Capítulo 5

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POV Meliodas
Llego de la calle y decido abrir las cortinas de mi habitación. Cuando lo hago veo a mi hermano en la habitación de Elizabeth y parecen estar discutiendo. Abro la ventana y llamo su atención.

Meliodas: ¡Zeldris! ¿Qué haces en la habitación de Elizabeth? —los dos me miraron sorprendidos.

Zeldris: No es nada. Solamente aclaraba unas cosas con mi prima.

Elizabeth: Y ya las aclaramos así que ya te puedes ir.

Zeldris: Espero y no olvides lo que te dije.

Elizabeth: Lo mismo espero.

Meliodas: ¿Vas a venir acá, hermano?

Zeldris: No, saldré con mis amigos. ¿Vienes?

Meliodas: No gracias. Estoy cansado.

Asintió y salió de la habitación de Elizabeth. Sí claro, cansado.

Meliodas: ¿De qué hablaban?

Elizabeth: De qué deberías de dejar de estar de metiche en la ventana —cerró su ventana y salió de mi vista. Debe de estar tirada en su cama. Siempre hace eso cuando se enoja.

Sonreí al ver qué no había cambiado tanto como todos le dicen. Aún tiene cosas de esa niña linda y dulce de la que fui novio hace seis años. Decidí salir por mi ventana e ir a la de ella. Cuando llegué toqué el cristal.

Elizabeth: ¡Vete! —dijo sin siquiera asomarse. Sin tener más remedio abrí la ventana yo mismo lo que la obligó a levantarse— ¿No escuchaste? Te dije que te fueras.

Meliodas: No lo haré hasta hablar contigo.

Elizabeth: Ahora no quiero hablar contigo.

Meliodas: Tienes que escucharme.

Elizabeth: Hoy no estoy de humor, tal vez mañana.

Meliodas: Tiene que ser hoy. Además ayer no pude hacer algo que quería mucho.

Elizabeth: Sí, lo haces otro día.

Meliodas: No, lo haré hoy —comencé a acercarme hasta que la pegué contra la pared.

Elizabeth: ¿Qué

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Elizabeth: ¿Qué... estás haciendo?

Meliodas: Algo que he querido hacer desde hace seis años... —dije en susurro y cerca de sus labios. Comencé a acercarme poco a poco hasta que corté toda la distancia que había entre nosotros y finalmente la besé.

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