Capítulo 6

132 26 4
                                    

Me costó muchísimo quedarme dormido, sólo podía pensar en El chico de los ojos extraños. En la mañana apenas me dio tiempo a arreglarme bien y mi desayuno se basó en una única tostada que me comí de camino al restaurante.

Me estaba golpeando mentalmente ¿Por qué diablos me había quedado pensando en un chico que vi en la calle?

El turno de la mañana suele ser menos atareado que el de la noche, pues es más común ir a cenar a restaurantes que ir a desayunar. Me llevaba igual de bien con los muchachos de la mañana, asique no era un problema para mí estar con ellos. Y, a pesar de que tenía la cabeza en otro lado por El chico, daba mi mejor cara con los clientes.

La mañana pasó rápido, el cambio de turnos se hacía cuando los de la tarde comenzaban a llegar, para que así nunca falte ningún puesto. Ozan llegó primero.

—¿Qué tal el turno de la mañana? —Saludó moviendo la cabeza.

—No estuvo mal —Dije, pero noté que mi voz sonó casi melancólica. Hoy no era mi mejor día.

—¿Pasó algo? —Preguntó, notando de inmediato que no estaba en mis cinco sentidos.

—No, tranquilo —Respondí—, sólo estoy algo cansado.

—¿Comiste algo? Estás más pálido de lo normal.

—¿Enserio? —Me extrañé, buscando mi reflejo en algún cristal.

—¿Comiste? —Volvió a preguntar.

—No, pero ya sabes que no puedo comer mientras estoy trabajando.

—¿Por qué siempre haces eso cuando haces turno completo? —Me miró, casi molesto— No pasará nada si comes alguna cosa, ya sabes que no es bueno que pases el día entero con el estómago vacío.

—Actúas como si fueses mi padre —Reí.

—Pues soy tu amigo.

—Gracias, pero estoy bien, no pasa nada.

Unos minutos más tarde llegó Rashid, se le había hecho tarde. Ozan y yo lo saludamos riendo.

—Frank ¿Estás bien? —Preguntó Rashid, frunciendo el ceño mientras se ponía su delantal negro de cocinero— Te noto extraño.

—Estoy bien —Dije con monotonía.

—Rash, no ha comido nada en todo el día —Acusó Ozan.

—Eso no es cierto, comí en la mañana —Me defendí.

—¿Ah sí? ¿Qué cosa? Y no me digas que una tostada.

Guardé silencio, se me escapó una sonrisa.

—Pues entonces no te lo digo.

Ozan bufó.

—Ona yiyecek bir şeyler hazırlayabilir misin? —Ozan se dirigió a Rashid. Claro que yo no entendí absolutamente nada.

—Derhal —Respondió él.

Suspiré derrotado, sabía que no podía negarme cuando ellos dos se ponían de acuerdo, especialmente si lo hacían en turco. No podía quejarme, eran mis amigos y se preocupaban por mí, además, sí tenía hambre.

—Ten Frank —Dijo Rashid, entregándome tres brochetas pequeñas—, Koftas, cómetelos, pero que nadie te vea.

—Gracias —Sonreí. Y comencé a comerlos encorvado en un rincón del mesón, bajándome la mascarilla sólo para tomar un nuevo bocado.

—¿Por qué haces eso? Sabes que a Ozan no le gusta que pases el día entero sin comer.

—Parece que, por mucho que no quiera hacerse cargo del restaurante, aun así, tiene comportamientos como los de su padre —Sonreí, aun masticando un trozo de Kofta—.

—Frank esto es en serio... —Dijo, recargándose en el mesón. Yo guardé silencio— ¿Seguro que está todo en orden?

—¿Por qué no lo estaría? —Respondí rápidamente, mientras terminaba de comer— Era sólo que no había comido y ya ¿Por qué son tan insistentes?

Rashid me analizó con la mirada.

—De acuerdo... —Finalizó, volviendo a erguirse— la próxima vez que hagas turno completo, por favor come algo, de lo contrario, Ozan se va a enojar.

—Está bien, lo siento.


◼◻◼◻

Traducciones:

1. —¿Puedes prepararle algo de comer?

2. —Enseguida.

Tras la mascarilla (Staxxby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora