"Solamente a ti..."

Capítulo 22

-No era necesario....

- ¿Cómo de que no? - el mexicano soltó un suspiro pesado, sus caderas le dolían a morir, pero no por eso iba a dejar de coser el suéter favorito de Querétaro, después de todo tenía que salir junto con Puebla, Cuidad de México y Sinaloa hacia Europa, con tal de celebrar los conveníos establecidos con San Petersburgo- Además, es una buena oportunidad para que descanses un rato. Trabajas mucho mijita.

-Hay papá- la muchacha sonrió ante los mimos de México- Pero si te duele tanto tu cuerpo ¿No deberías estar descansando?

Las mejillas de México se pusieron totalmente coloradas, tanto que se pinchó los dedos, Querétaro miro con ternura, pero a la vez con preocupación a su progenitor, mientras se quejaba por los pinchazos y maldecía con voz baja. Tenía sus suposiciones, pero desde hace semanas ha estado más animado que otras veces, a tal grado de no dar con la chancla a Estado de México y Jalisco por los despapayes que luego arman en su casa. Sabia por la televisión que mañana se cumplían casi cinco meses de la supuesta relación con Rusia.

Aunque fuera una total farsa. Además de estar al tanto de lo que paso con ellos en ese hotel en Bélgica. Solo porque Oaxaca y Chiapas le suplicaron que no armara un escándalo, y porque sus hermanos del Norte estaban ocupados, no colgaron o intentaron intimidar al ruso. Aunque sabía de buena fuente que, con esta visita, podría al menos desquitarse de manera indirecta. Además de ver a cierto chico tierno que causaba en ella, un bonito sentimiento de amistad.

-Tienen que comportarse chamacos, nada de quemar o hacer explotar algo. De por sí, aún tengo que pagarle a Japón los daños.

- ¿Estás seguro de no ir con nosotros? La boda será en tres días, ya sabes... Sera allá, así no das tanta vuelta

México medito, sabía que era buena idea, pero había quedado con Rusia de verse primero en casa de Perú e irse juntos, con Brasil, Honduras y Jamaica. No podía quedar mal con el más alto y con sus hermanos- Descuida Querétaro, iré en la fecha acordada. Ustedes pueden aprovechar para ir a turistear un rato.

-Así estas más tranquilo y no estarás tan distraído

-Siempre estoy tranquilo niña- dijo el más bajo al ver que su hija con una sonrisa de oreja a oreja, podría decir que Querétaro saco la dulzura de su madre, Puebla la valentía y Cuidad de México el físico. Pero si analiza sus comparaciones, Sonora, Oaxaca y Chihuahua se llevan el premio mayor. Tenían el total carácter de Imperio Azteca- Y no soy distraído...

- ¿Ah no? - señalo la joven mientras señalaba el hilo. Había estado cociendo con el color de hilo equivocada. México solo se levantó y maldijo a todos los santos por no tener todo a la mano de manera correcta, ante la mirada divertida y risas sonoras de Querétaro.

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Perú se dio vuelta para poder mirarlo, estaba en duda de si hacerlo o no. Él se había tomado su tiempo, el participar en este tipo de acciones le beneficiaria de manera constante, a tal grado de tener mayor potencial económico y apoyo médico. Se había aprendido todo el cuestionamiento y parloteo que tenía que decir en caso de defensa. ¿Pero cómo iba a dejar de lado la amistad ameritada con el resto de los latinos? ¿Acaso valía el dolor de uno de sus hermanos, por un costo bajo? ¿Su felicidad? O ¿Su salvación?

Estaba en un borde sin fin.

Todo mundo sabía que la mayoría de los países de Latinoamérica eran medios hermanos, a excepción de casos especiales como Brasil, entre otros. Aun así, había crecido con ellos y los consideraba como su familia. Habría sido más fácil que Cuba le pidiese otra cosa, ayudar con otra política externa entre Europa o sobrecenar tratados más leves, pero jamás pensó que tenía que llegar a extremos, que, en sus palabras, eran pura crueldad. Delatar a Alemania el día de su boda y dejar que Chile se hundirá. Paso por los dedos por la cicatriz que tenía bajo el brazo. Una de muchas que le sirven de recordatorio del porque debe seguir adelante, por el bien de sus ciudadanos.

