Capítulo 4

145 34 1
                                    

Ozan era realmente bueno jugando fútbol, era un excelente defensa. Personalmente, creía que le aguardaba un mejor futuro como jugador que como gerente de restaurante. Y lo bueno que era se notaba aún más si jugaba junto a personas como Rashid y yo.

Yo no jugaba tan a menudo como Ozan, y Rashid jugaba aún menos. Ozan jugaba lo que Rashid y yo no.

Cuando jugamos fútbol, no era el típico 11 contra 11. Para evitar aglomeraciones, jugábamos 6 contra 6, a veces 7 u 8, pero no más que eso, y lo hacíamos con gente que no estaba contagiada.

Lo que no se había elaborado en vacunas, se había elaborado en tests de contagio. Es fácil hacerse uno y se recibe el resultado al día siguiente. Yo me hacía uno cada dos o tres semanas.

Entonces, no corremos riesgos jugando con más personas, que generalmente eran amigos de Ozan. La mayoría de los jugadores se quitaban la mascarilla para jugar, claro que quienes no querían quitársela no eran juzgados ni nada, de hecho, los chicos y yo jugamos con la mascarilla puesta.

El juego se dio por terminado con un 3 a 1, habíamos ganado, o, dicho de otro modo, Ozan ganó, pues, a pesar de desempeñarse como defensa, dos de esos goles habían sido suyos.

Nos despedimos del equipo rival y de los demás chicos que eran de nuestro equipo. Cada uno tomó una ducha en un camarín al que Ozan tenía acceso por ser jugador real.

Mientras me terminaba de acomodar el uniforme de camarero, mi móvil comenzó a sonar. Me aparté un poco de los chicos para contestar.

Era Dilara, una chica que trabajaba de camarera durante el turno de la mañana.

—¿Hola?

—¡Gracias! —Exclamó, se notaba tensa— ¡Ahí estás! He estado tratando de llamarte, pero no contestabas.

—Estaba jugando con los muchachos ¿Por qué? ¿Pasó algo? —Pregunté, algo preocupado.

—No... bueno sí, es mi familia, tengo que viajar de vuelta a Turquía unos días, ya tengo alguien que cubra mi turno el resto de días, pero no puede mañana, y odio tener que pedírtelo, pero ¿Crees que puedas cubrir mi turno mañana?

—Hey tranquila, claro que puedo cubrirte, tú ve a ayudar a tu familia, no te preocupes.

—¡Te lo agradezco tanto! ¡Te debo una!

—Descuida, no me debes nada, no me molesta —Sonreí al móvil—, ahora ve, probablemente tengas un día ocupado hoy.

—De hecho, sí —Rió—, nos vemos, gracias de nuevo.

—Nos vemos Dilara.

En parte, entendía lo que le sucedía, Dilara se fue de Turquía porque se sentía reprimida, incluso por su padre. Por eso, sea lo que sea que le haya ocurrido a su familia, debía ser grave. Y conseguir un vuelo en estos tiempos no es tan fácil como lo era antes, necesitaba ayuda, y claro que se la iba a dar.

Una vez terminada la llamada, miré mi móvil y me di cuenta de que tenía 8 llamadas perdidas de Dilara. Borré la notificación y volví con los chicos.

La última vez que jugamos antes del trabajo, al terminar, cada uno se fue a su casa a bañarse y a cambiarse, y acabamos por llegar tarde, por eso, los tres llevamos el uniforme en un bolso esta vez. Y había sido una buena idea.

—Bueno, será mejor que nos vayamos ya —Dijo Rashid.

—Aún tenemos tiempo —Informó Ozan, algo extrañado por la prisa de Rashid.

—Quiero llegar temprano, el menú de los miércoles suele ser más difícil que los demás, quiero tener algo de tiempo para prepararlos.

—¿El menú de qué? ¿Qué dijiste? —Pregunté alarmado, habiendo escuchado claramente.

—El menú de los miércoles... —Respondió confundido Rashid— ¿Por qué? ¿Qué pasó?

—¡Rayos! —Exclamé, llevando mi mano a mi frente— Hoy tenía que ir a buscar mi caja a la tienda del señor Leiva.

—No alcanzas a ir a recogerla ahora ¿Verdad? —Dijo Ozan.

—No, no alcanzo.

—¿Y no puedes ir mañana?

—Le dije a Dilara que cubriría su turno mañana por la mañana —Suspiré, algo frustrado—, bueno, no pasa nada, iré en la noche. Así no me volveré a olvidar de recogerla.

Ya le había enviado ayer mi lista al señor Leiva, probablemente mi cajita ya me debe estar esperando, y no podía ir ahora ni mañana, pues no era un proceso corto el de sanitizar las cosas. Tampoco me gustaba ir por la noche, pues es cuando más gente suele haber, pero ni modo, ir esta noche era la mejor opción.

Tras la mascarilla (Staxxby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora