Capítulo 52

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POV King

★★★3 años antes★★★

Primer día de clases después de vacaciones de invierno. Entro a la escuela junto a mi hermana y siento la mirada de todos. ¿Qué este mes y medio no les sirvió para olvidarse de mi ruptura con Gerheade.

Elaine: No les hagas caso, son unos estúpidos que no tienen nada mejor que hacer que mirarnos —dijo dándome ánimos.

King: Es difícil, Elaine.

Elaine: ¿Qué es difícil?

King: Cómo terminaron las cosas con Gerheade.

Elaine: ¡Por favor King! Ya no la querías de todos modos.

La miré mal.

King: Una cosa es haber dejado de verla como una novia y otra lo que pasó. Todo el mundo piensa que me metí con mi prima.

Rio.

Elaine: Y eso es lo que me da la razón a lo primero que te dije. Son unos estúpidos, si se creen eso son unos verdaderos estúpidos.

King: Bueno sí, tienes razón.

Elaine: Además Ni Ellie ni tú serían capaces de hacer algo como eso —nos sentamos—. ¡Nadie en la familia lo haría!

King: Una locura sin duda.

Elaine: Ni lo digas. Sería interesante de hecho —sonrió.

King: Ni siquiera lo pienses Elaine.

Elaine: No te preocupes —rio—. Ni siquiera yo sería capaz de eso. Número uno, Zeldris es muy amargado, dudo que algún día tenga novia. Número dos, Meliodas está del otro lado del mundo y la verdad No me llama mucho la atención hacer eso.

King: Yo jamás permitiría que algo así en la familia sucediera.

Elaine: Ni te ilusiones, jamás pasaría algo así en la familia, somos TAN aburridos —bufó—. Voy a comprar algo a la tienda —se levantó—, así de paso evito que tengas un mal encuentro con Gerheade y Gloxinia, ya ves que llegan con Helbram.

King: Dale.

Se fue. Puse mi mochila en el lugar donde estaba mi hermana y estiré mis piernas. Me desparramé en la banca y decidí cerrar mis ojos. Me concentré en el sonido de los chicos llegando, los balones botando. Algunos gritos.

Libros cayéndose.

Abrí mis ojos y vi a Diane, una amiga de Jerico y que ha platicado unas cuantas veces con Elaine y Ellie, que estaba a unos metros de mí recogiendo sus libros. Al parecer su mochila a rompió. Unas chicas se estaban riendo por lo ocurrido y eso me hizo molestar un poco, sobre todo porque parecía que la castaña se obligaba a no llorar.

King: ¿De qué se ríen? —me levanté y las miré serio— ¿Acaso a ustedes les gustaría que se rían de ustedes si les llegara a pasar?

— Nosotras sí compramos buenas mochilas —me contestó una.

— No le hables —le susurró su amiga—. ¿No ves que es el chico que se metió con su prima?

Tú eres para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora