Capítulo 3

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—¿Desea algo de postre? —Pregunté amablemente a un comensal.

—Sí, un baklava, por favor —Respondió bajando su móvil, en el que estaba viendo el menú virtual de postres.

—Enseguida —Dije, y me dirigí a la barra que separaba la cocina del sector de los camareros— ¡Rashid, un baklava!

Rashid no era el chef en jefe, en realidad, sólo era un buen amigo mío. Él y yo éramos de los más jóvenes del restaurant, pero el menor de todos era Ozan, otro amigo nuestro.

Ozan, así como yo, trabaja de camarero, pero no porque quisiese, sino porque era el hijo del dueño. Su padre soñaba con que Ozan se hiciese cargo del restaurante cuando él falleciese, pero claro que Ozan tenía sus propios sueños.

—Hoy ha sido un día especialmente agotador —Suspiró Ozan, sonriendo a mi lado.

—Es verdad, hoy hay más gente que otros días —Sonreí—, pero no está mal.

—Tú siempre viendo el lado positivo de las cosas —Rió levemente.

—Pues claro, me gusta ser camarero.

—Sé que te gusta, se nota en cómo tratas a los clientes, pero ¿nunca has mirado más allá?

—En realidad no —Dije en un tono más bajo—, pero ¿Qué hay de ti? ¿Has podido hablar con tu padre?

—No —Apartó la vista hacia las mesas—, él de verdad cree que mi sueño es convertirme en su sucesor, o de eso se convenció.

—De verdad lamento oír eso.

Ozan soñaba con convertirse en futbolista profesional y poder llegar a las grandes ligas. Actualmente jugaba en un equipo local, pero, él mismo lo decía, no era la gran cosa. Su padre pensaba que sólo era un pasatiempo, pero que finalmente se haría cargo del restaurante.

Él y yo nos conocimos en un partido de fútbol amistoso, antes de que el mundo se fuese a la mierda. Claro que yo no juego en ningún equipo, esa vez sólo era un grupo de amigos jugando contra otro grupo de amigos.

Curiosamente, Ozan y yo jugábamos en equipos opuestos, y —más curiosamente—, nos conocimos cuando él casi me fracturó el brazo en una caída que ambos tuvimos. Él se preocupó bastante, y se aseguró de que estuviese bien y que no haya pasado a mayores. Así nos hicimos amigos.

Y, tiempo después, convenció a su padre de contratarme en el restaurante. Lo cual no fue fácil. Rashid y Ozan siempre se reían —no de burla, claro— de que yo era el único español —¡Y ni siquiera! Era el único NO turco— del restaurante.

Básicamente, Ozan convenció a su padre para que me contratara con el argumento de que había algunos empleados que aún no dominaban del todo el español. Yo estaba ahí para, además de atender a los clientes, ayudar a mis compañeros si tenían algún problema con el idioma. Allí, Ozan me presentó a Rashid y nos volvimos buenos amigos.

—No te preocupes, pronto le diré —Ozan volvió a sonreír—, por mientras puedo seguir entrenando ¿Te apetece ir a jugar mañana antes del trabajo? Rashid también irá.

—Claro que sí —Sonreí—, aunque, esta vez, será mejor llevar el uniforme en algún bolso para no retrasarnos como la última vez.

—Buena idea, sí, tal vez debamos hacer eso.

—Y tal vez... —Dijo Rashid sonriendo, al otro lado del mesón, terminando un platillo— deberíais hablar de esto después del trabajo ¿No creéis?

—Tiene razón, perdón —Reí.

—Un baklava —Anunció dejando el plato sobre el mesón.

—Gracias Rashid —Dije tomando el plato y ubicándolo en una bandeja.

—Luego nos ponemos de acuerdo —Dijo Ozan, yéndose a atender a otros clientes.

Esa noche, mientras me bañaba, me puse a reflexionar en lo que Ozan me había dicho.

"¿Nunca has mirado más allá?"

La respuesta que le di era la correcta. No, nunca me había puesto a pensar en eso. No tenía grandes sueños que perseguir, como Ozan queriendo ser futbolista profesional, ni tampoco era como Rashid, que no tenía sueños muy grandes, pero sí a largo plazo, como lo era formar una familia algún día.

Tengo una muy buena cantidad de dinero ahorrado, pues ya llevo varios años trabajando en el restaurante, pero aún no sé en qué invertirlo. No tengo grandes horizontes, me gusta vivir el aquí y el ahora. Si soy feliz en el presente, todo estará bien.

Aun así, esa pregunta me dejó pensativo.

¿Qué quería hacer con mi vida? ¿Realmente quería ser camarero por el resto de mi vida? 

Tras la mascarilla (Staxxby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora