York, el alemán pidió su mano con la esperanza de formalizar su relación. Chile no dejaba de llorar por la hermosa propuesta sin importarle la rapidez del momento, los reclamos de su padre y de sus hermanos, en especial de Argentina.

"Es un error, solo juega contigo" fueron las palabras que su hermano escupió en su cara después de mostrarle su anillo de compromiso, fue un duro golpe para Chile el decidir no mandarle su invitación a la gran fiesta. Sería el único que no vendría. Chile dejo de hojear la revista, sus ojos se iluminaron al ver un hermoso traje color hueso, con un bello ramillete que hacia juego con los botones rosados, tal parecía que ese ropaje había sido especialmente hecho para él.

-Es muy hermoso...

-No tanto como tú- el chileno salto al ver a Alemania frente de la cama- Lo siento, debí anunciarme primero.

-Descuida- Chile mostro una gran y sincera sonrisa- Estaba distraído mirando algunos trajes para la boda ¿Qué te parece este?- dijo mientras le mostraba el traje color hueso.

Alemania se quedó pensativo unos segundos, lanzo un suspiro pesado, demostrando su cansancio- Chile, no importa el traje que uses, para mi serás el más hermoso de todos ¿Lo sabes verdad?- dijo y dirigió una de sus manos al mentón del chileno quien sonrió nuevamente y dejo que el alemán le plantara un beso. Chile subió sus manos hacia la cara de Alemania, tratando de acercar sus labios, tratando de aumentar el contacto. Su cuerpo sucumbía ante las caricias que su pareja empezaba a repartir en todo su cuerpo, sentía como Alemania introducía su lengua en su cavidad bucal, haciendo una pelea por quien llevaba la delantera y las riendas del momento, la temperatura empezaba a subir cuando un ruido interrumpió el momento. Estaban tocando a la puerta.

Rápidamente Alemania se separó de Chile, acomodo sus ropas y abrió la puerta, era uno de los empleados de su mansión, quien tenía una cara de cansancio, parecía haber corrido una maratón para llegar hasta su destino.

-¿Qué es lo que pasa?

-Lo siento señor, pero los invitados empiezan a llegar a la residencia, esperaba que los recibiera usted mismo, puesto que es una de las actividades que tiene agendadas para el día de hoy. No puede fallar, puede ser malo para sus respectivas relaciones futuras- el hombre dio un vistazo rápido dentro de la habitación y miro como el chileno se quedó quieto al ver la acción de su pareja, le lanzo una mirada rápida de despecho y volvió hacia Alemania- Ich habe auch eine Lieferung für Sie (También tengo una entrega para usted)

"Solamente a ti..."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora