"Solamente a ti..."

Capítulo 28

-Mi cabeza...

México se removía entre las cobijas de seda fina, tratando de esconderse para evitar escuchar el odioso despertador que hacía juego con la mesa de noche, sin tener éxito pateo el artefacto tan fuerte que se escuchó un crujido basto y muy claro. El latino se levantó rápidamente y no podía creer lo que estaba viendo. Los rayos del sol empezaban a cubrir la enorme habitación, reflejando un cuarto totalmente desordenado, botellas de jugo y licor, cajones regados en todas partes, solo eran la mínima parte que aquel mexicano lograba captar. Pero su dolor de cabeza era más evidente y decidió acostarse cuando noto una prenda bastante peculiar, la tomo y rápidamente salto de la cama. Revisándola cuidadosamente, su piel sentía como se estremecía cada vez que pasaba sus manos por aquella chaqueta de cuero, además de emanar un elegante olor a almendras

Sin duda, el dueño era Rusia.

- ¿Qué madres paso anoche? - se dijo así mismo México, quien solo limito a sentarse a orillas de la cama y tocarse la cabeza, cuando escucho unos ligeros golpes en la puerta, maldijo a quien estuviera tocando e instantáneamente se abrió la puerta, dejando ver a una mujer guapa, cabello largo y castaño hasta las rodillas, con ropa cómoda. Estaba seria y solo se limitó a bufar al ver todo este desorden y la actitud del mexicano

-Por fin, hasta que te despertaste- camino hacia aquel país y le dio un gran vaso de agua y una aspirina. - ¿Cómo durmió el bello durmiente?

-No empieces con los regaños mañaneros, me duele un chiflo la cabeza- México trago en seco la pastilla y luego un trago largo de agua, mientras volvía a quejarse del dolor-De verdad que no sé qué tenía esa maldita bebida, un momento... ¿Qué haces aquí Nuevo León?

-Ah bueno, como me encanta ser la nena encantadora, quiero comprar un chingo de ropa y estar a la moda como Paris- dijo la muchacha mientras movía los brazos fingiendo ser una niña mimada como ella les decía a las demás- ¡Pues vine a la boda! ¡¿A que más vendría jefe!?

-No se... ¿A buscar un novio?- tanto México como Nuevo León se giraron y vieron a un arreglado Tabasco, quien estaba recargado en el respaldo de la puerta, viendo como su hermana le recordaba hasta de lo que iba a morir mientras su padre por mero instinto, se cubrió con una sábana, pensando que sería otra persona- Pero es verdad lo que dice la conflictiva de tu hija, venimos a la boda, no todos los días se casa uno de nuestros queridos "tíos", además de que mi abuelo nos obligó a venir, solo para tener buenas influencias políticas. Ni que necesitáramos más problemas.

- ¿A poco los 32 están aquí? ¿En Berlín, juntos? - dijo un espantado mexicano, no le molestaba que todos sus hijos estuvieran, todo lo contrario, podía tomar este evento como una salida de vacaciones para todos ellos y llevarlos a disfrutar de lo bonito que podría ser el extranjero. Lo que en realidad le preocupaba es que sus treinta y dos estados podrían ser un poco revoltosos, y podrían salirse de control en menos de lo que cantaba un gallo, tenía la experiencia de Puebla golpeando a una banda de muchachos que la estaban acosando a ella y Cuidad de México, tenía entendido que a partir de ese momento su hija empezó a interactuar con San Petersburgo, Quintana Roo intentando llevarse un calamar de un acuario en Dublín, Guanajuato ligando con Paris, y sin dejar atrás a Nuevo León, Chiapas, Sinaloa y Querétaro en la estación de policía porque habían golpeado a un payaso, una broma que en definitiva había salido mal pero así los quería mucho. Aunque a España no le agradaba en lo absoluto ya que, para él, era una mala imagen para el cómo padre, y como país.

- ¿Qué paso apa? ¿Desde cuándo somos ricos? - sonrió Tabasco mientras empezaba a recoger toda la basura que estaba alrededor- Solo estamos Puebla, Querétaro, Oaxaca, Cuidad de México, Coahuila, Sinaloa, Baja California Sur, Nuevo León y yo. Puedes respirar tranquilo.