Capítulo 38

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POV Meliodas
Guardé mi celular y miré en la misma dirección en qué se fue Jenna. Tengo que descubrir qué es lo que busca aquí.

Samantha: ¿Estás con Jenna? —la miré y negué.

Meliodas: No.

María: ¿Entonces sí estás soltero?

Meliodas: Disculpen pero... debo ir a trabajar. No puedo quedarme a platicar con ustedes en mi primer día. En otra ocasión hablaremos —tomé los papeles y me fui.

Mi madre salió de la oficina de mi tía casi al mismo tiempo que me alejé. No puedo confirmarles que estoy con alguien. Podría llevar a oídos de mis tías y no quiero que ellas me hagan preguntas.

— ¿Por qué no les dijiste la verdad? —dijo detrás de mí. Suspiré y si media vuelta para ver a mi madre— ¿Por qué no les dijiste que SÍ estás ocupado?

Meliodas: No te importa —rió.

— ¡Claro! No quieres que ellas hablen de más frente a tus tías y te pregunten quién es la chica, ¿verdad?

Sin decir nada entré a la oficina que me designaron. Escuché la molesta risa de mi madre y entró detrás de mí. Suspiré con molestia mientras escuchaba el sonido de sus tacones.

— ¿De verdad estás dispuesto... a tener una relación que tendrás que negar siempre? —la miré.

Meliodas: Ya estoy suficientemente grande para tomar mis propias decisiones, ¿no lo crees, madre?

— ¿No entiendes que solo quiero lo mejor para mi hijo? —reí.

Meliodas: Mandarme lejos con mi tío no era lo mejor.

— Entiende hijo, perderás todo por esa chica.

POV Zeldris

Zeldris: ¿No quieres que te dejemos cerca del hospital? —levantó su vista de su jugo y se separó del popote.

Diane: No, no quiero que Ellie sospeche.

Zeldris: No siempre podrás ocultar lo que le pasa a tu hermana —se quedó callado—, y no creas que no me he dado cuenta que también ocultas algo más.

Diane: No es nada importante —suspiré.

Elizabeth: Volví —se sentó entre nosotros. Nos miró a ambos—. ¿Pasó algo?

Zeldris: Nada.

Diane: Bueno debo irme —se colocó su chamarra.

Elizabeth: ¿Quieres que te llevemos a tu casa? —miré a Diane.

Ella me miró nerviosa y justamente cuando iba a hablar para ayudarla su celular sonó. Miró la pantalla y después a nosotros.

Diane: Es Jerico, quiere que vaya a su casa —Ellie me miró.

Zeldris: Estate atenta a todo lo que digan.

Diane: De acuerdo. Adiós —se fue.

Zeldris: También debemos irnos —comencé a recoger las cosas.

Elizabeth: ¿Has ido a casa de Diane? —dijo sin dejar de ver la puerta.

Zeldris: No. ¿Por qué me preguntas?

Elizabeth: Curiosidad —me miró y sonrió.

Zeldris: Ya debemos irnos —asintió.

Elizabeth: ¿Quieres que hable con Gelda por ti?

Zeldris: No es necesario —dije sin verla.

Elizabeth: Déjame ayudarte Zel —la miré—. Últimamente nos has ayudado mucho y...

Tú eres para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora