"Solamente a ti..."

Capítulo 8

-¿Has visto la prensa?

Rusia frunció el ceño al oír la voz de Inglaterra quien estaba tomando un poco de licor mientras pulía su anillo de plata.

-¿La prensa? No. He estado demasiado ocupado tratando de encontrar una forma de que el latino haga caso a mis insinuaciones.

-Este desesperado pequeño- el inglés dio un sorbo a su copa de cristal- La ayuda no te sobraba...

-Me habría encantado saberlo hace dos horas, si no... Estaría en otros asuntos y no aquí, en tu habitación- dijo ya molesto el ruso, mientras esperaba a México, Paco seguía con la mirada a las palomas y en un descuido, empezó a perseguirlas. Rusia emprendió la persecución, estuvo así por lo menos treinta minutos, cuando contuvo al chihuahua y se cercioro de que no se lastimara, regreso a la tienda. Pero México ya no estaba.

Se había ido, y olvidado a su perro maraca. Frunció el ceño y saco su celular para llamarlo y darle a su animal, pero el inglés llamo primero y le pidió que lo viera en el hotel donde este se hospedaba, era de suma importancia.

-¿Qué es lo que se supone que debería haber visto en la prensa?- dijo serio.

-Tu foto

-¿Qué?

Aunque ya sabía que se había ganado el nombre de "Potencia Mundial" por los medios de comunicación, se las había arreglado para mantener un perfil bajo desde su ruptura con Estados Unidos. Ni quería y necesitaba más publicidad y halagos, prefería que sus acciones económicas y militares hablaran por él.

No tenía idea de porque estaría en la prensa ese día.

-La prensa habla de ti y uno de los hijos "problema" del español- le aclaro Inglaterra mientras sacaba una revista con un pequeño separador, especificando la página que tenía que leer.

Rusia le quito la revista y empezó a leer el artículo que estaba plasmado en el papel, inmediatamente su rostro se enrojeció de cólera y empezó a maldecir en ruso- ¡Demonios!- gritaba en su habitación mientras aventaba todo a su paso, logrando que el pequeño Paco se espantara ante sus acciones y fuera a intentar refugiarse en un rincón.

-¡Tenia que arruinarme más de la cuenta ese maldito país de quinta!

Inglaterra solo lo miraba serio- Asustas al pobre animal sin pelo Rusia. Relájate.

-¡No me voy a relajar hasta que se aclara esto!- dijo el ruso. Inglaterra solo pego un grito en el cielo y empezó a reír mientras Rusia ameritaba con romperle el cuello o jugar con él a la ruleta rusa.- Eres un estúpido interesado.

-¿Acaso no lo ves?- dijo el inglés totalmente animado- Esta es la pieza que faltaba en el tablero de ajedrez. Solo alguien tan tonto como México haría eso. Es la oportunidad perfecta para empezar.

-Esos malditos... ¿Cómo lograron plantear todo esto?

-Es que ha sido el propio tercermundista quien lo ha confirmado- le explico Inglaterra con una gran sonrisa. Sus palabras dejaron sin aliento a Rusia y apretó con fuerza la revista.

-¿Qué?

-Concedió algunas entrevistas esta tarde y le dijo a uno de ellos que habían estado juntos desde que Japón y Corea del norte anunciaron su compromiso. Básicamente ha alardeado que son pareja desde hace cinco meses.

-¿Bromeas?

-Odio las bromas- replicó el inglés- Aunque debo hablar con franqueza, tardaste menos de dos semanas. Impusiste un nuevo récord.

Rusia no se lo podía creer. Supuso que era la venganza de México por lo que había hecho en la noche anterior y que la salida había sido una completa fachada para ocultar su descabellado plan, además de que sus disculpas habían sido puro teatro. Pero le parecía increíble que hubiera decidió contarle a la prensa que estaban juntos. No sabía si trataba de avergonzarlo o sacarlo de sus casillas, pero estaba fuera de si. Respiro profundamente para controlar otra oleada de ira que comenzaba a dominarlo.