-Eso debido ser muy doloroso, ¿no? - el peruano se giró entre las puntas de sus pies y suspiro al ver a Kazajistán en el marco de la puerta. Perú no respondió, se limitó a acariciar aquella marca.

- ¿Cómo te la hiciste?

-Durante una pelea... Una pelea de conquista- contesto de un momento.

Kazajistán abrió los ojos y lo miro a la cara, estaba seguro que tenía que estar bromeando ¿Acaso tenía esas heridas desde que era un pequeño niño? Pero entendió al ver como apretaba los labios que le estaba contando la verdad. Camino de vuelta al sillón de cuero y fijo su vista en el monto de papel, con firmas y acuerdos estipulados, con nombres de varios países que buscaban una forma de sobrevivir a las carencias que se presentaban, podía deducir por el tipo de membretado, que ONU no tenía ni idea de lo que estaba pasando. Tenía un mal aspecto el plan maquiavélico de Cuba.

Lo sabía, porque su firma estaba ahí.

-Cuando supuse que Venezuela me invitaba a comer contigo, no pensé que terminaríamos en esta situación- repuso el kazajo tumbándose bica arriba y con la vista perdida en el techo, mientras sus alas terminaban desparramadas entre el sillón y el suelo- Terminé cuidando al más consentido del español.

- ¡Vaya!... No te hubieses molestado- hablo Perú con una expresión chusca- Lo dice quien, por ahora, le ha dado la espalda a su hermano mayor con tal de vengarse de los asuntos pasados de familia.

-Me atacas en el talón de Aquiles que cualquier hijo de URSS tendría. Solo que yo soy un poco más joven, no bebo y no estoy entre la zona equivocada de lo que definiríamos como "moral". Solo así puedo escapar defendiéndome de lo demás- La voz del alado no expresaba como se sentía y tampoco su rostro lo hacía. Perú tuvo la sensación de que algo no le estaba diciendo.

-Lo siento- le dijo en voz baja- Supongo que me exprese así debido a lo que Cuba te pidió.

-No fue uno de los mejores favores que Cuba podía pedirme. Pero al menos estoy por aprender una lección.

- ¿A no seguir vagando y esperando que una potencia te haga caso y abrir a tu corazón al verdadero amor?

-Algo así...

- ¿Por qué? - dijo preocupado Kazajistán- ¿Por qué piensas demasiado las cosas?

Perú tenía la sensación de que no le gustaban esas preguntas, aunque no le había dicho nada, los dos habían sido seleccionados por el cubano, ya que los cree "capaces" de hacer el cambio para el visto bueno de los demás, pero para el no significaba que esa fuera la verdadera razón por el cual, Cuba tomaba esa actitud contra los europeos, y sus hermanos.

-Porque sentí que al menos, podría tomar la decisión correcta, aunque esta fuera la equivocada- le contesto después de unos minutos de silencio. Ambos no podían expresar sus méritos verdaderos en cuestión de minutos, o si la persona no era de fiar. Tal como era ese caso.

-Por favor, Perú. No es lo tuyo ser dramático déjaselo a Bahamas o Guatemala, incluso a Uruguay...

-Dime algo, kazajo- el más bajo sonrió- Toda tu participación, la estás haciendo... ¿Por lo que le paso a tu madre?

-Si

- ¿Qué sentido tiene seguir con ello?

Kazajistán suspiro-Sé que puede parecer que no tiene sentido. Y a veces me pregunto si firmar fue lo correcto, pero en ese momento me pareció que era la única opción que tenía-

-Te entiendo. Se lo que es sentirse así- repuso el latino en voz baja- Supongo que no tengo otra opción, tendré que hacerlo...

El kazajo se volvió para mirarlo con curiosidad, pero no le pregunto nada. Y tenía que reconocer que le alegro que no lo hiciera. Perú le había estado haciendo preguntas que sabía que eran demasiado personales, pero no estaba dispuesto a responder a las que él pudiera hacerle.

Solo esperaba que todo esto terminara, y pronto...